El enfrentamiento face to face de las potencias implicaba su mutua destrucción, y así llegó la guerra fría para salvar ese inconveniente. Y el sistema político tampoco es tonto, sabe autolimitarse.
Y bajo esta óptica vemos de qué forma una situación de potencial conflicto como ser la gestión del Fondo del Bicentenario desencadena un nuevo capítulo en la guerra fría de la política. También sería bueno recordar que el marco referencial en el cual se orientan los actores particulares es siempre limitado, y por ende su comprensión de los hechos también lo es. Entonces, tomar al pie de la letra ciertas declaraciones (inclusive de los protagonistas) y hacer el análisis desde ahí, puede llevarnos a conclusiones muy parciales.
Este corresponsal los saluda hasta el próximo capítulo. Está prevista una escalada de múltiples conflictos en el continente “judicial”. Nos vemos a la vuelta de la feria.