No pudieron: seguimos de pie

«Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores, después a sus simpatizantes, enseguida a aquellos que permanecen indiferentes y finalmente mataremos a los tímidos». Estas palabras fueron pronunciadas en mayo de 1977 por Ibérico Saint-Jean gobernador(sic) militar de la provincia de Buenos Aires de la dictadura cívico militar comenzada el 24 de Marzo de 1976.

«El Comando de la Zona I informa a la población que el 2 de noviembre, en horas de la noche, en las proximidades de Plaza Constitución, una patrulla de las fuerzas leales sorprendió a un activista que incitaba al cese de actividades y trataba de impedir la concurrencia al trabajo de algunos operarios, siendo abatido por el fuego.

Se procura su identificación.Las fuerzas legales cumplieron con su misión impuesta tendiente a asegurar la libertad de trabajo».

 

Este tipo amenazas  y acciones concretas procuraron atemorizar  a la mayoría de la población y reforzaron los mecanismos del terrorismo de estado, la represión, la muerte, las desapariciones, la tortura, los fusilaminetos, la apropiación de niños como botines de guerra.

Detrás de ese objetivo de exterminio sistemático había otro más profundo y perverso: la desarticulación, el quiebre absoluto de la solidaridad, de la participación, del vamos todos juntos, del sentirse protagonistas de la historia, que animaba a la mayoría del pueblo en los setenta.

Pero no pudieron. A pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos…

La resistencia no fue fácil, costó mucho, hubo que esconderse, callarse, refugiarse en los libros y en la familia, en las charlas silenciosas entre compañeros, manteniendo las convicciones y las ideas y enseñarlas a nuestros hijos.

Hoy no puedo dejar de mencionar a Nestor Kirchner, que desde que llegó  a la casa rosada nos devolvió a muchos la esperanza de un futuro distinto, posible de ser construido desde  las convicciones.

Y los asesinos empezaron a ser juzgados, y los cuadros de esos asesinos fueron sacados, y el mayor centro clandestino de detención fue recuperado para la memoria la verdad y la justica.

Son símbolos, que se anudan con lo que venimos pensando desde jóvenes, y que se articulan históricamente con aquel «se van, se van, y nunca volverán» cantado en la plaza de mayo en 1973.

19 comentarios en «No pudieron: seguimos de pie»

  1. De acuerdo.
    Pero serìa màs que justo recordar a quien, cuando las papas todavìa quemaban, promoviò el històrico juicio a las juntas, aprovechando la posibilidad que le dio el triunfo del 83 frente a Luder, el firmante del decreto de «aniquilaciòn», y disciplinadamente votado por muchos que cantaban «el se van se van».
    Y la corto porque salgo a Plaza de Mayo para asistir a un acto de repudio y homenaje que no le pertenece a ningùn sector en particular.

      1. Lo promoviò porque tenìa las pelotas suficientes. Porque laburò en el àmbito de los Derechos humanos mientras los K se dedicaban a otra cosa en el Sur.
        En cambio el PJ apoyò a Luder, que aceptò la autoamnistìa.No sigas hacièndote el distraido.
        Me parece que tenès que leer historia y dejar de suponer que todos nacimos el 25 de mayo del 2003.

      2. Firmo de nuevo. Pablin, a diferencia tuya y de los K, Alfonsin se la jugó desde el llano -fue abogado de victimas durante la dictadura, entre otras cosas- y como presidente. Seguí haciendote el distraído, te sale bárbaro.
        Según la Carlotto el acto homenaje de ayer terminó con un homenaje a Nestor. En la tele solo se veían banderas oficialistas. Triste.

      3. Yo buscaría un poco más (aunque sea en Google) sobre la historia de Raúl, Francisco. Un poquito más. Todo lo que tenga que ver con los desaparecidos, los milicos, las leyes que los milicos trataron de sacar, quién se las escribió. Buscá. Dale.

    1. Nobleza obliga, fue un acto de indudable coraje por parte del presidente Raúl Ricardo Alfonsín.

      Aún pese a sus renuncios posteriores, fue la puntada inicial de un camino que seguimos recorriendo para que Nunca Mas pueda repetirse.

  2. Como recuerda Sergio Bufano (Anuario de la Revista Lucha Armada en la Argentina):
    «La teoría de los dos demonios ha sido derrotada hace tiempo. Jurídica y sobre todo culturalmente. Y quienes todavía la sostienen no son interlocutores con los que haya que debatir. Carecen de entidad para ello.
    Paradójicamente, quienes insisten en reflotarla de tanto en tanto son aquellos que se niegan a revisar las acciones de la guerrilla y utilizan esa teoría como escudo protector con el pretexto de que podrían ser equiparadas con el terrorismo de Estado. Pretenden ocultar todo episodio que pueda comprometer el aura de heroísmo cristalizado de quienes participaron en la guerrilla.
    El socialismo no es una religión, a pesar de muchos de sus adoradores. Si no se reconocen los errores cometidos en su nombre no podremos avanzar en la necesaria reflexión sobre la relación entre violencia y política, no podremos valorar la inestimable virtud de incluir las diferentes miradas, las infinitas memorias parciales, contradictorias, conflictivas, pero siempre saludables y enriquecedoras sobre una etapa de luchas, esperanzas, aciertos y errores que signaron nuestra historia.»
    Sergio Bufano sabe de lo que habla, por haber sido un militante de la izquierda revolucionaria, como se narra en «La guerrilla invisible. Historia de las Fuerzas Argentinas de Liberación (FAL). Ariel Hendler. Vergara. Bs. As. 2010.
    Estas no son citas, para los que no le gustan las citas, son testimonios de sobrevivientes.
    No hay que tener miedo de hablar de la violencia de esos años.
    Esa violencia de los 60/70 que explica mucho, aunque no justifica nada, como recuerda Juan Pablo Feinmann, refiriéndose a los montoneros: «Además, desde la clandestinidad retomaron activamente las operaciones armadas. Y comenzaron a apostar al golpe de Estado. Aquí entra la teoría de la hecatombe. Cuanto peor, mejor. Juzgaban que el gobierno peronista era un colchón que impedía al pueblo visualizar a las verdaderas fuerzas enfrentadas: Ejército y Guerrilla. No bien el pueblo viera esa antinomia optaría por la guerrilla y se uniría a la revolución montonera. Todo esto precipitó el golpe del 24 de marzo, tal como lo deseaban. Resulta muy difícil -cuando se piensa en ese periodo y las trágicas consecuencias que provocaron- no repudiarlos visceralmente». Eso escribía el autor en 1989 en «La sangre derramada. Ensayo sobre la violencia política» Ariel. Bs.As. págs.90/91. Un libro de lectura ineludible, un poco olvidado para los que comienzan el relato el 24 de marzo.-

    1. Excelente tu aporte, Daio.
      Yo citarìa , una vez màs, a quienes comienzan el relato a partir del 25 de mayo del 2003.
      Se los descubrìa ayer fàcilmente: clase media finamente descuidados en sus pilchas facheras, jugando a una revoluciòn que no està a la vuelta de la esquina, con sus puestitos pagados por el Estado. (inclùyase al inefable Boudou que parece divertirse màs que en sus antros originales; Moreno, a su lado, al menos revela su verdadera condiciòn sin eufemismos, nos guste o no: muestra su verdadera identidad con todos los adjetivos que podemos asignarle, pero que opaca a ese niño bien que tomò un colectivo que no exige
      boleto para ingresar.

      Yo, tambièn clase media mmezclado con todos, en Plaza de Mayo, pude evocar aquela dramàtica multitud reunida espontàneamente, sin carteles de pertenencia en su mayorìa, para apoyar al gobierno elegido en el 83 contra los embates del miserable Aldo Rico y sus compinches. A buen entendedor pocas palabras…

  3. Por suerte para la vida de muchos miles, y por desgracia para entender de qué se trató todo esto, nos hemos «perdido» de tener a la «juventud maravillosa» en el gobierno revolucionario digamos por un par de meses.

    Ahora estarían siendo juzgados por delitos de lesa humanidad, también ellos. Y nadie desde el poder y desde el llano los reivindicaría (salvo las «Pando» de la vereda opuesta).

  4. Pudieron. Los desaparecidos hoy sirven para hacer campaña; mañana, solo serán merchandising.

    «En el 2011 es Cristina, sin ella no será posible la patria», aseveró la titular de Madres, Hebe de Bonafini, quien destacó además figura del fallecido ex presidente Néstor Kirchner, al señalar que el santacruceño «tuvo el mismo compromiso que nuestros hijos con la liberación y el crecimiento del país».

    A su turno, Boudou se refirió al 2011 como «un año electoral, donde se enfrentan dos proyectos de país. No podemos ser ingenuos, no podemos ser inocentes», sostuvo y agregó: «Si Cristina no es presidente, en dos años nos mandaran para atrás como lo hicieron con el gobierno de la Alianza».

    http://perfil.com.ar/contenidos/2011/03/25/noticia_0006.html

    En el otro acto, consignas contra Macri; homenajes a Néstor y tufillo de campaña.

    Lamentable.

  5. yo respeto mas a los desaparecidos,como tambien al Che.Quien diga que hay que olvidarlos porque son articulo de venta p de campaña es un hijo de…

    1. Al Che, tampoco hay que olvidarlo. Fue un asesino hijo de puta.
      No lo digo yo, lo dijo el mismo en sus obra publicadas. Y las llevó a la práctica, por ejemplo, fusilando el mismo a «contra revolucionarios».
      Nunca comprendo porque al Che se le perdonan la gente que mató para asegurar la revolución y a Aramburu no: los dos vestían de verde.

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