La locura de Moreno

 

 

Habrá que pensar bien algún calificativo para un país en el cual todos, oficialistas y opositores, están en vilo respecto de la continuidad (o no) de un Secretario de Comercio Interior. Propongo un punto de partida desde donde pensarlo sin entregar el producto terminado: no se puede creer.

Todos tendrán que un mea culpa por esto. Quienes le cantan loas, por haber convertido la defensa de su figura, inexplicablemente, en una bandera indicativa de fortaleza o debilidad política, lo cual a esta altura supone un error estratégico inconmensurable: cualquier funcionario, y uno que no es de primera línea especialmente, no puede llegar a ser tan imprescindible. Aquellos que lo critican, por centralizar sus cuestionamientos justamente en aquello que es lo menos relevante de su mediocre tarea: los modos en que la lleva a cabo, basados para ello, encima, en fundamentos de harto dudosa veracidad. A ver, hacer de Moreno un ídolo, no da. Pero presentarlo cual si fuese el representante terrenal de Satanás, da menos.

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Acerca de Pablo D

Abogado laboralista. Apasionado por la historia y la economía, en especial, desde luego, la de la República Argentina.

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10 comentarios en «La locura de Moreno»

  1. Tu post presupone que todas las criticas a Moreno son por derecha. Eso no es cierto. Basta leer los inumerables comentarios del post la «cabeza de moreno» para darse cuenta de esto. Justamente el problema se sucita porque el gobierno no es capaz de escuchar una critica sin tildarla de derecha y por lo tanto descalificarla desde el vamos. A Moreno hay que sacarlo por ineficiente. Tratar de esconder su ineficiencia tildando a todo el que lo critica de ser un neoliberal es un error garrafal que se terminara pagando caro.

    1. Reconozco que pueda haberse entendido eso. No fue el objetivo.

      El post tenía dos ejes:

      1- Analizar, si se me permite la osadía del término, a aquellos que hacen de Moreno el tema central de la política argentina, tanto para sostenerlo como para criticarlo.

      2- Acercar el porque mi visión negativa sobre Moreno, pero teniendo en cuenta que su suerte no puede, per se, definir nada en política.

      En ese sentido, reconozco que existe gente que no es derecha que critica a Moreno. Yo, por empezar, que me paso el post entero aclarando que considero patibulario su desempeño. Y mas tambien, habiendo leído y reconociendo el post que mencionás. El tema es la sobreactuación innecesaria y falsa que creo se ha dado sobre el tema.
      Entonces, el gobierno innecesariamente, jugó todas las fichas de su filosofía intervencionista, loable, en sostener a Moreno. Ergo, hoy entregar a Moreno significará, para mi, un signo de debilidad política en el que el gobierno se metió solito por hacer de un tipo como este, una bandera.
      Pero, del lado de sus detractores, tambien se juegan todas las fichas a hacer parecer que regulación estatal de la economía es sinónimo de Moreno. Eso no es cierto. Y lo hacen a sabiendas y con mala intención. Esos detractores que hacen un tema de emergencia nacional a lo que no lo es, favorecidos por la torpeza estratégica del oficialismo en el tema, juegan sus fichas, en cambio a obtener girones del gobierno en cuanto pedir la cabeza del Napia. Toda esa impostación de horror que se hace, debiera darles verguenza, y no son aquellos que vos tambien mencionás que existen del lado de sus críticos que no son de derecha. Estos, hacen una objeción con honestidad intelectual, partiendo de la base que no se juega la vida de un país en la suerte de Moreno. Por ello, los dejé de lado en el post.

      Abrazo grande.

    2. Por cierto, y para dejar en claro todo, tanto coincido contigo en que es una equivocación defenderse tildando de derecha a todo aquel que disiente (más allá de que toda opción de poder real y concreto o sea de ese palo, o esté a la derecha de K, sin que K sea LA izquierda) como en el hecho de que yo tambien consideró, a todas luces, ineficiente la tarea de Moreno. Lo que pretendo salvar es la macro que define su accionar que en lo particular es defectuoso: la participación activa del estado en la economía.

  2. moreno es mas q nada un «simbolo» de entender la politica y el manejo del poder…

    «el estado soy yo»…y hago con el lo q me venga en ganas…asi se manejaba (y maneja) nestor…

    el problema es q antes,tenian el latiguillo de «nos refrendaron en las urnas»…y el nestor les decia a los campestres «si quieren cambiar algo postulense»…y los campestres le hicieron caso,y de pasar a tener cero representantes puramentes del campo,pasaron a tener 12 en el congreso…

    como «funcionario» moreno es un fracaso…pese a q muchos progres consideran su lucha por el control de precios como una «epica griega»…no hace falta mas q ir a los supermercados para darse cuenta de su «victoria pirrica»…la inflacion se le escurrio por todos los wines…(como si la lucha contra la inflacion fuese mas una cuestion de «voluntarismo politico»… q de una politica economica sensata y perdurable en el tiempo).

    ahora,como «simbolo» del kirchnerismo de entender la politica,moreno tiene mucho mas peso…

    y por eso,el oficialismo y la oposicion se pelean por la cabeza de moreno,un funcionario de cuarta categoria…y peor aun,mas dotado para comandar una barrabrava futbolera…q un centro de estadistica cientifica economica…

    en el 2007 decian «nos refrendaron las urnas»…el 28 de junio,no se si la sociedad cambio,pero si demostro q esta buscando un cambio…de esto,el kirchnerismo fundamentalista aun no se dio por enterado…

    cual «gordito dueño de la pelota»…se juega hasta y como el nestor quiera q se juegue…lastima q en este «partidito» estamos en juego todos los argentino…pero esto no importa,no importa a cuantos «nos llevemos puesto» lo importante es NUESTRA ideologia…

    en fin…

    P.D: «paradojicamente» cada puntito de inflacion disfrazado por moreno,afecta mucho mas a los pobres q a tinelli por ej…

    y si,el problema de entender la pobreza como una pequeña parte del discursito de barricada…q de entender a los pobres como gente de carne y hueso q sufre…una lastima la verdad…para un progresismo q prometia tanto…

    1. Si, estamos de acuerdo. Para mi tampoco ha servido Moreno. Si yo asumiera la presidencia mañana, con Moreno no cuento. El motivo es la locura de que se haya convertido en tema central de la política. Eso no puede ser nunca. Es culpa del gobierno, en primera instancia, y de la oposición que se cuelga de él para criticar una representación que erróneamente le asignan, después.

  3. Si la idea es pegarle al gobierno, da igual pegarle con Moreno o con la Madre Teresa.
    La «locura con Moreno» no se explica por cuestiones serias o de sensatez; si alguien se tomara la molestia de exigirle precisiones a tanto comentarista anti-Moreno, no podría salir de la repetición a lo loro de todo lo que se viene diciendo desde «siempre»; que es grosero, que se come los chicos crudos, que asusta a los empresarios (pobrecitos!) con un chumbo y una larga lista de «razones» propias de una suegra, mucho más que de comentaristas políticos o de temas importantes.
    En una guerra, y el gobierno padece una guerra mediática, una de las primeras bajas es la verdad y ninguno de los que se manifiestan contra Moreno esgrime argumentos ciertos, verificables en numeritos, todo es «estimativo», todo «parece», todo «argumento de suegra» y ni media palabra acerca de lo que realmente se pretende con el INDEC: viendo las caritas y los pedigree de los quejosos, la verdad, que aún si fuera cierto todo lo que dicen de él, Moreno empieza a resultarme simpático.
    Otra cuestión, creo que es algo básico; Moreno es un funcionario de gobierno y un gobierno debe gobernar y eso se hace designando los funcionarios que a ellos les parece; se les puede reclamar por las medidas que se tomen, se los puede denunciar judicialmente si se tiene evidencia de la comisión de delitos en el cargo; todo es válido menos decirle a ese gobierno (cualquiera sea) cuál funcionario pone o saca. Es una facultad que cualquier político debiera entender o por lo menos respetar (a él le puede tocar ser gobierno alguna vez) y es interesante comparar la «firmeza» macrista en sostener la designación de un impresentable (por delitos, no por portación de cara) como ese tal «fino» y que sea mediáticamente menos «irritativo» que Moreno. Casualidad, seguro.
    Todo este espectáculo, todas estas carmelitas plañideras exigiendo la salida de Moreno lo que realmente pretenden es que el gobierno no gobierne o gobierne a su antojo (el de ellos). Cosa que no corresponde.
    Es obvio que a estas alturas Moreno es un lastre, quizás insuperable para el gobierno, pero que sostenerlo les sea una necesidad porque el asunto Moreno, excede a Moreno y es, probablemente, el gobierno todo.
    Saludos

    1. Yo estoy de acuerdo en todo lo que decís. Ahora, el tema es que nos la buscamos solitos manteniendo a este tipo, que no ha descollado en su funcionamiento. Entonces, si unas cuantas fichas la vas a jugar a un tipo, equis, el que sea, al menos que sea alguien que valga la pena y no por este que no es el Maradona de los secretarios precisamente. En el resto, en la exageración de la crítica, la delgadez mental de los razonamientos que lo denostan y demás, coincidimos. Pero, ¿no es culpa de Néstor haber llegado a esto?, ¿era tan necesario?

      1. Si pensás que Moreno es lastre para unos y excusa para los otros, su permanencia no depende de sus virtudes o defectos, era y es un peón sacrificable pero, en este tipo de cosas cuenta también el momento y la oportunidad del eventual raje.
        Quieren comer el peón pero sabés que vienen por la reina, ¿no lo sostenés?
        Saludos

      2. Y… ahora habrá que ver como se hace. Porque ahora va a significar entregar demasiado. Por eso digo, se metieron en un embudo al pedo mal.

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