Todos nos enteramos ayer de esta noticia: «Una perra encontró un bebé abandonado y lo llevó con sus cachorros». Pero más alarmante es su cobertura mediática, los furiosos llamados a las radios y el manto de «invisibilidad» que se tiende sobre la dramática situación de una mujer, adolescente y pobre.
La tragedia personal, familiar y social de esta madre de 14 años quedó totalmente invisibilizada por la actuación de la perra. Los medios focalizaron en la «heroína de la historia» y no en cómo y por qué la muchacha llegó a la desesperante situación de tener que parir en un descampado.
Nadie describió a su casa, a su barrio, nadie brindó una mirada profunda sobre su entorno. Nadie -en los principales medios- se remarcó que ese acto de abandono es consecuencia de otros actos de abandono: de su familia, del municipio, del sistema de Salud, del Estado en general.
Y como si fuera poco, nadie condenó al director del hospital por decir: “El instinto maternal de la perra fue más fuerte que el instinto maternal de la madre”. Palabras que tienden a humanizar a la perra y animalizar a la adolescente.
Gracias por este post, como mujer. Este post tiene de bueno tus dichos y tu pensamiento junto al hecho de que sos varón. Me duele, y el dolor no deja pensar, dá rabia, mucha rabia. Las cosas son tan claras que uno no puede entender que a un médico director de hospital no se le ocurra otra frase que decir que la perra tuvo más instinto que la nena de 14 años, y encima, que esa frase responda al consenso público, incluído al periodista que presenta la nota con el protagonismo heróico de la perra sobre la tragedia infame de la nena de 14 años.
Ser mujer pobre es más tragedia que ser pobre.
El aborto legalizado, es una aspiración para toda mujer, y para la mujer pobre un derecho que debe garantizar el Estado. Y además, junto el derecho a decidir si una mujer quiere tener un hijo, una mujer debería tener el derecho a tener un hijo cuando lo desee. Ésto último, el derecho a ser madre, es impedido por la pobreza. Si la pobreza impide ser madre, y la legislación impide no serlo, entonces la mujer no tiene salida, está en una encrucijada, lanzada a incogruencia lógica.
Ver que una nena de 14 años no tuvo oportunidad de hacerse de su propio hijo, es observar cuánto daña a la persona el sistema en el que vivimos, que hasta le arrebata la posibilidad de ejercer su instinto, que curiosamente tenía garantizado la perra, ya que la perra tiene una cucha y un amo que la alimenta.
No sabemos nada de la madre niña, ni necesitamos saber Américo, aunque bueno hubiera sido que el periodista se hubiera molestado en averiguar algo para hacer la cosa menos sesgada. Alcanza con la edad, alcanza con que al hospital la llevó «un vecino». ¿Qué podemos suponer? ¿Alguien necesita que le digan las razones de por qué una nena de 14 años va a parir a un descampado?
Hace un tiempo un policía me contó que encontraron en una bolsa de basura de un edificio de la Avenida Corrientes, un bebé recièn nacido y muerto, y que habìa muchos casos como ese. No sabemos nada porque no llega a los diarios.
Gracias otra vez por rescatar esta noticia de otro modo.
La verdad que la cobertura mediática de ese caso y la reacción de la opinión pública fueron espantosas.
La visión que tiene una parte de la sociedad argentina sobre el tema de los embarazos adolescentes es un desastre.
Muy bien por haberlo dicho de esa forma.
Américo, acabo de encontrar por casualidad, el artìculo salido en El Día, de La Plata.
http://www.eldia.com.ar/edis/20080822/tapa3.htm
Acá se da información sobre la nena madre. El artículo comienza por hablar de «una trama de drama y milagro», donde el drama está incluído y antecede al milagro.
Acà se da información que bien podría considerarse «omitida» por el artículo de Clarìn, dado que la cosa no ocurrió en Nigeria sino en una quinta de «Abasto», que parece ser un barrio de La Plata. La quinta está sita en las calles 506 y 197, e intervino la Comisaría 7ª. Claro, es campo, pero no es Afganistán. Si el Diario El Día tiene información, con más razón la ha de tener Clarín.
En el artículo de Clarín, la perra es la absoluta protagonista de la noticia, en la acción de la perra se centra el interés. Quién es la madre poco importa. Se dice de ella que «apareció», y se lo dice en el título, como lo dirìa una vecina de corrillos. Mirá, chè, apareció…!!!
Tengo abiertos los dos artículos, el de Clarín y el de El Día, y los comparo.
En la comparación me aparecen más verosìmiles las sospechas que vengo teniendo desde hace mucho tiempo, que Clarín y TN, han dejado detrás un estilo periodìstico clàsico consagrado por todos los diarios serios en La Argentina, y que en cambio están siguiendo una lìnea editorial que viene de un frío análisis de marketing, donde se hubiera concluído que la fidelidad del lector o del espectador con el medio, depende únicamente de la conmoción lograda sobre su espíritu a travès de la información escrita o de la imagen.
Con la noticia, los comentarios y las imágenes, el crear estado de alarma, de irritación, de conmoción, de ansiedad, cautivaría al público. La línea delgada entre lo que antes se llamaba sensacionalismo no debería ser cruzada, sino mantener las apariencias de neutralidad pura, sin que se note el intento manipulatorio de crear emociones y de abrumar el entendimiento.
Eso se lograría sesgando la noticia, sin presentar la cara de la moneda que podría hacerla menos cruenta, y sin presentar un análisis donde lo racional calmara la primitiva emoción, derivándola hacia una salida menos angustiante.
En cuanto a la noticia dada por imagen, siempre sesgada por el lado de mayor impacto en la conmoción, debería estar comentada por periodistas calmos y equidistantes de la cosa, que mostraran cierta ajenidad en el involucramiento, cierta neutralidad, sin tomar partido. Eso es lo que haría no cruzar la lìnea del sensacionalismo.
Y estaria sí habilitada la expresión inocente y «criteriosa» del periodista, que emulara las expresiones populares de miedo e indignaciòn, que escapando a la profundización, conceptualicaciòn o anàlisis, dijera «ésto no puede continuar así» , «la gente quiere tranquilidad», «la gente quiere justicia», «la gente está cansada», y siempre hablar en nombre de la «gente».
Pues bien, el Diario El Dìa de La Plata dice que:
La madre del bebé que habría sido «salvado» por una de las perras de la quinta, tiene 14 años. Ella vive en una de las tres casas del humilde predio de Abasto y, según la policía, su robustez es la que le habría servido para ocultarle a sus allegados el embarazo. El miércoles pasado, con los primeros dolores previo al parto, su madre la llevó hasta la farmacia del pueblo para comprar supositorios. Lo que sobrevino con el correr de las horas está siendo investigado por la justicia. Las humildes viviendas de la quinta tienen sus instalaciones sanitarias a varios metros, construidas con chapas y puertas endebles que dejan colar la crudeza del frío invernal. Se investiga si en uno de esos lugares la niña tuvo a su hijo. La adolescente habría dado a luz en pleno campo de la zona rural de Abasto, en condiciones sumamente precarias y poco después abandonó al bebé. Durante el mediodía de ayer la policía volvió a la finca para tratar de establecer en qué contexto se produjo el alumbramiento y el abandono de la criatura. «Habrá ido al baño» se escuchó decir ante una de las preguntas formuladas por un efectivo policial a un familiar de la adolescente. «Es una chica que estudia y a la que no se le conoce un novio, por eso ahora hay que determinar si el embarazo no fue fruto de un abuso», se indicó en la comisaría séptima. La causa, caratulada «abandono de persona», quedó a cargo de la fiscalía número 1 de La Plata.
Díganme los que entienden de estilo, si no tengo razón, si Clarín no ha seguido una lìnea clara de omisiòn sobre las circunstancias que tornaran la noticia menos revulsiva y primitiva, si no ha intentado con las omisiones injustificables apelar a la reacción más vulgar, la de enaltecer a la perra y destruir a la nena madre.
Ayer comentamos lo mismo entre las mujeres de mi familia.
Me parece excelente la acciòn de la perra!
Ejemplar para una madre, sea de la edad que sea, la perra no fue a la escuela a aprender a ser madre tampoco, no fue educada en un ambiente optimo, pero tuvo mejor instinto que la propia madre, tal como dijo el director del hospital, fue la verdadera heroìna de esta historia.
Si no fuera por China, el bebe ya no estarìa vivo. Se dieron cuenta? No sean injustos minimizando esta noble acciòn porque se trata de una perra. Yo creo que por ello se sublima.
yo creo que nadie deja de sentir verguenza ajena por el proceder de la niña, pero es solo eso una ñiña. ¿se sabe si la niña fue abusada?.¿como la flia no se da cuenta que una criatura de 14 años esta embarasada de una criatura de casi 4 kg?.no tendrian que haser el proceso por avandono de persona a los padres de la niña en ves de a la niña creo que detras de todo esto hay algo mas y por eso se minimiso el problema de la niña. «LO DE LA PERRA ES FANTASTICO». unico inigualable. nadie lo discute. sobre lo que dijo el director del hospital…. la verdad no ofende aunque duela es lo que paso.
marta te aseguro que no hay persona que ame mas a los animales que yo,pero tu comentario me parece tan cruel,sobre todo viniendo de una mujer!!!!nadie niega que gracias a chinita el bebito se salvo pero no pensaste en la pequeña mama de 14 años?no te preguntaste siquiera si quedo embarazada por una situacion traumatica?pues yo si me lo pregunto,y lo mas terrible que me imagino que la pobre chiquilina debe estar mas muerta que viva!!!!!!!
Deseo aclarar que soy Marta Molina(«Cinco años no es nada» , «Después de la derrota») y que nada tengo que ver con la Sra. Marta que aparece opinando en este post. Es más, estoy en desacuerdo con lo que dice. Para evitar confusiones, tan poco agradables como ésta, si alguna otra vez intervengo en «Artepolítica» lo voy a hacer con mi nombre y apellido.
Más allá de esto, creo que una niña de catorce años que vive una situación de desgarramiento tan feroz ha sido ella misma abandonada, dañada, maltratada. Creo que es tan víctima como su bebé y que las dos necesitan cuidado y afecto para recuperarse.