La AUH y los liberales pavlovianos

Un supuesto: cualquier política de estado implica una opinión sobre los sujetos a los cuales está dirigida. Por lo general, esa opinión no suele ser demasiado consistente. Es decir, en una política de estado suelen coincidir opiniones diversas que confluyen en la necesidad de implementar la política en cuestión, atribuyéndole sentidos divergentes.

La AUH puede ser un reconocimiento de conquistas colectivas conculcadas por la informalidad laboral y las características de la estructura productiva, puede ser un acto de caridad hacia los débiles, puede ser un mojón en el camino hacia la igualdad, puede ser una herramienta de liberación de los rehenes de prácticas políticas que se conciben como ominosas.

El listado es, por supuesto, incompleto. Lo que me interesa señalar es que toda política de estado va a ser evaluada en función de la opinión que se tenga sobre su  sentido. Quienes opinan que una universalización de las asignaciones viene a rescatar a los pobres de las garras del clientelismo, si eso no sucede (y no veo como podría operar sobre algo que no pasa de ser mucho más que una  fantasía y un prejuicio), indefectiblemente se van a desilusionar con esa política.

Algo similar podríamos decir decir de cualquiera de las opiniones que confluyen que en el actual consenso sobre la AUH. Pero la idea en este post es centrarnos en una.

En tiempos antiguos, ponele hace ciento y pico de años, existía la convicción generalizada, entre (no solo) los liberales, en que el Hombre (leer con voz de Marca Acme) marchaba más o menos derechito a convertirse en un europeo de clase media, feligrés del libre mercado y la democracia, en lo posible parlamentaria. Ya fuera que se supusiera la extinción o la integración (previa evolución) de los pueblos y clases atrasadas, el punto evolutivo final estaba fuera de toda duda razonable. Después se pudrió todo.

No creo que sea necesario extenderme sobre como las guerras europeas que arrastraron a todo el mundo, el fascismo, las formas que tomaron los estados levantados sobre el derrumbe del colonialismo, la deriva del ideal socialista, y el ascenso de particularismos radicales varios hicieron puré el universalismo inocente de los liberales.

Mientras Hayek leía a Polanyi, Marshall era puesto entre paréntesis y los teóricos de la modernización pedían una soga a etnólogos y orientalistas. El libre mercado y la democracia liberal ya no eran la cumbre del proceso evolutivo sino un particularismo más. Hay gente que se estira los lóbulos de las orejas hasta los hombros, gente que mata a las abuelitas, gente que se arrodilla ante Kali y gente que es democrática, racional y moderna. No había ningún vínculo evolutivo entre una cosa y la otra.

Los liberales, además, leían a Skinner y a Pavlov. Desnaturalizada ya su ideal del Hombre, se propusieron construirlo. Ejemplos ominosos de liberalismo pavloviano pueden encontrase en los planes de urbanización a la fuerza en el sudeste asiático y Guatemala, o en los textos de Hungtinton que los fundamentaron, defendieron y, a veces, diseñaron. Versiones mas ligth están implícitas en muchas acciones de “empoderamiento”, al estilo microemprendimientos, banco de los pobres, etc.

El objetivo de una política social pavloviana no es recuperar un derecho conculcado, marchar hacia una sociedad más igualitaria, ni proveer caridad. El objetivo es, mediante una ingeniería de premios y castigos, construir un emprendedor shumpeteriano con la materia prima de un negro de mierda.

Las condicionalidades existentes en la AUH, tienen una matriz liberal pavloviana inocultable. No van a cumplir su objetivo porque están mal planteadas. Porque las causas de la miseria no pueden buscarse candorosamente en una hipotética “cultura” fallida, forma apenas disimulada de culpabilización colectiva. Porque, aún en sus términos, por 180 mangos roñosos te meto un cuetazo me garcho a tu hija y te saco más, gato puto, no soy ese perro baboso que se queda encadenado por un pedazo de carne.

En la medida que el fracaso del supuesto crecimiento de la matrícula y, más importante aún, en la medida que los negros de mierda no se conviertan en emprendedores shumpeterianos, el consenso en torno a la AUH se va a ir cayendo a pedazos y vamos a tener que buscar formas más inteligentes de defenderla (y, sobre todo, superarla) que felicitarnos por el “25%” de baba que ha logrado la (sin ironías) mejor política social del kirchnerismo.

8 comentarios en «La AUH y los liberales pavlovianos»

  1. hmmm ¿ la mayoria de la gente que recibe la auh esta cerca de pegarle un cuetazo a alguien y garcharse a una hija?
    A ver, todo el mundo busca identidad pero en una sociedad capitalista hay imnumerables formas de conseguirla.
    Ademas no se trata de hablar de la educacion que uno no tuvo, sino mas bien de las cosas que hay que saber para desenvolverse en esta sociedad donde todo esta tan entrelazado, te encuentres en el ángulo social que te encuentres
    Ademas para que haya debate tendriamos que ponernos de acuerdo acerca de cual es la «sociedad mas igualitaria» de la que estamos hablando.

    1. O yo no entiendo tu comentario o vos no entendiste el post. Me inclino por esto último, debe estar muy mal escrito para que me atribuyas sostener que «la mayoria de la gente que recibe la auh esta cerca de pegarle un cuetazo a alguien y garcharse a una hija», hacer referencia a la identidad, etc.

  2. No me parece que la Auh Parta de esas premisas, simplemente se ponen condiciones al cobro de una prestacion com a todas las existentes y me parece bastante logico que ellas sena la matriculacion escolar y el cumplimiento con el calendario de vacunacion. No se asume que la pobreza sea cultural (cosa que en todo caso no esta en condiciones de probar ni refuta). Si el cobro de la AUH es un derecho en todo caso le corresponde una obligacion como a todos. Eso sí es liberal, pero liberal es la matriz de nuestras sociedades y hasta la llegada de otro modo de organizacion social (todavia lo seguimos esperando) es el criterio que rige.
    No veo donde se quiere construir un emprendedor Schumpeteriano en que te basas nadie les pide que abran fabrica o formen microemprendimientos y si la matricula aumento un 25% (para vos insignificante, casi divertido) es por que efectivamente habia gente que no estaba mandando a sus hijos a la escuela. Concuerdo que es una huevada sostener que la pobreza es cultural, pero si creo que puede generar formas culturales que pueden implicar el alejamiento deciertas instituciones que mal que mal y con todo lo mejorables que pueden ser son utiles.

  3. Tampoco la AUH se plantea como una politica que pueda erradicar, por si misma, la pobreza, es en todo caso un paliativo, creo que a nadi se le escapa eso, ni a sus defensores ni a sus detractores. Creo que ese es el error de tu planteo, no se propone crear pequeños emprendedores que por si mismos logren salir de la pobreza sino que es, com digo mas arriba, un paliativo. La critica tendria que ser me parece que politicas mas fuertemente estructurales pone en juego el gobierno para erradicar la pobreza. Creo que eso esta en tu analisis y lo comparto.
    Por otro lado habra que ver si la AUH realmente fracasa, eso se verá con el tiempo.
    Por ultimo tenes que juzgar la AUH en relacion a otras politicas, creo que el gob ha tenido una politica fuierte de mantencion de empleos (claro, muchos de ello informales)es en relacion con otras politicas que tenes que analizar (y criticar si crees que es necesario) la AUH. Estaria mas cerca de ser lo que vos decis si fuera solo la asignacion «y arreglate con el resto» pero se inserta en un contexto mas amplio. Por otra parte el liberalismo realmente existente es totalmente hostil a este tipo de politicas precisamente por que les parece que crea que una «clase ociosa» que vive del estado. Su pedagogia es bastante mas brutal, y por eso la AUH no fue una politica de Menem ni de De la Rua.

  4. Didane, creo que la AUH parte de diferentes premisas, no necesariamente consistentes entre si. No me convence lo que decís, en cuanto a la justificación de las condicionalidades ¿Por que los trabajadores formales no tienen esas condicionalidades?¿Porqué no hay condicionalidad para descontar de ganancias?

    Está claro que la AUH no puede verse aislada. Lo que propongo es verla como parte de tensiones no resueltas (y eventualmente irresolubles) en el mismo oficialismo. Alicia K. no piensa igual que Rossi, Recalde no piensa igual que Boudou. La AUH tiene de «liberal pavloviano» algo, y algo de socialdemócrata, y algo de peronista. Pero cada uno la sostiene desde su propia perspectiva.

    Defenderla desde lo que tenga de ingeniería social (que NO es todo lo que tiene) es encontrarse después conque, si no cumple con esas expectativas quedarte boqueando.

    El aumento de la matrícula no me parece risible, me parece falso ¿Cual es el estudio riguroso de donde surge? Yo soy docente. Tengo el mismo ausentismo que el año pasado. La deserción escolar es, por lo general de chicos que vienen de fracasos escolar. Es rara la deserción de pibes que no repitieron 5 veces. Hay otro problema bastante serio ahí ¿Cómo alguien puede pensar que se resuelve con 180 mangos?

    Para poder afirmar que hay un crecimiento de la matrícula del 25% hay que esperar, por lo menos, un año, y evaluar la continuidad. Y mediante un estudio riguroso, nada de «dicen los directores que creció un 25%».

    Pero, para mi, la cuestión es otra: se considera al beneficiario sujeto de reforma. Plastilina para crear ciudadanos normalizados. Eso si, te tiro unos mangos.

    saludos, y gracias por comentar.

  5. Una cosa más: creo que te equivocás con tu última apreciación. La lógica de las políticas sociales de Menem y De la Rua son de las que yo llamo pavlovianas. Es el bancomundialismo. Beneficio con contraprestación. El objetivo es la reforma del sujeto incapaz. Alicia K es el aspecto, lejos, más continuista de este gobierno.

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