liberación de medios, otro Pearl Harbor

Un pueblo no es una colección de seres humanos que están juntos de cualquier manera, sino una asociación numerosa de personas en consenso respecto a la justicia y para la prosecución del bién común» Cicerón (de república 1, 25, 39)

De forma general entendemos el consenso como un acuerdo alcanzado acerca de como ha de procederse en alguna cuestión. Se supone que al consenso se llega de común acuerdo (aunque esto significa que las partes o al menos una de ellas no haya llegado a consentir de manera muy voluntaria que digamos por circunstancias que lo obligaron a pactar).

Consenso es decisión «común», por lo tanto implica todo un proceso, pensamiento, expresión de pensamiento, argumentaciones. De modo que la entidad del «consenso» está tanto en el «proceso» para alcanzarlo como en el resultado concreto (términos de la conciliación) al que se arriba.

Consensuar, es en buena parte consentir, asentir, es un Okey dado producto de una deliberación y con el conocimiento de lo que el otro dice, aconseja o propone.

En nuestra deliberación reciente (diálogo político) nada se aconsejó, nada se propuso. Pero si se oyó lo que se dijo, asi que el oficialismo tomó nota de lo que la oposición dijo y, supongo, que la oposición tomó nota de lo que el gobierno dijo. Un dialogo es siempre avenida de dos sentidos.

El disenso puede ser considerado un elemento característico de la democracia, cumple un papel que lo hace formar parte de la super-estructura política, pero hete aquí que disentir con quienes son custodios del «sentido común» del conjunto no es muy recomendable que digamos, máxime si uno quiere «pertenecer» o aspira a hablar -algún día- en nombre de todos.

Es decir hay un disenso permitido, en buena parte controlado, promovido por cuanto es disruptivo de los intentos de cambio social y altamente funcionales al status quo, y un disenso que significa la declaración de guerra al orden establecido.

El consenso no existe en la política de todos los días, lo que existe es el acercamiento de posiciones en vistas de lograr una conciliación temporaria de las partes.

El proyecto de ley de Servicios de comunicación audiovisual con sus grandezas y agachadas, sus aciertos y errores, con sus certezas y sus dudas es un nuevo Pearl Harbor.

Supongamos que para la ciudadanía no es relevante el tema «Monopolio de Prensa», supongamos que  la inmensa mayoría de la población sea indiferente a nuestra lucha y a los resultados de las votaciones en el Congreso del proyecto de ley de medios de comunicación audiovisual ya sea para un lado o para el otro. Supongamos eso, ¿porqué dejarnos correr con argumentos que hablan de traición a las instituciones, violación a las libertades, mordazas y por sobre todo la deslegitimación de acuerdos alcanzados para sancionarla?.

Nos están corriendo con el consenso y el consenso no existe.

Hay un consenso unánime de que el gobierno debe ser garante de la rentabilidad empresaria que es lo más parecido al bien común que conoce la sociedad moldeada por el «Consenso de Washington». Es bien sabido que esa renta privada y concentrada provocará -álgún lejano dia- el derrame de miel sobre toda la población. Gobierno que no es garante de los privilegios y la rentabilidad del alto empresariado, atenta contra el bien común.

Eso es lo que se trata de imponer como sentido común aquí y ahora.

El proyecto de ley de servicios de comunicación audiovisual (S.A.C.) se va a tratar en poco tiempo (no desesperemos). Descuento que en la cámara baja se va a sancionar con cierta comodidad, pero me parece que en el Senado no va a haber margen amplio. Sería imprudente de mi parte arriesgar número, aunque los tengo.

En el Senado se va dar una votación como las miles que se dieron hasta el día de hoy. Una ley que regula un servicio público y nada más. Ni madre de todas las batallas, tampoco un caminito rural o urbano.

El político intenta alcanzar acuerdos mínimos de naturaleza transitoria e inestable. Trata de acercar posiciones entre sectores con ideas y proyectos distintos y muchas veces antitéticos.

El político se las ingenia para crear las condiciones de modo que las partes no tengan otra salida que acordar y respetar ese núcleo básico de coincidencias a los que han llegado (como dije antes forzados por las circunstancias).

El consenso no existe, es por decirlo de alguna manera una sana utopía en la que todos estarían de acuerdo, hay consenso manifestarse en favor del consenso, es de las pocas cosas en las que se ha alcanzado consenso.

Hay quienes afirman que la elección legislativa de medio mandato (junio de 2009) revoca el poder de la elección del poder ejecutivo anterior (octubre de 2007) en la que ademas se votó el programa de gobierno, cosa que no está en juego en las legislativas. Hay quienes afirman que el Congreso tiene periodos sui generís, cada parlamento puede legislar desde el 10 de diciembre del año que se hicieron las elecciones hasta el dia anterior a la próxima elección legislativa, desde el día anterior a la elección legislativa el Congreso debe ser cerrado hasta el 10 de diciembre próximo. Otra verdad revelada dice que un gobierno que pierde una elección de medio turno (y eso en esta ocasión es discutible) debe irse o arriar banderas. Que se pierda una elección legislativa en uno de los veintipico distritos provinciales provoca la caída de legitimidad del programa de gobierno de otro poder del estado (poder ejecutivo), aunque el objetivo de máxime es que el P.E.N. renuncia, sea fusilado, o mostrando la grandeza de la oposición triunfante- sea enviado a la carcel o queda proscripto de por vida.

Es en esta estupideces en las que parece haber «consenso» unánime.

Vuelvo al punto de partida: el consenso no existe, existen opiniones varias, pueden acercarse opiniones y alcanzar acuerdos mínimos aquí y ahora.

¿Debe el gobierno desvelarse para que haya consenso?

Adelanto mi respuesta negativa. Al gobierno le cabe escuchar, refutar, asentir, retractarse o ratificar lo dicho. Esto es, el gobierno nunca debe mostrarse renuente al diálogo, el gobierno debe hacer política.

¿Y cual es la misión del gobierno si no es alcanzar consensos?.: En democracia todo gobierno está obligado a procesar los antagonismos, pero eso no significa que el gobierno reniegue de sus convicciones o traicione el programa por el que fuera elegido, menos aún que ante la intransigencia deba -para mantener la paz social- inclinar el fiel de la balanza para el lado de las minorías.

Procesar antagonismos obliga tanto a oficialismo como a la oposición.

El político que lidera intenta crear las condiciones para que sean aceptados los términos del acuerdo tal cual los avizora. Esa es su contribución al bien común. Si no hay acerdos seguirá con el espíritu de su programa de gobierno.

La política es ese arte por el cual se concilian intereses divergentes en el seno de un pais plural. Y conciliar no es consensuar.

En el caso del proyecto de ley de servicios de comunicación audiovisual (S.A.C.) el gobierno y sus bloques propios afines (ideológica y políticamente) en el congreso se esfuerzan por conciliar posiciones y llegar a acuerdos inestables en cada sesión, en cada proyecto, en cada artículo de cada proyecto. Esto dará la mayoría legal exigida y con ello la legitimidad de la sanción legislativa. Y esto que pasa en U.S.A., en toda Europa, en Japón y en cualquier democracia del mundo es lo que se cuestionará.

Se cuestionará la conciliación y se exigirá que aquellas cosas sean consideradas «clausulas pétreas» y solo removidas por el utópico consenso, que esta muy cerca de la unanimidad y como se sabe no se alcanzará.

En sentido contrario, aquellas cuestiones que marchan sobre la vías que lleva a garantizar el status quo no necesitarán de la unanimidad para ser absolutamente legítimas. En ese caso la nimiedad (un solo voto) reemplazará a la unanimidad.

Tal fue el caso de la ratificación legislativa de la R125 que se decidió por un solo voto de diferencia (el del Vicepresidente de la Nación).

Si la ley de S.A.C. sale por un solo voto de diferencia en el Senado será a todas luces impugnada por los mismos sectores y voceros que calificaron como jornada histórica a aquella fría noche del «cletazo».

Tenemos que cuidar mucho a los aliados y a los posibles aliados (artículo por artículo). Y ser contemplativos con quienes solicitan alguna que otra modificación, lo técnicamente perfecto suele ser imperfecto en materia política. Estamos (todos) en medio de una formidable negociación como pocas veces se ha visto.

Podemos estar ante el caso de alzarnos con la victoria por una nimiedad y tenemos que hacer de la mínima diferencia lo que es en realidad: un triunfo de la libertad. Tenemos que hacerle entender a más de uno que si fué válido cuando nos sentimos traicionados  por el cletazo  lo es también ahora que la fortuna se inclina para nuestro lado.

Es a dar batalla contra esa descalificación que sobrevendrá para la que debemos prepararnos y no gastar energías en demostrar quien es el figurón que defiende más apasionadamente a un gobierno, a un funcionario o a un ex funcionario

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Acerca de OMIX

Omar Bojos / Bonaerense, moronense, peronista conurbanero y defensor de los compañeros con quienes militó en tiempos un tanto más difíciles que los actuales (gracias a Dios)

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9 comentarios en «liberación de medios, otro Pearl Harbor»

  1. Al margen de la descalificación mediática de esa eventual victoria por un voto, la ley puede ser defendida de cualquier intento del próximo Congreso de derogarla mediante el veto presidencial. Si la sancionan, podemos tener la tranquilidad que permanecerá intacta —y vigente— al menos por los próximos dos años. Después habrá que defenderla con otras herramientas.

    1. Hay que ganar batallas de otra forma, no sirve de mucho enviar 200 inspectores de afip. Digo, si cuesta lo mismo hacer las cosas bien por que hacerlas mal.

  2. creo q el meollo de la cuestion,esta en las palabras de heller en el programa de aliverti en la red (bah…mejor dicho,el programa financiado por heller q conduce el compañero aliverti)…

    despues de un debate muy «plural» (como nos tiene acostumbrado aliverti)…todos muchachos del palo,una mina de forja…un radical k creo q era…uno del SI…y por supuesto…HELLER (mas bien no…por algo pone la tarasca en el programa)…

    despues q los debatiente progres,expusieran sus condicionamientos a la ley k…helerr se despacho con algo asi como…

    «no vaya a ser q por «nimiedades» (segun el) la ley no se termine aprobando…en todo caso,si no se consiguen las reformas q la centroizquierda pide,hay q votar de toda maneras la ley…por q es mejor una ley imperfecta a q no salga la ley»…

    asi es como los muchachos k…corren a los muchachitos de centroizquierda (ayy estos chicos de izquierda siempre tan permeables al discursito de barricada).

    cual es el «negocio» de esta ley progre???…primero,el ingreso de la telefonicas (eso tiene q entrar si o si…seguna las malas lenguas hubo negociaciones al mas alto nivel en este tema)…

    el otro,es q la empresas mediaticas tienen un año para desguazar su medios…(obviamente si ocurre eso,va a haber una cantidad impresionantes de licecias de tv,radios etc saliendo al mercado simultaneamente…como aca los progres SI ENTIENDEN el concepto de oferta y demanda capitalista…esas licencias van a salir todas juntas y van a valer dos mangos con cincuenta…cualquiera q tenga platita «fresca» se podra hacer mediante empresarios amigos o testaferros de esos medios…y adivinen quienes son los q tienen la platita y las ganas para cooptar la mayoria de esas licencias???…cristobalito,igor,eskenazi etc…los sospechosos de siempre).

    el otro punto sensible…es por supuesto la mayoria del ejecutivo en el medio de contralor estatal…(reviviendo un «consejo de la magistratura II» masomenos…si no te llevas bien con el tuerto,olvidate q te den una misera FM en jujuy por ej.)

    despues lo demas,puro tecnisismos,en eso…pueden tranzar en lo q quieran con los nenitos de centroizquierda…

    la mandataria dijo hace unos dias…en uno de sus tantos y farragrosos discursitos «sin libreto» por cadena nacional…q «nunca hubo mayor libertad de expresion en la argentina»…

    es algo discutible eso,teniendo en cuenta el uso de la pauta oficial para desciplinar medios…o el caso de tipos como lanata «desparecido» de los medios de comunicacion masivos por recomendacion de alguien poderoso…o el de pepe eliaschev,despedido de radio nacional,por no seguir a pie juntillas el discurso oficial del regimen etc…

    pero si la mandataria tiene razon…entonces uno se pregunta…SI NO ESTA ROTO…PARA Q ARREGLARLO???…

    en fin…

    P.D: aliverti…q no pierde oportunidad de depotricar contra los grandes medios q,segun el, «coartan» las voces de su espacio ideologico cada vez q puede…me pregunto…q hace en una radio propiedad de de narvaez entonces???…y bue…paradojas discursivas del «progresismo» vernaculo…

    (al fin y al cabo,en ATC,todos se desviven por ver quien es mas chupamedias de la mandataria…opositores en el medio estatal,no conozco la verdad).

    ahhhh…en la misma radio (la red) los domingos tiene un programa el inefable doctor grondona…y si…es cierto nomas eso de q «los extremos al final se tocan»…o estan en la misma radio por lo menos…

    1. Pufffff que aporte significativo al progreso de las ideas.

      Y eso es lo que pasás como informes, no tenemos inteligencia militar, estamos en las manos de Dio’s.

  3. Leandro: a qué te referís exactamente cuando hablás del «ingreso de las Telefónicas»?
    Pregunto: las únicas telefónicas son Telefónica y Telecom?
    A dónde ingresan? Al negocio de los medios generadores de contenido? O al negocio del soporte físico de la transmisión de contenidos? Porque por la nueva ley no se podría usufructuar de ese privilegio desleal que hoy Clarín usufructúa (un poco menos desde que le sacaron el futbol a TYC, es cierto).
    Las telefónicas, aparte, van a ingresar al negocio del cable, como lo están haciendo en todos los países del mundo, a través del triple play, lo cual va a abaratar sensiblemente el paquete de servicios (internet, cable, teléfono). Y a cambio van a tener que permitir que se desregule la red de telefonía.
    Y encima se van a tener que someter a los cupos de mercado que la ley establece, de modo tal que no van a poder convertirse en proveedores monopólicos de los servicios que brinden.

    Otra cosa: en el 2011 hay elecciones Leandro, los Kirchner se van. Dejá de hablar de Kirchner como si fuera la cara visible de un poder inextinguible. Poder inextinguible es el de Ernestina y su empresa, el de los medios «progre» desde donde se critica a la ley, regenteados por Vila, Manzano y De Narváez.

    No hay que olvidarse que si no se sanciona una nueva ley, seguirá vigente la actual, totalmente desactualizada en materia tecnológica, y que será incapaz de brindar cualquier tipo de regulación que ordene la competencia en torno a servicios de comunicación audiovisual.
    Por eso, los poderes permanentes, que hoy arrancan en posición de privilegio de cara a los negocios nuevos que se abren en torno a la comunicación audiovisual operan tan descaradamente en contra de la nueva ley, y aunque no puedan confesarlo, lo harían ante cualquier tipo de ley que se encargue de regular estas cuestiones, porque son privilegiados por la anomia.

    No defiendas más lo indefendible, Leandro, porque en esta es muy evidente que no tienen razón.
    Saludos

  4. Perdón, para que se vea la fantochada del discursito progre escandalizado por el ingreso de las «telefónicas». Si las telefónicas no pueden brindar TV por cable, o satelital, las únicas compañías telefónicas que quedarían afuera son las que dan servicio público en Argentina.
    O sea, no podría entrar la cooperativa que le brinda telefonía a la ciudad de Santa Rosa, por ejemplo. En cambio Manzano-Vila o Cablevisión o Direct TV podrían expandirse todo lo que quisieran.
    Qué progre!!!!

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