Malvinas parte I

Aún estaba estrenando el guardapolvo cuando Lidia, mi maestra de primer grado, nos pidió que dibujáramos las Malvinas. Se acercaba el 2 de Abril y con éste uno de los momentos álgidos de circulación de la Historia en la escuela: la efeméride.
Yo que siempre fui prolija en los deberes, dibujé las islas con esfuerzo y fui a clase con la hoja del Rivadavia repleta de colores. Había amarillo, sí. Y celeste.  La maestra puso un «bien» y eso era todo al menos hasta el día del acto, con su cartelera renovada y las palabras de la Directora.

Pero en mi casa alguien miró el cuaderno. Y se indignó. ¿Cómo bien? ¿Y qué me creía yo, eh? ¿Que las Islas Malvinas eran espacio de los dibujitos? ¿Que era esa Robinsoneada que había dibujado? Palmeras, arena… cocos ¿acaso yo no vivía también en la patagonia argentina donde el viento es duro y el invierno largo?
Fue un escándalo.
Un escándalo que mandó devuelta el Rivadavia de telaraña roja a la escuela, a ese escritorio muchas veces pintado de gris, para que Lidia viera-con-de-te-ni-mien-to lo que había dibujado y me pusiera una nota en consecuencia. Y lo hizo. Sobre el «bien» inicial apareció remarcado un mal  en rojo, y quizás alguna explicación que (la verdad) no recuerdo.
imagen tomada de http://es.imagixs.com/
Los años pasaron y fui encontrándome con las Islas Malvinas y del Atlántico Sur muchas veces. Me aprendí de memoria no la geografía y el clima, pero sí el dibujo celeste y blanco, con el sol brillando en medio de las Islas perfectamente delineadas. Leí y escuché a ex combatientes, a protagonistas de la Guerra, ví las fotos terribles de los pibes haciendo cola frente a lo que siempre me pareció la nada. Conocí la consigna «Las Malvinas son Argentinas, los desaparecidos también» y las historias espantosas de las 24 horas por Malvinas con Pinky, los rugidos patéticos de Galtieri y tantas otras cosas más que se sumarían a un debate.
Me pregunté, entrando al secundario, porqué yo que no me consideraba nada nacionalista, defendería  o sentiría como propia una «guerra por la soberanía» dirigida por genocidas (y como ayuda después leí a León Rozitchner y su Malvinas: de la guerra sucia a la guerra limpia). Me pregunté después cuál era la «unidad territorial» naturalizada y las ideas de patria, de pueblo, de derechos que venían adentro del famoso «Las Malvinas son Argentinas».  Escuché sobre el apoyo a «la nación oprimida» frente a la potencia opresora más allá de las condiciones internas de la primera y me tocó por primera vez aquello de izquierda kelper.
Cada vez que hago estas preguntas (incluso en ámbitos académicos) se arma un escándalo como cuando llegué a casa con un bien en el Rivadavia. Brotan, lástima, más temprano que tarde las acusaciones de ser pro – británico, pro imperialista y no sé cuantas palabrotas más.
Pero necesitamos pensar en esas cosas porque si no nos quedamos en la efeméride (que de conocimiento histórico tiene muy poco), en el patrioterismo banal y en la afirmación de un nosotros que, sobre todo, puede lastimarnos.
Como ya sucedió.
pájara. 
http://necesitabaunapapelera.blogspot.com/

Acerca de pájara

Confusa habitante de la penumbra cibernética, escribiente y lectora. Habita entre otras cosas del heterogéneo mundo de l@s resistentes.

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7 comentarios en «Malvinas parte I»

  1. Estoy de acuerdo en que hay que pensar estas cosas para no caer en un patrioterismo barato (cosa que, por otro lado, no veo que pase en ningún lado. Hasta ahora, no escuché declaraciones belicistas ni chauvinistas, ni de mis allegados, ni de gente ligada al oficialismo ni a la oposición. Creo que la memoria de la guerra dejó marcas importantes, nadie apoyaría hoy una aventura bélica, ya bastantes muertos tenemos). Pero creo que la Argentina no debe desistir de su reclamo, siempre por la vía diplomática. De lo contrario, Argentina estaría aceptando que cualquier nación, el Reino Unido o cualquier otra, puede ir por el mundo expulsando de los territorios que quiera a las poblaciones que ya estaban allí para poner otra, y que la nación más débil debe resignarse. Y yo creo que eso no está bien. No me quitan el sueño las Malvinas, pero me parece que el reclamo argentino es justo: que Gran Bretaña se siente a negociar, como pide la ONU.

    1. Si lees las resoluciones de la ONU (2065 y 1514, pagina web de la ONU), vas a ver que lo que la ONU quiere que negocien es la forma de independizar las islas si esa es la voluntad de sus habitantes.

      1. Por lo que puedo ver en ambas declaraciones de la ONU:

        – La RG 2065 dice que el caso de las islas Malvinas se encuadra dentro de una de las formas de colonialismo, al que la ONU desea contribuir a poner fin mediante su RG 1514.

        – Dice también que la ONU reconoce que hay una disputa de soberanía sobre las islas entre los gobiernos argentino y británico

        – Invita a ambos gobiernos a entablar negociaciones a fin de «encontrar una solución pacífica al problema» teniendo en cuenta la resolución 1514 (o sea, la que exhorta a poner fin al colonialismo) así como los intereses de los habitantes de las islas.

        O sea: la ONU pide «siéntense y arréglense, siempre y cuando no se olviden de los intereses de los isleños. Cómo lo hagan, es su problema».

        En ningún momento se pide que Argentina y Gran Bretaña negocien «cómo independizar las islas» ni está eso implícito en el texto.

        Me parece que la ONU encuadra las Malvinas en un caso de colonialismo de los que habla la resolución 1514, no porque los isleños sean una versión remozada de las 13 colonias de Estados Unidos (si así fuera, las partes en disputa serían Gran Bretaña y la población de Malvinas, no la Argentina), sino porque entiende que son un enclave colonial británico en el territorio argentino. La expresión «los intereses de la población de las islas Malvinas» no parece hacer referencia a intereses «independentistas», sino a intereses en general: que nada de lo que negocien Argentina y Gran Bretaña perjudique los derechos o la dignidad de esa población. Además, no me parecería muy lógico que Argentina deba negociar «cómo independizar» unas islas sobre las que no tiene ningún dominio de hecho. Uno puede conceder la independencia a una población que alguna vez controló, y acá no es el caso.

        Ahora bien: aunque la ONU dice «no se olviden de los isleños» también dice «negocien». Eso es lo que Gran Bretaña se niega a hacer y lo que yo creo que está bien que Argentina reclame.

        Cómo se tienen en cuenta los intereses de los isleños, un tema obviamente complejo y delicado, se verá en la mesa de negociaciones… una vez que éstas sean posibilitadas por la potencia que se apropió de las islas en 1833. Insisto: si bien no se puede llamar «argentinos» a los que habitaban las islas en ese momento, acá lo que hay es una potencia que fue, vio, echó a los que estaban de antes y se puso ella simplemente porque era más fuerte. No me parece que la Argentina (como tampoco España, por el caso del peñón de Gibraltar, digamos) deba resignarse a aceptar eso.

        Dejo los links a las resoluciones para quienes quieran echarles una mirada:

        Resolución 1514: http://daccess-dds-ny.un.org/doc/RESOLUTION/GEN/NR0/156/42/IMG/NR015642.pdf?OpenElement

        Resolución 2065: http://daccess-dds-ny.un.org/doc/RESOLUTION/GEN/NR0/222/03/IMG/NR022203.pdf?OpenElement

  2. Me parece que no lees todo. Las resoluciones se basan en informes del Comite sobre Implementacion de la Declaracion sobre el Otorgamiento de Independencia a Paises Coloniales y Pueblos. La ONU no esta para resolver disputas territoriales, para eso esta la Corte de La Haya, y por eso pide que los gobiernos hablen, para resolver la situacion de los kelpers. De quien son las islas no es su tema, y no lo menciona. Todo el aparato de la ONU y descolonizacion esta dirigido e inspirado en los reclamos de los pueblos colonizados contra su voluntad. La voluntad de los kelpers en este asunto es bastante clara. Si Argentina quiere el territorio, y piensa que tiene derecho, que lleve el caso a La Haya.

    1. Guillermo, en ninguna Resolución de la ONU se habla de «resolver la situación de los kelpers» ni de la «voluntad de los kelpers» La resolución 2065 es bien clara al hablar de «los intereses de los isleños» y no de «los deseos de los isleños», como tu dices.

  3. Y mi amigo, para poder llevar el caso a la Corte de la Haya, ambos contendientes tienen que estar de acuerdo. Como puede llevar Argentina el caso Malvinas a la Corte Internacional de Justicia si Gran Bretaña no quiere sentarse a negociar? Tu idea ignora el centro del problema, que es la negativa de Gran Bretaña a negociar

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