Pecados de sangre II

Uno de los factores que más enriquecen a la blogsfera es que dentro de ella existen buenos lectores, algunos vagonetas que pasan links, otros que incluso tienen blog y comentan lo que encuentran por allí. Florencio Boblione es uno de ellos y lo obligué a que republique aquí su post sobre Baltazar Garzón pero me sugirió que lo haga yo. Arranca Florencio con una cita del IPS donde dispara:

“El trabajo de Francisco Etxeberria levanta ampollas y provoca odios. Y cuando el famoso juez Baltasar Garzón fijó su atención en él, arreció la polémica. Este forense lleva 200 fosas comunes abiertas y 4.800 esqueletos exhumados en toda España desde 2000.”

"Los tres derechos de las víctimas son verdad, justicia y reparación, y esto no se ha cumplido" para unos 200.000 desaparecidos y asesinados de la Guerra Civil Española (1936-1939) y la posterior dictadura de Francisco Franco, que terminó en 1975. "No creo que encontremos a todos, es imposible", dice Etxeberria.

Este es Etxeberria el gosht writer de Garzón, que ley de la memoria histórica de 2000 mediante,  a través de la denuncia de un hijo que había perdido  a su padre comienza su carrera loca de desenterrador de cadáveres 70 años después de que España empezara sus enterramientos.

Según Etxeberria, con la ley se trataba de "pasar de la verdad a la reparación, pero nadie quiere meterse en la justicia". Excepto el juez Garzón, quien se apoyó en esta investigación para su causa sobre la memoria histórica de Guerra Civil Española y el franquismo, la misma que le valió un pase al banquillo de los acusados.

Preguntado por la acusación y suspensión de Baltazar Garzón  el afirma: En España no hay riesgo de involución a la dictadura, pero estos hechos son un acontecimiento histórico penoso que nos recuerdan épocas preconstitucionales.

Este mapa del terror nos habla que los muertos mal enterrados insisten con resucitar. Hoy cuando en España se trata de superar del primer genocidio y de la primer violación y a pesar de que sus exorcistas nos tilden de nacionalistas y de antifraternales baneándonos de por vida, ¿cabe la afirmación? “Ser antifranquista en el 2010 es un ejercicio estético sin riesgo para quien no tenga proyectos de futuro”. Carlos Carnicero parece no dar mucha alternativa  cuando dice:

Existen algunos enfermos de pasado; son fundamentalmente quienes no tienen proyectos de futuro. Utilizar a las víctimas es un viejo recurso. Ocurrió en la anterior legislatura con las víctimas de ETA, a las que el PP jaleó y azuzó contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Ahora se pretende que las víctimas del franquismo, que en mayor o menor grado es toda una sociedad que fue secuestrada, se rebelen contra el pasado, pretendiendo ajustar cuentas judiciales con quienes ya están muertos.

No Carnicero, no, estás meando fuera del tarro, son sus hijos los que quieren sus muerto, los nietos, los españoles de allá, los que se vinieron para acá huyendo, pero no en el siglo XVI o XVII, en los años 30 cuando sucedía la última tragedia y resulta que hay muchos los argentinos en esa situación.

Clausurar la política tiene sus riesgos, pausterizarla tb, estaría bueno que aprendan algo de las Madres o Abuelas de Plaza de Mayo, mas de 100 nietos vivos contradicen esa enfermedad del pasado.

4 comentarios en «Pecados de sangre II»

  1. Charlie no me queda más que el aplauso, con lágrimas en los ojos. En la esquina de la casa de mis abuelos había un comite de defensa a la revolución a la que acudían los vecinos. El otro día fui a escucharlo a Pablo Llonto en el sindicato empleados de comercio de Rosario, en el sindicato hay una muestra fotografica en honor a los combatientes argentinos en defensa de la República Española. Cuantos recuerdos y cuantas cosas sin cerrar. Salud!

  2. La Guerra Civil Española ha sido, y lo seguirá siendo, motivo de arduas polémicas, tanto en España como en nuestro país. Difícil ponerse de acuerdo sobre las causas que le dieron origen. Difícil también acordar sobre la naturaleza del sistema franquista. Se estudió y se estudia profundamente sobre estos temas, los historiadores no lo han olvidado.-
    Cuando muere Franco, dictador sin un mínimo de piedad sobre los vencidos en la contienda, que aún en su lecho de muerte quería seguir fusilando, comienza una etapa de transición para nada fácil para los españoles. Los dilemas eran arduos: ¿Seguir con la monarquía, restaurar la república destruida por la insurrección de 1936? ¿Juzgar a los que habían cometido crímenes durante la guerra y el franquismo y se habían enriquecido? El ejército y los franquistas eras muy fuertes y tanto desde ese sector, la extrema derecha y desde la extrema izquierda se intentó hacer fracasar cualquier posibilidad de acuerdo. Se aprobaron primeramente dos leyes de amnistía, en 1976 y en 1977, esta última por el parlamento democrático obtuvo 296 votos afirmativos, 2 negativos y 18 abstenciones, y se basaba en una estructura que buscaba: reconciliación como objetivo, consenso como programa y olvido como instrumento y los españoles sabrán mejor que nosotros si los sacrificios valieron la pena.-
    Siempre se respetaron esas amnistías y otras disposiciones que se fueron aprobando para complementarla a lo largo de los años, tan es así que en diciembre de 1998, cuando una asociación de familiares y amigos de las víctimas del genocidio de Paracuellos del Jarama –ocurrido en noviembre de 1936- solicitaron al Juez Baltazar Garzón que juzgara a los responsables de esa matanza, el magistrado entendió que: “Con el respeto que merece la memoria de las víctimas, no puede dejarse de llamar la atención frente a quienes abusan del derecho a la jurisdicción para ridiculizarla y utilizarla con finalidades ajenas a las marcadas en el artículo 117 de la Constitución Española y los artículos 1 y 2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, como acontece en este4 caso, los preceptos jurídicos alegados son inaplicables en el tiempo y en el espacio, en el fondo y en la forma de los hechos que se relatan en el escrito y su cita quebranta absolutamente las normas más elementales de retroactividad y tipicidad y que los hechos estaban prescritos al haber transcurrido más de veinte años, que la amnistía del 25 de noviembre de 1975 veda cualquier posibilidad de reiniciar la persecución penal por los actos de nuestra Guerra Civil, y que el delito de genocidio no se encontraba tipificado en España en los albores de la Guerra Civil y tampoco existía en el Derecho Internacional”, rechazando la querella.
    Ese expediente fue uno agregado a la denuncia contra el juez que terminó con su suspensión, como una prueba de su prevaricato, circunstancia que menciono porque generalmente se la obvia cuando se trata este tema.-
    En lo demás coincido en que el derecho a la memoria, a la búsqueda de desaparecidos, asesinados y demás es impresciptible, no para juzgar a sus autores, imposible según la legislación española, sino para conocer la verdad.-

      1. La cuestión es que las leyes de amnistías españolas no estaban ni derogadas ni anuladas, cicunstancia que el juez Garzón obvió, de ahí que se lo haya suspendido por prevaricato.-
        Parecería que la legislación española en principio no sería un obstáculo para que se dejaren sin efectos esas leyes, pero como se trata de legislación penal, por más que se anulen sus efectos ya se cumplieron y por lo tanto sólo lo serían para el futuro. Pero lo importante sería ver qué grado de consenso existe en esa sociedad para proceder a una derogación o anulación.-

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