¿El triunfo cultural del campo nacional y popular?

Lucas Carrasco plantea en su última columna dominguera en el diario Crónica que varias de las cuestiones centrales de lo más ponderable del programa kirchnerista estarán garantizadas al margen del resultado de las próximas elecciones legislativas, porque, argumenta, “ya no sólo Massa sino el grueso de la dirigencia y partidos se muestran a favor de las principales políticas sociales y económicas del gobierno”. Agrega, en apoyo de su tesis, que las expresiones más recalcitrantemente opositoras y las que actúan directamente sus intereses sectoriales no superan el rango de la marginalidad.

Ésa fue nuestra postura, también, al inicio de la campaña. Cuando el surgimiento del Frente Renovador parecía ser el de una apuesta que podía sobrevolar por encima de las internas del bloque de clases dominantes.

Con el correr del asunto, ya lo dijimos también, Sergio Massa y compañía han sido incapaces de sostener la que parecía querer ser su lógica al inicio de la contienda. No tuvo, no tiene con qué salirse de la dinámica de confrontación que rige hoy la política nacional, el litigio entre el kirchnerismo y la cuasi totalidad de la conducción de AEA, la Asociación de Empresarios Argentinos. No cuenta con lo necesario para alterar las condiciones de disputa de poder actuales.

Ha terminado, el massismo, entonces, por ser otra más de las tantas expresiones en cuyo interior se alojan tensiones del establishment en el escenario de la política argentina, y va camino a operar el programa de sus negocios. La superior construcción del kirchnerismo queda evidenciada cuando sus fotos destacan ejemplares de mucho mayor rango que los de cualquiera de sus competidores y despliegue nacional consolidado. Las gráficas que circulan por Internet detallando quiénes de los candidatos en danza votaron las leyes más significativas de la década inaugurada en 2003, dan en el clavo más allá de la chicana del llamado de atención a los que se ausentan o votan a favor de negocios privados.

La fuerza de la presidenta CFK está ocupada en destacar que aquello que se le reconocen como logros han sido posibles a partir de una propuesta fuertemente instalada en toda la geografía nacional. Sólo así ha conseguido torcer las consecuencias «naturales» que ordenarían las comparaciones entre los actores en pugna.

En tanto el drama de lo que se viene en la escena política argentina es el del poder, habida cuenta de la ausencia, por fuera del kirchnerismo, de opciones con potencia institucional para plantarse como lo ha hecho muchísimas veces el Frente para la Victoria, lo que le vale ser tratado como una anomalía histórica, el ramillete de expedientes que según el editor de República Unida de la Soja se han consolidado, lejos de eso, corren grave peligro aún con un triunfo del FpV en 2013 si no resolviera una sucesión a la altura de sus fortalezas de estos días dentro de dos años.

Así como la marcha de las cosas se ha llevado puesto el discurso de buenas intenciones de Massa, suponiendo que lo creyésemos sincero, igual de fácil se puede barrer con conquistas sociales como la Asignación Universal por Hijo y la estatización de la administración del sistema previsional. Pasó en los ’90 con partidos mucho más fuertemente constituidos. Y aún con el kirchnerismo como lo hemos descrito a lo largo de este texto en la cancha, la ley audiovisual y la reforma de los tribunales no rigen; sancionadas en el Congreso y toda la bola.

Ya no se trata sólo de actitud y convicciones ideológicas: es la mera arquitectura de las relaciones de fuerza la que lo determina.

Acerca de Pablo D

Abogado laboralista. Apasionado por la historia y la economía, en especial, desde luego, la de la República Argentina.

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13 comentarios en «¿El triunfo cultural del campo nacional y popular?»

  1. Si las conquistas sociales se hicieran ley (como la AUH) serian mas dificiles de ser barridas que por un decreto. Hoy dia es reconocida como uno de los grandes aciertos del Kirchnerismo por la mayoria del arco politico, ni hablar de la poblacion.

  2. Segùn termina reconociendo M Wainfiel la AUH es un decreto que luego se aprueba en Càmara, por lo que no serìa necesario, ya es ley. Pero toda ley se puede borrar con el codo, o desactivarla sin voluntad polìtica.

  3. ¿Barrer con qué? La principal medida de carácter social de este gobierno, como te dice acá arriba Liliana, por puro vedetismo no quiso ser sancionada como Ley de la Nación. El resto, lo que sí estamos esperando que sea desplazado del kirchnerismo, es toda esta fanfarria litúrgica que es puro simbolismo. Después, contando los porotos, tras «la década ganada» lo que aparece es los estudios serios es que en la Argentina las divisiones empíricas entras las clases sociales no se ha mejorado mucho en comparación a lo que era la segunda mitad de los 90’s, cuando todavía el experimento de Menem-Cavallo no había explotado por los aires. Acá también aparece una moneda sobrevaluada y una restricción externa que amenazan con que a mediano plazo sea ineludible pegar un volantazo (y esto más allá de la orientación ideológica del que en esa situación le toque gobernar). O sea, nada. Nombres propios, psiquis individuales, autobiografías que se llenan con estatuas y nombres de represas.

    1. Diego, lamento discrepar con vos, pero la Argentina tiene, actualmente, una moneda ligeramente subvaluada, y no al revés.

      1. McLovin, yo me refiero a la cotización oficial. Lo otro puede servir como una referencia de mercado, pero tampoco es una referencia ecuánime para todas las actividades económicas del país.

    2. No. Hay una variación considerable en la diferencia entre los deciles 1 y 10 y una reducción del índice de gini. Además de ser esos valores cortes sincrónicos de curvas con tendencia exactamente opuesta.

      Lo que no obsta la discusión por el tipo de cambio que no tiene nada que ver.

  4. del titulo me esoeraba otra cosa,mucho mas amplia.Se limita al tema de los intereses empresariales en juego y disputa,con lo que seguimos navegando en contradicciones secundarias:que grupo hace mejores negocios.

    1. ¿«contradcciones secundarias»?

      Isabel, y como dice don Político abajo, todo está en peligro incluido YPF que se supone que sus modificaciones en algunos aspectos son los más difíciles de conseguir….

      Con nuestros antecedentes, no hay ley que garantize su propia perdurabilidad

      Y después te corren con la «AUH sancionada por ley»… en fin

  5. Aqui se ha anulado la constitucion del’49 por decreto, asi que no hay que hacerse muchas ilusiones por ese lado. Lo que hace falta es avanzar en la aceptacion por parte de las grandes mayorias de algunos denominadores comunes.

  6. las sociedades no son estancas siempre estan en dispuctas creo que avansamos con relacion a lo anterior pero eso no es definitivo podemos volver atras si no continuamos construyendo espaciosespacios de discucion y lucha por que sociedad que se detiene retrocede

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