Con esa pompa describen algunos analistas la situación actual, caracterizada por dos o tres cuestiones salientes:
-algunos cortes de luz en el AMBA, en picos de demanda, provocados por incapacidad de la red de distribución domiciliaria para dar abasto,
– aumento de la demanda de combustibles, con récord histórico de consumo, lo cual obliga a YPF a valerse puntualmente de nafta importada para abastecer a las estaciones. Compra afuera la nafta que ESSO y Shell no alcanzan a (o no quieren?) refinar acá.
– en invierno, importación de gas «caro» y restricción en el suministro a las industrias que no participan del Gas Plus.
Primero: esos problemas son fácilmente identificables y clasificables, salvo que con intención deliberada se quiera gambetear la mención del factor principal: el contexto (inédito en la historia económica argentina) de crecimiento en todas las actividades (o casi), durante 8 años sin interrupción (también casi). Si no se gambetea, entonces, ese pilar fundamental de la realidad actual tendríamos que darles el nombre adecuado: cuellos de botella.
Los cuellos de botella son producto del desequilibrio generado a partir de que la demanda crece a un ritmo al que la oferta no logra adecuarse efectivamente.
Nótese que el contexto es claramente de crecimiento de la demanda, en cualquiera de los ítemes señalados.
Sin embargo, se
suele leer cosas como que está fracasando el modelo de «gestión privada». La gente que rodea a Pino Solanas es muy afecta a tal explicación. Conclusión perezosa y falaz.
En realidad, cuando en los 90 se deciden las variadas privatizaciones que reconfiguraron el mapa del sector, se lo hizo como parte de un proyecto que no se agotaba en la privatización misma, sino que sumaba este factor a otros que lo complementaban. Liberación de los mercados, tipo de cambio bajo (dólar barato), precios prohibitivos (los más altos del mundo, en varios ítemes), empresas que balanceaban sus inversiones entre lo productivo y lo financiero, dándole alce a lo más rentable (lo segundo).
Pensar las privatizaciones de los 90 separadas de tal esquema es, repito, falaz.
Como muchas otras cosas, ese esquema falleció definitivamente en diciembre de 2001. Hoy, de aquello, solo queda la gestión privada de las empresas del sector, aunque con autonomía relativa, dada la intervención innegable (cierto que deficiente en muchos casos) del Estado.
Ya no existe el tipo de cambio de entonces, ya no existe el contexto de valorización financiera; ha sido reemplazado por la valorización productiva, de la mano del crecimiento del mercado interno y los incentivos al consumo. Y (como principal motor de lo anterior) los precios de estos productos hoy son excepcionalmente bajos.El esquema actual es bastante distinto de aquel que fracasó, no sólo en materia energética, sino a nivel general.
«El esquema actual es bastante distinto de aquel que fracasó, no sólo en materia energética, sino a nivel general».
2 cosas:
1) ¿De ésta frase debemos deducir que la política energética actual es buena o muy buena?
2) Una apreciación: reducir la explicación de la falta de energía barata y para todos a la frase «se formó un cuello de botella» es un argumento muy débil y que difícilmente alcanza a explicar la realidad. Acordate que esto es Argentina, con posiblidades de generación inmensas, y no Lichstenstein, un enclave montañoso.
Joy: no es necesario deducir de la frase que la política energética sea buena, mala o malísima. Simplemente es distinta a la de los 90. Te doy vuelta la frase. Se puede decir que es mala, sin decir que es igual a aquella.
No creo mucho en esas fragmentaciones del tipo «política energética». En realidad, la situación energética se inscribe en el contexto amplio de todo el entramado socio-económico.
Los cuellos de botella a los que me refiero tiene que ver con la distribución. En cuanto a energía eléctrica es clarísimo. Picos de consumo de 20.000 MW. Capacidad de generación de 27.000 MW. No hay apagones generalizados que denoten fallas en el transporte de alta tensión.
Los problemas son del último tramo. Por incremento focalizado de la demanda. Digamos, en determinada manzana el consumo crece por encima de lo que aguantan los cables, salta un fusible, y se corta la luz en 3 o 4 manzanas a la redonda. Esos son cuellos de botella.
Lo de los combustibles es distinto, porque sí hay merma de la producción de petroleo, por ejemplo, con reducción en las exportaciones. Aumentan las importaciones de gasoil, y de naftas. Y se mantienen firmes las exportaciones de distintos tipos de combustible.
Pero toda esa reconfiguración llena de dificultades se da en el marco de record de expendio en los surtidores nacionales.
Un abrazo.
Esta respuesta me parece un poco mejor, al menos la entiendo más.
Aún así, es innegable que la política energética argentina trabaja (hoy por hoy bastante bien) con los elementos que cuenta a disposición; falta un click mental importante para empezar a investigar y aplicar nuevas tecnologías ya mismo.
Que el potencial de generacion electrica sea de 27.000, no significa que se pueda generar esa cantidad de energia.
Ejemplo: Si no hay lluvias, las hidroelectricas no pueden generar todo su potencial. Las nucleares, paran cada 2 o 3 anios. Las termicas, necesitan gas a full, que no siempre esta. La realidad es que por mantenimiento, falta de combustible, falta de lluvias o lo que fuese, es imposible llegar al limite de produccion potencial.
Y por eso, en la Argentina en los ultimos 7 anios, se importo un 50% mas de energia electrica que en toda la decada del 90…
Para que existan cortes energeticos (como los hubo entre en el 2005 y el 2007) no solo tiene que haber un faltante importante de generacion electrica, sino tambien los vecinos no deben tener un excendente que puedan exportar.
En la Argentina en esta decada se invirtio poco y mal en comparacion con la decada del 90. Sacando Atucha II (cuya importancia es mas politica que energetica) y la ampliacion de Yacyreta, todas las inversiones se enfocaron en hacer plantas termicas que funcionan a gas. Son rapidas de hacer, pero nos hacen dependientes del famoso gas boliviano.
Y este es otro problema de la politica energetica. Somos mas dependientes. No solo porque importamos mas energia electrica, sino porque para hacer funcionar las nuevas plantas energeticas, importamos gas y fueloil, necesario.
Es un desastre la politica energetica de este gobierno? No.
Pero si deja mucho que desear y especialmente, si la comparamos con la decada del 90.
Mi querido Mariano ¡El cuello de botella es justamente la consecuencia del fracaso de la política energética del gobierno!
Es que tu explicación – que no explica nada – no puede señalar porque el crecimiento a «tasas chinas» no se dio también en el mercado de la energía; como tampoco se dio en el mercado de la carne, por ejemplo. La respuesta es sencilla, el mercado de los aires acondicionados no está (mal) regulado por Moreno mientras que el de la generación y distribución de energía si.
Años de desmanejos, mentiras,subsidios cruzados, retrasos de tarifas, discursos baratos, corrupción tienen consecuencias.
El problema es que al precio que el gobierno quiere que la nafta este en Argentina es un precio que los productores no quieren vender. La solución es de manual, no hay nafta.
Lo que podemos hacer es regular bien el mercado o intervenirlo totalmente. En el segundo caso, una vez producida la nacionalización, tendremos nafta barata hasta tanto no podamos seguirla pagando. Estatización, privatización / desregulación salvaje, intervención es el camino que andamos y desandamos cada tanto.
En este blog muchos se rieron de Biolcatti cuando dijo que iba a faltar carne. No me acuerdo si alguien dijo lo mismo de la nafta, pero hubiera sucedido lo mismo.
Francisco: cuando hablamos de «falta» de nafta no tenemos que olvidarnos que estamos en el momento de mayor consumo de nafta en la historia de la Argentina, batiendo records constantemente.
Es importante destacar el matiz, porque la palabra «falta» remite a contracción del consumo. Y el proceso es totalmente inverso. El consumo aumenta, y muchísimo.
Aumentar precios y tarifas no es para que se produzca más. Es para que se consuma menos.
No va a haber faltantes esporádicos y focalizados, porque se va a consumir menos. O sea, es iguala dirigir «la falta», no a evitarla.
Sería muy largo de hacer el desarrollo pero hay una explicación teórica por la cual las empresas estarían interesadas en que el consumo no ascienda. Fijate el ejemplo de las refinerías de Shell y ESSO. Trabajan por debajo de su capacidad instalada, porque la producción de la unidad marginal les sale más cara que sus costos medios. Producir más para vender más, les achica los márgenes en lugar de ampliárselos, y entonces preferirían precios más altos y menos consumo.
Un abrazo.
Mariano,
Seguis sin responder la pregunta. Es sencilla ¿Por qué no tenemos «tasas chinas» de crecimiento en el mercado enérgetico (o de la carne?
De otro lado, el aumento del precio no solo redundará en el descenso de la demanda sino también en el aumento de la oferta. Y las dos cosas llevan a la eficiencia en el consumo de lo que es, a la postre, un recurso no renovable: usar menos el aire, dejar de ir en auto al almacen que queda a dos cuadras, etc.
Finalmente, explicá esto «la unidad marginal les sale más cara que sus costos… prefieren precios más altos y menos consumo». Me parece que es un análisis simplista sino incorpora la variable precio unidad marginal. Las empresas operan en el margen salvo que haya algún otro factor que no hayas señalado. De otro lado, el precio está regulado y es más bien bajo, por lo que no entiendo como van a lograr «precios altos».
Francisco: justamente, al nivel de precios actuales (bajos, la nafta de 95 en uruguay vale un dólar y medio el litro, por ejemplo), producir una unidad marginal les sale más caro que su costo medio. O sea, les eleva el costo medio, ya que están operando al límite de su capacidad instalada. O sea, si producen más se les achica el margen.
Preferirían, entonces, vender menos cantidad, más caro.
No quieren subsidios para compensar el precio bajo, porque el elevado consumo les desvirtúa la ecuación (tienen que aumentar la proporción de utilidades que reinvierten).
El precio más alto lo intentan conseguir a través del lobby para que finalicen las intervenciones en el mercado, hoy está regulado, pero quieren que no lo esté.
El aumento de la oferta sólo existe si hay demanda. Si la demanda se plancha no es necesaria. Con una reducción de un 15 o 20% en el consumo de combustibles no es necesario producir ni una gota más que la actual, salvo para mejorar los saldos exportables. Para las empresas bárbaro, ¿pero qué ganamos con eso los demás? ¿que vamos a usar menos el auto? ¿quiénes? Te digo quienes: los de ingresos medios y medios bajos. Los de ingresos altos tienen una demanda totalmente inelástica al aumento del precio. Y encima subiría el transporte público, etc.
En materia de generación de energía eléctrica el crecimiento es a tasas chinas. Pasamos de tener una capacidad generadora de 20.000 MW a 27.000 MW en 6 años. Y el año que viene más, con el aumento de la cota de Yaciretá para que opere al máximo de su capacidad, o Atucha II, etc.
Las redes de alta tensión también, se prolongó como en 4.000 Km, y está en obra la más importante NOA-NEA.
En el proceso los capitales nacionales y el Estado fueron ganando participación.
Los problemas actuales están focalizados, tocan a la red de distribución, en el último tramo de toda la cadena.
Saltan los fusibles, se queman cables (o cortan preventivamente si detectan sobrecalentamiento). Ojo, entre Edesur y Edenor pusieron como 800 palos este año en tareas de mantenimiento de sus redes. Pero no les alcanza porque el consumo crece muy fuertemente.
Las empresas no quieren invertir más, consideran que están invirtiendo mucho. Quieren que se liberen las tarifas para que afloje el consumo y no necesitar acondicionar la red a un incremento de la demanda tan desmedido.
Un abrazo.
¿Y el estado regulador donde está en todo esto?
Digo, no estoy de acuerdo en lo que decis, sobre todo en el tema precio que acá es demasiado barato y tiene por consecuencia el uso ineficiente y la desinversión: de manual. Pero, dado que el estado fija las variables y el resultado es este fracaso, entiendo que la política energetica es un fracaso.
No estamos de acuerdo, obviamente, pero no nos vamos a poner de acuerdo.
disculpen si el nivel del comentario no es abc1 pero tengo algunas dudas y, si es posible, me gustaría que me aclararan el tema. Porque todo este rum rum parece encaminado a una «verdad» instalada: las tarifas son bajas, hay que aumentarlas. Y como todavia recuerdo algo que decía Lilita cuando era progre, previo al 2004: «no puede ser que en Argentina, país productor de hidrocarburos, pague lo mismo el consumidor final que en un país que no lo es». Porque los recursos son nuestros, y si no los aprovechamos nosotros, para qué están?
Ipso facto aparecen los que dicen que si las empresas no pueden exportar, no invierten. Y que tienen que cobrar lo mismo en el mercado interno sino se produce faltante. Es tan asi? Cómo puede ser que la revista Selecciones (reitero las disculpas del principio) plantee como modelo Noruega, haciendo incapie que las empresas invierten en exploración con costo 0 para el Estado (que después usufructua esa actividad a través de una empresa estatal) y aca no se pueda hacer?
Camilor
El petroleo y el gas son commodities. La oferta, demanda y precio son globales.
De todos modos, importamos gas y, entiendo, también petroleo (o sus derivados).
entonces un litro de nafta «tiene que» costar lo mismo en todos lados?
No, porque depende cuanto te cueste refinar el petroleo y distribuir sus subproductos. En Santa Cruz debería costar más que en al lado de la planta generadora. Pero para eso están los subsidios… lástima que los K subsidian a los ricos y a los porteños. Mi papa, en Tucumán, paga mucho más por la energía que yo en capital. Eso porque este gobierno subsidia a la clase alta y media porteña. Bien progre.
pero por qué la das más valor al proceso del producto que a la extracción?
Leo «cuellos de botella» y no puedo dejar de recordar al libro «la meta» (con abundante y generosa explicacion de mercado, por cierto).
En cuanto a esto, las sig lineas explican perse el fracaso «Los cuellos de botella son producto del desequilibrio generado a partir de que la demanda crece a un ritmo al que la oferta no logra adecuarse efectivamente». Y si la demanda crece ¿porque la oferta no «logra adecuarse efectivamente»? Porque las inversiones en energia necesitan de estabilidad regulatoria e institucional -esto quiere decir «largo plazo» y los ultimos años no creo que hayan sido de gran ayuda en este sentido (vean cuales han sido las inversiones importantes en el sector y encontraran que son, en terminos relativos, mas bien discretas: generacion termica por aqui y alla -sin demasiado gas a la vista, desafortunadamente-. miren tambien cuan arbitrariamente han venido funcionando los entes reguladores y en que forma espasmodica secretaria de energia y planificacion han ido modelando un «sistema» de decretos y regulaciones de muy dificil compresion.
Mientras tanto, la demanda disfrutaba comoda de la bondad de precios de tarifas bien modestos. A todo esto, inconcencible que estemos rifando el gas en forma de «gnc»: el mayor parque automotor del mundo de vehiculos convertidos.
Y como solucionamos esto en año electoral: creando una «mesa de dialogo» para intentar hacer lo que a lo largo de los años por razones que exceden este espacio, no se ha hecho.
Falso lo del «commoditie».
El precio de la soja, el petróleo o el limón tucumano puede ser digitado en su país productor. Así en Arabia Saudita y Venezuela sale más barato cargar el tanque que comer.
Es el gobierno el que establece precios máximos internos mediante retenciones, cupos y demás.
Pero bueno, acá en Argentina la soja paga como el oro. Pero el petróleo,que está en manos de amigos del kirchnerismo, el petróleo es negocio sólo de los privados, y ahí sí «cotiza a mercado mundial y jodete». Mientras se llevan los barrilles a España cuando sobran, y se traen fuel-oil de pésima calidad a precios rídiculos cuando falta. Qué buena política! la culpa es de Kirchner, Eskenazi y De Vido, pero seguro se la endosan a Duhalde
Mariano: «El aumento de la oferta sólo existe si hay demanda. Si la demanda se plancha no es necesaria» decís, y la ley de Say???