Nicolás Casullo murió hoy. Y mañana tocará otra cuerda. Abundarán las necrológicas; el recuerdo de su paso por los claustros universitarios; su versación, su claridad, su posición nacional, su lucha inclaudicable por las ideas del pueblo; su dignidad en el exilio. En fin, todo esto y mucho más que adornó una vida al servicio de las ideas, de la propagación de ideas, sin falsas posturas, sin amagues aquí y allá. Un pensador imprescincible e irreemplazable para los días que se vienen.
Nuestro modesto reconocimiento es reproducir aquí una parte del contenido del que acaso haya sido el último reportaje que concedió, entre reunión y reunión de Carta Abierta, esa formidable herramienta para la reflexión, que lo tuvo entre sus primeras y más entusiastas espadas.
En un comentario que envié esta tarde quise recomendar sin vueltas su última obra publicada: «Cuestiones», un volumen donde trata con maestría y transparencia temas tan densos como el Populismo, la Religión, la Intelectualidad Argentina, Los años 70, etc. Vale la pena leerlo y releerlo, cosa que haré desde mañana. Pero ahora, como decía, prefiero aportar pasajes del referido reportaje realizado por estudiantes de Derecho de la UBA, y publicado en setiembre pasado en el número 2 de su revista Vendetta (ediciones NBI), que puede consultarse a la dirección http://nbi.org.ar/vendetta .
Dice Casullo allí:
(…) «El llamado populismo es la forma que tuvo América Latina para que el pueblo inventase una política para sí mismo, que no se la dio la izquierda y no se la dio el liberalismo, que son políticas de otros, para los de abajo (…)».
(…) «Todo lo que fue historia del pueblo en América Latina es popular nacional. No hay otra historia. O es liberalismo, con o sin dictaduras, o es nacional y popular. En la Argentina, se dio sobre todo con la historia del Peronismo. El Peronismo es un piso de dignidad. Es el piso de Justicia, lo que aparentemente no se transa. Por eso el Peronismo no muere, aunque ande tan golpeado, el pobre (…)».
(…) «Hoy hay un situación clara. Más cotidianamente confrontativa. La Argentina real sin disfraces. Hoy la Iglesia es la Iglesia, los ganaderos son lo que siempre fueron, y los gorilas, lo que siempre fueron los gorilas. De golpe, el peronismo volvió a ser la izquierda y esto no deja de ser un logro histórico del kirchnerismo, porque el peronismo había dejado de ser izquierda en 1974 para convertirse en Frankenstein (…)».
(…) «El argentino es básicamente un despolitizado, no un desconcientizado. Yo diría que hay un 70 por ciento de la sociedad que vive al margen de la noticia política diaria, permamente y obsesiva. Lo massmediático, de todos modos, es insoslayable. Y sabe manejarse en pos de lo único que le interesa: la gran audiencia (…)».
(…) «La Universidad viene de una crisis. Ha sido patrocinada por lo melifluo del radicalismo durante dos décadas, Y también hay una izquierda que toma la Universidad como una especie de terreno utópico, de ciudad infantil donde juega a la mancha leninista (…)».
(…) «No pensar políticamente el campo cultural, sino pensar culturalmente toda la política (…)».
(…) «Me decía (el ex decano de Derecho) Mario Kestelboim en el exilio: ‘El peronismo es eterno. No va a morir nunca, en serio, no te rías (…)».
(…) «El peronismo -recojo aquella frase de John William Cooke- es un hecho maldito. No solamente para la oligarquía vacuna, sino para todos los que están situados en la escena histórica. Imagínense un tipo que tiene mi edadm -64 años- y que fue gorila. Hace 60 años que no puede desembarazarse del peronismo (…)».
(…) «Como digo, el gorila es un peronista que cumple la función de gorila en la historia nacional. Es un imprescindible para consumar un sentido completo (…)».
(…) «Hoy aparecen regímenes de fuerte conmoción y corte populista en el continente. Por una serie de encrucijadas, de coyunturas y de azares, se dan hoy siete u ocho gobiernos que pueden sentarse a conversar y tener una serie de elementos nacionales y populares de reivindicación de América Latina y de crítica al actual dominio del mundo. Una situación excepcional, única (…)».
(…) «Hay que aprovecharla de manera rotunda porque nunca se dio como sinfonía democrática. O sea que es un panorama alentador. A diferencia de Europa, a diferencia de Äfrica, a diferencia de los ex países del este europeo, que han pasado del comunismo impuesto, al más desenfrenado liberalismo, a querer ingresar en la OTAN, y a querer ser siervos de Estados Unidos. Desde esta persepectiva, es una época democrática excepcional, la que se está viviendo hoy en América Latina (…)».
Adiós, profesor Casullo. Gracias por sus luchas. Y por su sencillez.