¿Puede terminar de consolidarse un esquema de «partido hegemónico» en el que no se pueda gobernar sin el PJ en la Argentina? Entrevista a Pierre Ostiguy (7)

7. ¿Puede terminar de consolidarse un esquema de «partido hegemónico» en el que no se pueda gobernar sin el PJ en la Argentina?

En teoría sí; pero en la realidad no. El P.J. es sin duda el “elefante” de los partidos argentinos; pero no es el PRI. Me explico. El PRI era 1) un partido unificado, 2) con reglas relativamente claras, 3) con un presidente todo poderoso y que cambiaba cada seis años. El Partido Justicialista, a pesar del nombre, pero como lo saben todos los peronistas, no es un partido. O mejor dicho, el Partido en sí tiene una importancia muy, pero muy relativa. Kirchner sobrevivió perfectamente bien con el partido (P.J.) intervenido, con votos peronistas, y un “partido” que llamó Frente para la Victoria. En 2003, hubo tres candidatos justicialistas para la Presidencia, incluso los dos finalistas. El P.J. tampoco puso hacer nada para bajarle los decibeles a la guerra mortal entre Menem y Duhalde, a fines de los noventas.

Insisto siempre con eso (y mis colegas yanquis no entienden el asunto): el P.J. como partido no tiene una importancia enorme. Lo que sí importa es el peronismo. (No entremos aquí en lo que es, entonces, el peronismo; he escrito sobre eso en otras partes.)

Se debería entonces modificar la pregunta y preguntar si el peronismo se puede constituir en hegemónico en la Argentina. Mi respuesta es clara: de ninguna manera. El no peronismo es demasiado importante y sentido (felt) en la Argentina (es decir, tanto en extensión como en intensidad) para permitir eso. A pesar de su gran indefinición a través del tiempo en el eje izquierda-derecha, el peronismo no es tampoco, y para nada, un “catch-all” movement, un movimiento atrapa todo (aun si, sí, atrapa mucho). No es algo insípido, como el Congress Party en la India. Entonces genera permanentemente su contrario.

Sin duda, estamos ahora en un momento en que el no peronismo no tiene unidad institucional o un actor casi-hegemonico, como lo fue en su época el Radicalismo (que supo atraer socialistas y neoliberales).

En la vereda de enfrente, es decir peronista, el panorama inédito del 2003 quizá no sea en realidad único, al contrario. La crisis de 2008 mostro un sector del peronismo (no se si era un sector del P.J….) que se alineó en contra del peronismo en el poder. En los años setentas, peronistas de izquierda, centro, y derecha se mataron los unos a los otros. Los sectores peronistas opositores a un gobierno peronistas no le hacen fácil gobernar a dicho gobierno, y trabajan además en socavarle legitimidad como “realmente peronista”. Para que haya “partido hegemo-nico” tendría que haber, primero, una hegemonía dentro del peronismo (esa hegemonía no existe) y segundo tendría que haber un partido que importa en sí. Mis lectores europeos no pueden entender eso.

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