La escuela que enseñaba a torturar

EL JUEVES 8 DE JULIO CASI UN CENTENAR DE DOCENTES DE FLORENCIO VARELA HICIMOS UNA VISITA AL EX CENTRO CLANDESTINO esma,  FUE UNA FORMA DISTINTA DE RECORDAR NUESTRA INDEPENDENCIA, INDEPENDENCIA QUE TAMBIEN ES MEMORIA , JUSTICIA Y JUICIO Y CASTIGO PARA LOS RESPONSABLES DE LA DICTADURA CIVICO MILITAR, O DEBERIA SERLO.

DESCONSOLADAMENTE

Recorrer a pie y en silencio el ambiente del mayor centro clandestino de la argentina nos conmovió profundamente.

“Acá nos mojamos todos”, contaba el «tigre” Acosta para graficar la rotación de oficiales y suboficiales de la armada por los grupos de tareas. Para dimensionar la impunidad de la que gozan los marinos, en el juicio que se realiza actualmente en la megacausa esma uno de ellos recordó y calculó : “los rotativos formados en el Centro de Instrucción y Adiestramiento de Infantería de Marina” con vistas a “la lucha contra la subversión” hubo entre seis y ocho cursos por año, con ciento cincuenta hombres por curso, dijo. “En dos años se habrían formado 1500 hombres. Muchos oficiales cursantes fueron a distintos grupos de tareas.

Entre 1976 y 1983 por lo tanto pasaron casi 6000. y muchos dormían entre el sótano y “capucha” donde estaban retenidos, engrillados, tabicados y encapuchados los detenidos desaparecidos, compartiendo la escalera de acceso, tocándose algún brazo, pisando los mismos escalones, unos libres, otros con cadenas y encapuchados.

Realmente es una triste paradoja, la escuela que enseñaba a torturar y vejar a otros seres humanos.

Muchos torturadores y asesinos siguen prófugos, todavía no identificados como los que atendían los partos en la maternidad clandestina, o los que controlaban que los chupados no se murieran en la tortura.

Cuando entramos en “capucha” un profundo silencio nos embargó, aparecieron las lágrimas y los sollozos.

Y los recuerdos de los que por allí pasaron, y la sensación de que estaban allí viéndonos con orgullo, altivos, enteros, solidarios, cariñosos, militantes, triunfadores, como el pelado Dri, la Gaby Arrostito o el nariz Maggio puteándolos alegremente por teléfono.

Parafaseando a un compañero del sindicato que dijo que todos los docentes debían tener en su carrera un viaje de estudios a Machu Pichu, yo digo todos los docentes deberían tener como requisito para serlo visitar y conocer la historia de este centro clandestino tenebroso y macabro hoy convertido en Espacio para la memoria la verdad y la justicia.

Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar.

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