En estos días cercanos al 25 de mayo, el conflicto con el campo no parece llegar a su fin. Los artículos periodísticos y las opiniones televisivas se multiplican, a favor o en contra. La inflación también hace mella y la discusión se torna aún más fuerte. Se escucha de puja distributiva, y muchas otras yerbas, pero lo que parecería ser central, es la discusión (aunque la quieran evitar) de un modelo de distribución del ingreso y de la riqueza.
Con la economía creciendo como viene en los últimos años, y acercándonos al tan preciado “pleno empleo”, este parecería ser el momento preciso. Sin embargo algunas cuestiones me aquejan, y tienen que ver con el distinto tratamiento que se le da a la distribución del ingreso en las diferentes escuelas de pensamiento económico. Cuestión esta, que considero central en la ciencia económica entendiéndola como es: una ciencia social. Y debería ayudarnos a comprender mediante que procesos se determina la distribución del producto. Pero en algún momento pifiamos el camino, y la distribución se tornó en un mero resultado.
Parecería ser, aunque espero con ansias estar equivocado, que las distintas escuelas intentan explicar, con sus diferencias metodológicas, distintos supuestos, etcétera, porque el producto de una economía se encuentra por debajo de su potencial; esto es, el pleno uso de los factores. Los neoclásicos, los post-keynesianos, los estructuralistas, los (inserte etiqueta aquí), se desviven por intentar encontrar una explicación a esto, entendiendo que la comprensión del fenómeno nos puede llevar a la solución del mismo. O sea, si yo entiendo y puedo explicar la serie de situaciones que lleva al desempleo, puedo plantear la receta para resolverlo y listo. Me olvido del desempleo. Y la cuestión distributiva queda reducida al resultado de estas inferencias. En un resumen burdo: o los salarios son rígidos por culpa de los sindicatos (o sea, de los trabajadores mismos) y no se llega al pleno empleo; o la puja distributiva entre capitalistas y asalariados por su porción del ingreso hace que no se llegue al pleno empleo; o porque el pleno empleo no es estable o, …. Y los distintos enfoques acerca de cómo alcanzar al producto potencial, nos determinan una distribución.
Pero, por suerte, a los economistas la realidad generalmente nos da la espalda (mientras se ríe con sarcasmo). Hoy en la Argentina estamos más cerca del pleno empleo que en mucho tiempo atrás; nuestro producto crece y con bases (mas o menos, algunos dirán) sólidas. Y sin embargo la pobreza no retrocede, sino que aumenta, y la distribución del ingreso se torna cada vez menos equitativa. Y la realidad se empecina a hacernos ver que el pleno uso de los factores y el crecimiento son fetiches, si el beneficio es para unos pocos. Y sino, les pago un pasaje para ir a hablar con algún campesino de Emiratos Árabes Unidos, y pregúntenle que tanto le importa o le beneficia que crezca “su” economía por la suba de precios del petróleo. O, la opción más barata, un viaje de ida y vuelta en el premetro al final de la línea E de subte, para ver, sin ningún “ojo ajeno” mediante, los beneficios del crecimiento y el pleno empleo. Sí los encuentran, avísenme.
Y entonces aca es donde planteo patear el tablero. Imaginémonos en un vestuario, antes de salir a la cancha, discutiendo entre todos que vamos a hacer en el partido. Estructuralistas, post-keynesianos, neoclásicos, marxistas (aunque dudo que jueguen bien al fútbol…) o, si quieren, campo, industria, gobierno, rentistas… Si nos quedamos con el fetiche del crecimiento y el producto potencial, no estamos discutiendo como ganar el partido, sino como hacer un gol. Y es probable que terminemos el primer tiempo 6 a 1 abajo. Pero acá no hay FIFA, AFA, CONCACAF, ni nada que nos imponga las reglas de cómo se juega el partido (más allá de los Grondona, Havelange y Blatter que abundan…) sino que en vez de pensar en como evitar quedar en offside, podemos dar de baja la norma y abolirlo. Patear el tablero, y que gane el que distribuya mejor el ingreso, y no el que haga crecer “mejor” la economía, con menos inflación, o con menos problemas de sustentabilidad. Si no pateamos el tablero de entrada, vamos a seguir perdiendo en la cancha, por no haber sabido como discutir en el vestuario.
Por eso, desde el vestuario, pateo el tablero. Te cambio un 30% de desocupados por la erradicación de la pobreza y la indigencia. Mierda, mejor un 50%. ¿Y como haces esto? Un estado de bienestar fuerte, que con sus recursos garantice no sólo en la letra muerta de la constitución, sino también en los hechos, vivienda digna, educación, alimentos y todo lo que se les ocurra. Sea por Salario Ciudadano, o como quieran, pero el pleno empleo no sirve para otra cosa que para el pleno empleo. Y no me vengan con la gilada que el trabajo dignifica, porque el trabajo no dignifica a aquel que trabaja 12 horas y no le alcanza para alimentar a sus hijos.
Y para aquellos que gustan de los números, y señalar que no se puede o que los mismos no dan, que la factibilidad es lejana, acá les tiró algunos. El tren bala, con sus 4000 millones de dólares, con un dólar a 3 (si, soy generoso, el vuelto se lo regalo a Alstom) son unos 12.000 millones de pesos, que con un salario ciudadano de 1000 pesos (bastante por encima de la Canasta Básica Total) me da 12 millones de salarios para 12 millones de personas. O mejor aún, si toman los datos del Indec (si bien no es confiable, es lo que tenemos) tenemos una tasa de actividad del 45,9%. Con 40 millones de personas, 18.360.000 forman la PEA (a ojo de pájaro miope) y de estas, suponiendo que el Indec miente como Clarín, un 10% están desocupadas, es decir 1.836.000 personas. Por lo tanto, con el tren bala puedo pagar los salarios ciudadanos de estos desocupados por casi todo un año. O pagar 500 pesos, ciento y pico por encima de la CBT, y hacerlo por 2 años, o llegar al doble de personas. Y si no me meto con los datos de pobreza e indigencia, es porque no existen actualizados, retocados o sin retocar.
Por cierto, hay problemas de implementación, de índole política y no tanto. Pero el problema principal, esta en el vestuario. Pateemos el tablero y empecemos a resolverlo.
No es tanto que el trabjo dignifica, como que la falta de trabajo lumpeniza y degrd al aer humano.
Las victimas de la moda de la redistribución son muy afectos a la metafora de «la torta». No es casualidad de que piensen a la economía de un país como si fuera una cosa fija que se puede cortar y repartir. Ya que somos tan afectos a los ejercicios de imaginación alucinantes (por ejemplo, un estado de bienestar que se sostiene sobre un desempleo del 50%) podríamos empezar pensar a la economía nacional como un proceso en vez de una cosa inerte. Las cosas se verían muy distintas desde esa perspectiva.
No compro. Ni un puesto de trabajo menos. ¿Sabés por qué? Porque ese Estado de Bienestar fuerte no existe, hay que construirlo. Se corre el riesgo de quedarse con los desocupados y no tener el Estado.
Además es errado el supuesto: Durante todos estos años el desempleo bajó a lo loco junto con la pobreza. Y la distribución del ingreso también mejoró. Ahora estamos llegando a un lindo punto de inflexión. Pero eso se resuelve con más política, con más poder para los sectores populares. Y comiéndole el pedazo de la torta a los que se llevan mucha. Pero veo que en este post se prefieren generar desocupados.
No compro.
Saludos
Mariano T: Completamente de acuerdo con lo que usted dice, pero en un contexto donde el trabajo es el único camino a la realización personal, entendida por todo el tipo de satisfacciones que se derivan del mismo. Pero si dejamos de pensar en el trabajo como una necesidad para pensarlo como un deseo, el problema de la falta de trabajo pasa por otro lado. Y ni quiero hablar en lo que decían los griegos del ocio creativo (esto qeu estamos haciendo acá…)
Esteban S: Si preocuparse por la distribución del ingreso y la riqueza es una moda, efectivamente es lamentable, porque es lo que yo entiendo como central en la ciencia económica. Y en tanto como moda, esta condenada a desaparecer del debate en cuanto el próximo eje ocupe su lugar. En cuanto a la metáfora, no soy muy afecto. Justamente, lo que me inquieta es que no se salga de ella y se siga pensando en un esquema Paretiano de pensamiento. La idea es salir de esa discusión, o mejor, disociar la idea de distribución del ingreso (reparto de la «torta») de la pobreza. No necesariamente lo primero debe determinar lo segundo. O en todo caso, una redefinición de lo segundo.
Escriba: No compre que no quiero venderle nada. Obviamente que ese estado de Bienestar fuerte no existe y hay que construirlo. Y para eso hacen falta un monton de cosas, y existe otro monton de riesgos, pero en la medida en que no nos pongamos a pensar estas cosas, terminamos discutiendo si hay que enfriar o no.
En cuanto al supuesto, es verdad lo que usted dice, si comparamos la distribución del ingreso, la pobreza, y el rating de Tinelli, con los valores en el 2001-2002 y/o 2003. Pero si nos vamos al 98 o más atrás, esa mejora no se ve.
Saludos
Compro la mitad:
La distribución es difícil de controlar con medidas directas. Es más bien una consecuencia que resulta de controlar otras más a mano de las políticas públicas. Hasta diría que cuanto más fuerzan las medidas directas, como sacar a unos para darlas a otros, peores son los resultados. Por supuesto que es deseable que todos tengan satisfechas al menos sus necesidades primarias.
Sin embargo creo que hay que subsidiar ciertas medidas de emergencia:
-Preocuparse de que los chicos no tengan carencias nutricionales y que tengan buena educación.
-Multiplicar el esfuerzo para que no nazcan niños no queridos (no digo mediante el aborto).
-Hacer un esfuerzo por dar trabajo a todo adulto que quiera trabajar (aún haciendo una ley especial)
Eso como una emergencia. Luego las políticas para mejorar la distribución son las sabidas por todos:
-Lograr una ciudadanía en el mejor equilibrio de sectores.
-Lograr que voluntariamente no haya evasión de divisas al exterior.
-Lograr que la gente se reacomode en el trabajo que mejor le cuadra.
-restablecer las instituciones de la República.
-… y muchas medidas más que restablecen la confianza en el gobierno.
pelos : para los que nos gustan los numeros…pleno empleo? de donde sacaste eso? cita la fuente por favor y no hagas un discurso sin argumentos, con cambalaches teoricos no vamos a ningun lado….ah y ladeuda? como explicas un modelo economico sin hacer referencia al peso de la deuda. lo tuyo es bla bla bla