El camino es fatal, como la flecha…

Vengo de leer el blog de Abel, donde siempre se dan grandes discusiones.

En los comentarios, otra vez, se menciona la posibilidad de la devaluación en Brasil como una amenaza que dejaría a la Argentina complicada.
Acá ya sostuvimos varias veces que por ahora no hay riesgo. Pero por supuesto, la inmunidad no es eterna.

Hay un tema que escasea, sin embargo, en los análisis. Humildemente entonces lo tomo para plantear alguna hipótesis.

En el año 2010, en Brasil las autoridades se preocuparon por una inflación en reales de más de 6%. Alta. Más teniendo en cuenta que el real se apreció (nominalmente) más de un 10% respecto al dólar durante ese año.
O sea, Brasil tuvo una inflación en dólares de bastante más del 15%.

En Argentina el caso fue distinto: inflación en pesos de 25% (aproximadamente), pero devaluación nominal del peso de (apenas) un 10%. O sea, inflación en dólares de alrededor de un 15%.

Este cálculo rápido y rudimentario despierta la imaginación para la hipótesis en cuestión, que es la de la correlación entre inflación y tipo de cambio. Los blogs de economistas han fatigado este tópico (con rigor, que no es mi caso).

El tema es que si existe tal correlación, la única forma de evitar una inflación de dos dígitos es modificando la política cambiaria. O mejor dicho, dejando de intervenir en el mercado cambiario y convalidando la apreciación nominal que pide el mercado.

Ahora bien, evitaríamos así, seguramente, la apreciación cambiaria real, que sufrimos vía inflación. ¿A qué precio? Al precio de convalidar la apreciación real vía tipo de cambio nominal.
Efecto neutro, en términos de competitividad. O casi.

Porque la apreciación por la vía del aumento de precios es diferida y discrecional (hay precios regulados, subsidios). En los intersticios opera la intervención estatal, que permite (al menos) ganar competitividades, espurias y desparejas, pero competitividades al fin.

Parafraseando al poeta, la apreciación es fatal como la flecha, pero en las grietas está el Estado, que acecha.

Si Brasil devalúa, y Argentina no, perderíamos esos márgenes. Ni menos, ni más. Y amainaría, muy probablemente, la inflación en pesos (en dólares, no).

25 comentarios en «El camino es fatal, como la flecha…»

  1. Pero a pensar de que estamos en cosecha, el dolar esta bastante demandado. No veo tan clara la posibilidad de apreciación, salvo que suban mucho las tasas pasivas.

    1. Mariano T.: el central tiene 52.000 millones en reservas. Aún en la situación coyuntural de demanda inflada (como la actual), lo maneja fácil si quiere.
      Vende lo que compró «de más» en este tiempo. Y absorbe pesos.
      Puede hacer un canje compulsivo de Lebacs y Nobacs por título público de más largo plazo.

      Sería un cambio de esquema completo, que también afectaría lo fiscal (chau Fondo de desendeudamiento, por ejemplo, a pagar con nuevo crédito o a ahorrar).

      Es lo que venimos discutiendo desde hace 4 años.
      Un abrazo.

    1. Pero no es «bajarlo a 3,50». Es dejar de comprar, y disciplinar la especulación con ventas si hace falta. Hasta llegar a un nuevo equilibrio (cuando el mercado deje de apostar a una suba), que por ahí es 4,10 o por ahí 3,50. No sé.
      Y aparte hablamos de una devaluación brasilera sin correlato en Argentina. Ideal para la llegada de dólares.
      Abrazo

  2. Como ya expresé en algún otro post, la próxima crisis no será ni de los commodities, ni de la quiebra del Estado, ni su endeudamiento.

    Será una crisis de las PYMEs industriales, cosa que, reitero, no le interesa a nadie. Salvo la desocupación que sobrevendrá, y que no tendrá demasiada prensa, ni reflejo estadístico del Indec.

    Los insumos industriales y de mano de obra (de los cuales llevo prolijo detalle desde 1994 por razones de trabajo) crecieron en dólares un mucho más del 100% en los últimos tres años, habiendo sobrepasado recientemente los valores de «costo argentino» existentes durante el menemato.

    La «apreciación» del peso no haría más que empeorar este panorama.

    Dicho de otro modo: la competitividad con productos importados (de los que ingresan automáticamente, que son casualmente los que no están sujetos a presiones de lobbies poderosos), está llevando a una crisis importante de los sectores que más empleo sostienen, y de la que no estamos tomando debida conciencia.

    1. Conste, David, que la apreciación nominal no es lo que a mí me parecería mejor.
      La apreciación real en dólares, sin embargo, parece inevitable para todo el tercer mundo.

      Creo que sabés que coincido con tu inquietud (más allá de algunas diferencias en el diagnóstico y en la receta).
      Un abrazo

      1. Que sea «inevitable» significa que no hay política posible.

        Qué raro, este gobierno parecía hacer política.

        Y bueno, otra vez será…
        Saludos.

      2. Es que es inevitable, pero se puede hacer política para paliar los efectos (un poco). Difiriendo la apreciación, con toques al tipo de cambio nominal, con subsidios, controles de precios.
        Eso no significa que todo lo que se hace sea efectivo, ni que cubra todas las expectativas.
        Abrazo

      3. ¿Paliar «un poco» los efectos «inevitables»? ¿Ese era el «modelo»?

        ¿Subsidios a las PYMEs?
        ¿Control de precios de los productos importados?

        Mariano, dejá por hoy la chevecha.
        Abrazo.

      4. Querés ir a producir a Uruguay a ver cuánto te sale la energía?
        Esos subsidios decía. O los que contienen precios de bienes salario, que te evitan tener que aumentar más los sueldos.
        Y por supuesto que hay controles de precios en la Aduana. Se llaman precios de referencia. Es cierto que los importadores a veces truchan para evitar la penalidad.
        Pero de cualquier modo no pueden vender a menos del precio de referencia porque ese precio le marca los costos de la importación.

        Y la apreciación en dólares es inevitable porque no se puede evitar que EEUU devalúe.

        Abrazo

      5. Caramba, la energía es insumo importante en las grandes empresas, no en las PYMEs «casualmente».

        Y las «grandes» pueden irse a Brasil tranquilamente, como ya lo han hecho, dejando aquí algunas factorías complementarias subsidiadas por la gilada (hablo de la industria automotriz)

        Los sueldos deben ser aumentados por las PYMES no solo por las paritarias (en las que no participan), sino adicionalmente porque la gente calificada (imprescindible para competir con lo importado) es cada vez más escasa y por ende costosa (por el viejo truco de la degradación de la educación).

        Te acepto lo de precios de referencia. Igual entra cualquier cosa. Tema de la Aduana (ejem…)

        También te acepto lo de la devaluación de EEUU. Lo que no puedo aceptar es que sea tan natural que un café cueste 3 dólares, o el KG de carne 10 o 20 dólares en un país con enorme mayoría de pobres. (Plis no me digas que los pobres no toman café o pueden arreglarse cocinando hueso en el puchero).

      6. y cuál es la solución política local a un problema de economía internacional, david???

        porque todo lo criticás. debe existir un modelo que lo resuelva para que estés tan irritado con este gobierno.
        compartilo con nosotros. dale.

      7. David: lo de la industria automotriz es complicado, porque las estrategias de las grandes empresas son globales.
        Ahora, si se llevan las terminales a otro lado es una catástrofe. Pero si conseguís que vuelvan, te piden que les cortes el subsidio.
        Entiendo que las terminales son un pequeño eslabón de toda la cadena. Pero sin terminales, olvidate del resto. Las terminales son el punto inicial desde donde empezar. Y aparte son empleos de calidad, y buenos sueldos.
        Resulta que la industria automotriz es un negocio para Brasil. Pero Brasil amenaza con frenar la importación y parece que se nos viene el fin del mundo. A Brasil? No, a nosotros. Así se hace dificil. Te piden que hagas goles sin arco.

        El tema de los 20 dólares el kilo de lomo de exportación no es lo que te hace subdesarrollado. Los países ricos no se caracterizan por tener alimentos baratos, sino salarios altos. Cómo llegar a eso es una discusión más vieja que la Argentina. Llevamos 200 años pensándolo. Tuvimos suerte: en India por ejemplo hace 1000 años que lo están tratando de averiguar.
        Ahora sí, un 25% de pobreza es un fracaso histórico. No es novedad.
        Un abrazo

      8. No te enojes, Tapones. A un industrial PYME y anarquista no puede pedírsele demasiado, solo laburo.

        Mariano: Estoy de acuerdo. Pero ojo que India sumó millones de indigentes a su clase media. Son del BRIC, algo es algo. Tendríamos que aprender.

        Abrazo.

      9. no me enojo, david. para nada.

        me llama la atención tu autodefinición: anarquista? a mí me da que tu único anarquismo se da en las billeteras de los dueños de industrias como vos, donde ahí sí que no quieren un estado interviniendo. en mi barrio a eso en lugar de anarquismo se lo llamaba liberalismo, pero ahora parece que suena mal.

      10. francisco, mala palabra parece serlo para los mismos liberales que no se animan a blanquear su filiación ideológica y hasta prefieren hacerse llamar anarquistas antes que asumirse públicamente como lo que claramente son…

      1. No hay gran problema en llamarse ‘liberal’ o ‘anarquista’ mientras la definición esté clara.
        Mal que les pese a Bayer y otros estudiosos o nostálgicos del anarquismo de principios del siglo XX, hoy en día el anarquismo es anarcocapitalismo: ‘nada de Estado, que cada cual se las arregle como pueda; que las empresas hagan su negocio, nada tenemos que objetarles, no es nuestro tema’. Casi diría que algunos anarquistas están a la derecha de algunos liberales.
        Por ejemplo, en USA se llama ‘liberal’ al más progre o menos conservador (Partido Demócrata, hablando en general y sin entrar en detalles) y el anarcocapitalismo tiene su bastión en el Partido Republicano.

      2. el tema es que no está clara la diferencia si los términos se definen como vos lo está proponiendo. en resumen: ¿para qué llamar «anarquismo» al «liberalismo»?.

        el anarcocapitalismo no es lo mismo que el anarquismo. cualquier anarquista que se precie negará esa afirmación, chomsky es un buen ejemplo de ésto: un antiliberal agudísimo que jamás podría aceptar esa sinonimia.

        yo lo que realmente creo es que a algunos les pica asumirse liberales y prefieren vestirse con las ropas del anarquismo que queda más pasable y trae aparejado un olorcito a compromiso social que el liberalismo no tiene.

        saludos

      3. Sí, hay confusión de nombres.
        Como decís, aquí hay liberales que se llaman anarquistas.
        También hay (muuuuuchos) conservadores autoritarios que se llaman liberales.
        Y ni unos ni otros son lo que se llama ‘liberal’ en USA.
        El problema con el ‘anarquismo’ (entre comillas, si querés) hoy y aquí, es que el discurso anti-Estado y anti-política se lo apropió la derecha más recalcitrante. Y esta es una época en que va quedando claro que lo que la mayoría necesita es más Estado.

      4. coincido plenamente sobre el tema de la necesidad de un estado presente y también en lo que señalás sobre los conserva/liberales.

        pero me parece fundamental separar las aguas todo lo posible más allá del éxito de algunos para apropiarse de ciertos términos: precisamente por eso contesté a francisco y pro sobre el asunto. que no nos desvaloricen las palabras. parte de la lucha también se da en el plano discursivo y me gusta hacer notar la trampa marketinera de llamarse «anarquista» para esconder la verdadera ideología liberal. porque son liberales, no anarquistas.

        saludos!

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