“GRACIAS BUENOS AIRES, ACA TAMBIÉN LOS FRENAMOS”. La ciudad amaneció con esta esta frase estampada en carteles anónimos. El destinatario es claro. Pero el anonimato de los carteles habilita, al menos, una pregunta: ¿quién o quienes son los que agradecen?
Que haya sido el PRO, en la indudable eficacia de su estrategia comunicacional, es dudoso. Ni siquiera es amarillo el cartel.
Pero, entonces, ¿quien fue?
Repregunto: ¿importa quien fue, o más bien quien es el sujeto tácito, el enunciador que no se nombra, pero que es, en definitiva, el que quiere frenar al kircherismo (o, más bien, lo que una parte del kirchnerismo represnta)?
Para pensarlo, hay que analizar el ballotage y sus repercusiones. De la contundencia del triunfo de Macri no se puede dudar. Pero otro será el espacio para analizar los aciertos (que los hay) y desaciertos (que también los hay) del kirchnerismo porteño.
De lo que sí se puede dudar es de las virtuales proyecciones que arroja esta elección. Desandar este camino puede ayudar a entender quienes son los «agradecidos» detrás de los carteles.
Los medios hegemónicos, en sus notas y editoriales (que, a esta altura, lo mismo dan), se esfuerzan en proyectar la elección porteña a un escenario nacional, con el PRO y Macri como protagonistas. Se olvidan de varios datos. De las 8 elecciones provinciales de este año, el PRO sólo se presentó en 4, de las cuales perdió 3 (Salta, Santa Fé y Neuquén) y ganó en una, la de ayer en la ciudad de Buenos Aires. El PRO (recordemos, Propuesta Republicana) es, en esencia, un partido vecinalista. Tiene personería jurídica nacional desde el 3 de junio de 2010, pero no existe aún en 5 provincias (Chubut, Formosa, Jujuy, Río Negro y Santa Cruz). Y, como bien recuerda Wainfeld en su nota de hoy en Página 12, los partidos vecinalistas o provinciales, como el Movimiento Popular Neuquino y el bloquismo en San Juan, nunca han trascendido sus fronteras. Similar es el caso del sabbatelismo, que se plantea trascender la frontera de Morón en el intrincado terreno de la provincia de Buenos Aires.
Lo cierto es que, además de esta realidad, la oposición carece de candidato para enfrentar al kirchnerismo no sólo en el 2011 sino, también, en el 2015. Y, así como hace un par de años intentaron inflar a Cobos (entre otras cosas, encuestas mediante) como candidato, los próximos 4 años serán para instalar a Macri.
Un correligionario de Cobos, el senador Ernesto Sanz, dijo hace unos meses, una frase más o menos así: “Cristina no construye un proyecto de país, sino que construye poder”. Coincido, pero no con los argumentos de Sanz, si es que los tiene.
Cristina construye poder. Claro. Debe hacerlo. ¿Por que? Porque quien no tiene poder, quien no hereda un poder viciado de origen, debe construirlo. Me explico. Son los poderes de las corporaciones mediáticas, financieras, agropecuarias, etc., los que son permanentes. Son, las corporaciones, estas corporaciones, los principales obstáculos para la profundización de la democracia. Son las corporaciones que representan los Blaquier, los Aranda, los Herrera de Noble, los Rocca, y los apellidos siguen. El poder político es efímero, plebiscitario, los gobernantes son inquilinos del poder del Estado, bombardeado (a veces literalmente) por el poder corporativo. Los gobernantes surgidos de movimientos populares deben construir poder para poder pensar en concretar un proyecto de país. Y, esta altura, sostenter que Cristina no tiene un proyecto de país es, en el más benévolo de los calificativos, infantil.
En Clarín de hoy queda al descubierto, además, la vocería de estas corporaciones. En una nota sin firma, titulan: “Los empresarios lo vieron como una advertencia al Gobierno”. Las fuentes de este título, sin embargo, se citan “en riguroso off the record”, cobarde eufemismo para encubrir la inexistencia de esas fuentes. Pero lo más interesante es la editorial del mismo diario, firmada, ahora sí, por su editor general, Ricardo Kirschbaum. Dice ahí: “el masivo voto a Macri fue también un enérgico llamado de atención a la Casa Rosada”. Ante la coincidencia de argumentos, vale preguntarse: Kirschbaum, ¿está realizando un análisis político como periodista, o simplemente oficia de vocero de la empresa en la que trabaja? En este último caso, ¿no llama la atención que los supuestos empresarios en “riguroso off the record” opinen lo mismo que Clarín? ¿Como puede pensarse ese vínculo entre las corporaciones económicas y el principal diario del país que es, a su vez, una de estas corporaciones?
“GRACIAS BUENOS AIRES, ACA TAMBIÉN LOS FRENAMOS”, dicen los carteles en la ciudad. Y las que agradecen no son otras que estas corporaciones. Son aquellas durante décadas han tenido el Estado a su servicio, fuera cuando era gestionado por civiles o saqueado por alianzas cívico-militares.
A no engañarse: el sujeto tácito del PRO, de Macri, son las corporaciones. Son las que saben que Macri es uno de ellos. Uno de los que ha hecho negocios a costa del Estado. Uno de los primeros de ellos que logra acceder al gobierno por el voto, y no por las bayonetas o el lobby sobre los nombramientos. Las que lo utilizarán a él, uno de sus niños mimados, al que vieron crecer, en el que, por conveniencia o intuición, confían.
A no errar el enemigo: fue, es y será siempre el mismo.
«M.M., C.E.O. de C.A.B.A.»
Excelente opinión, Ari, coincido en muchas cosas.
Lo que me resulta preocupante es que mucha gente no llega a vislumbrar que interés económico está atras de cada operación política. Y muchos terminan dirigiendo sus votos hacia candidatos que claramente no van a defender sus intereses sino los de grupos económicos de magnitudes impresionantes, en muchos concentrados y hegemónicos.
Por eso hay que dar día a día la batalla por los espacios simbólicos, ganar la calle y la opinión pública presentando contrapuntos ante este tipo de campañas de baja calaña.
Sergio,
Ojo, hay un grupo economico de magnitud impresionante maneja un gran porcentaje del PBI de Argentina proveyendo servicios monopolicos que cobra en forma extorsiva, es concentrado, hegemónico. Tiene muchisimos accionistas pero es manejado celosamente por un board de 5 personas. Se llama Estado.
Menos mal que las reglas dicen que debe cambiar de manos cada cierto tiempo porque sino sería tan malo como estos empresarios que encima declaran alegremente que el objetivo de sus empresas es -casi da verguenza decirlo- ganar dinero.
Gonzalo, cuando hablas de servicios monopólicos que provee el estado, ¿te referis a la salud pública, a la educación pública y gratuita, a las jubilaciones que aumentan 2 veces al año y ya pasaron el 80% de Salario Mínimo Vital y Movil, a la Asignación Universal por Hijo, al acceso a la Justicia, y otras tantas? Si, el Estado tiene muchos monopolios, y debe tenerlos, por la simple razon que su interés no es, como decis de las empresas, ganar dinero, sino garantizar derechos. ¿Que cobre en forma extorsiva? No veo a que te referís. Estaremos de acuerdo si estas planteando la necesidad de una reforma impositiva. Apoyo eso. Que se grave la renta financiera, que los jueces sean como el resto de los mortales y paguen impuesta a las ganancias (mientras exista), que se elimine el impuesto a las ganancias a los salarios, que se evalue la universalidad del IVA, etc… etc…. Ahora, ¿que se cobra de forma extorsiva? Ese Estado es el que subsidia muchos de los gastos fijos de cualqueir persona, como gas o boletos de colectivos, frente a las extorsiones empresarias.
asociar con la entrada:el triunfo del Pro y la autonomia porteña.