Pluralidad dirigida

El concepto lo acuñó un integrante del equipo de Mariano Grondona, tratando de replicar la afirmación de que con la Ley de Medios va a ser posible que haya alguna pluralidad en las comunicaciones en la Argentina, que Ester Goris lanzó ante el sorprendido elenco estable del programa: “¿pero no va a ser una pluralidad dirigida?” (http://www.youtube.com/watch?v=M1WsogxMzHA). En el apuro para salir del paso, se deschavó el hombre y emergió la verdad, su verdad, lo que se sabe y habitualmente se calla. Pluralidad dirigida es lo que siempre hizo y hace Grondona cuando se muestra “plural”, y qué pluralidad sino una escrupulosamente dirigida es la que practican los medios cuyos propietarios, voceros y empleados estelares viven alarmándose ante la amenaza de la Ley. “La sencilla verdad es que un pluralismo que no sea dirigido no existe, ni podría existir”, habría que responderles, si se entiende que ningún medio, pertenezca a quien pertenezca, y aun en los mejores casos, está exento de intereses ni admite neutralidad que no sea relativa. De lo que se trata es de establecer condiciones objetivas –legales, materiales– que permitan atenuar, contrarrestar y relativizar el efecto de las acciones tendientes a manejar la pluralidad o “dirigirla”: eso es lo que se viene, si al fin se consigue su vigencia, cuando la nueva ley empiece a aplicarse.

Acerca de balvanera

Daniel Freidemberg. Argentino, nacido en 1945 en Resistencia (Chaco), residente desde 1966 en Buenos Aires, actualmente en el barrio de Balvanera. Más información en el blog "días después del diluvio".

Ver todas las entradas de balvanera →

30 comentarios en «Pluralidad dirigida»

  1. ¿Quien es el tarado ese que está ahora con Grondona? No lo conoce nadie. Es EL pelotudo, EL chupamedias, EL felpudo. Y no lo conoce nadie. Y que se deje de fingir acento provinciano, además, que le sale mal.

  2. Ojo, que el grave error sería confundir “pluralidad dirigida” con “univocidad” de criterio, que son dos cuestiones bien diferentes. Una, la primera aquí mencionada, sería la línea editorial que tiene cualquier medio de prensa ejerciendo que posea libertad de acción, y la segunda se trataría, más obscenamente, del martilleo constante de una bajada de línea. Ej.: El diario del Opus Dei no tiene margen para moverse dentro de una “pluralidad dirigida”, el de ninguna dictadura tampoco.

    Lo que la dirección estaría marcando sería en todo caso aquellos límites de lo que se excluye. Ej.: La pornografía en una sala de cine. Que no se pasen pornos en tal cine no significa que se ejerza la censura, hay una pluralidad dirigida, claro. Prácticamente se deja de hablar de lo que queda afuera, sino que se habla de siempre de si nos gustó la última de Stallone más que la ganadora del Oscar.

    Acá, con el tema de la Ley de Medios, se me hace que se lo ha encarado mal. Leo cierto goce (no en Balvanera precisamente) en la militancia mostrándose en lucha contra aquello que no los deja respirar, pero Clarín y los medios privados argentinos en el año 2010 no ejercen ese tipo de poder. La forma del poder de los medios en democracia es otra.

    Saludos

    1. Clorín CENSURA bajo otro nombre, claro. No se llama «censura». Se llama «Un cambio en la grilla de programación». P.E., al no renovarle el contrato a TVR que hasta el año pasado estaba en el 13.

      O lo hace con el mismo criterio el Efedrín Colorado, que luego de una entrevista no condescendiente de Tres Poderes, misteriosamente hubo un «cambio en la grilla», y los volaron a los tres. A Sietecase además le bajaron otro progama de A24 y le cancelaron el programa de radio en Rosario.

      Ésto sólo por hablar de los periodistas, sus propios empleados. Ni qué hablar cuando compran diputados, jueces o lo que les haga falta. Al punto tal que tienen bancada propia en el parlamento. Y «casualmente» su clorindiputada preside la Comisión de Libertad de Expresión. Y los clorindiputados que presentan amparos en los fueros en que encuentren clorinjueces y clorincámaras.

      La chancha y los 20, como se suele decir. Ya basta.

      1. De tu «lado» es todo más sencillo. A Jazmin de Grazia la rajaron por rubia y a Lucas Carrasco porque era demasiado elocuente para un programa de ese estilo.

      2. Por éso, Francisco. Decir que «somos periodistas independientes», «objetivos», y toda la sarasa, es al pedo.

        La verdad es que no hay medio inocente, y probablemente nunca lo habrá. Ni en Argentina ni en China.

        No habría problemas con éso, porque finalmente el que lee La Nación o P/12 sabe qué está leyendo y qué mitad de la info le afanaron.

        El problema se presenta cuando el mismo dueño maneja más de 300 medios. Si este tipo no maneja la «opinión pública», no sé qué carajos maneja.

      3. Eduardo, entiendo lo que decís y lo comparto. Seguro que Clarín tiene intereses económicos. Lo que no comparto es que a esos intereses económicos, que son los que cualquier empresa puede pretender tener obteniendo ventajas abusivas en el mercado, se entienda como que por tener esa posición de mercado imponen en la sociedad una verdad tan abusiva como lo es participación que tienen en un mercado de todos los que existen en esta sociedad capitalista. Porque eso nos haría salir a retrucarles con «armas químicas», es decir, ensuciando el debate; es decir, suponiendo desde el vamos que un debate llano no es posible así como no es posible nadar en aceite y esto es mentira. Se viene ejerciendo bastante bien la libertad de expresión durante los últimos 20 años, por más que haya todavía muchas cosas que mejorar, y por más que los dueños de los medios sean poca gente. Sí, en el capitalismo poca gente permite el juego de la expresión de muchos. Es así la vuelta de la milanesa. Por eso, en primer lugar, acá el mono con navaja es el que sale a cortar con la plancha de punta. Entonces, la cuestión es abrir un mercado que hoy está bastante concentrado, pero imaginando que de esa apertura no va a cambiar (si es que el cambio es para bien) demasiado el orden discursivo de los medios.

        Saludos

      4. A mi entender, Diego, sí que va a cambiar. Si cambian las proporciones de los propietarios de los medios, cambia la proporción de los mensajes.

        En un mundo informativo que marcha hacia la fragmentación discursiva gracias a internet, más que a la Ley de Medios, sumado a la multiplicación x 5 de la TV Digital, no me quiero imaginar que los vivos de siempre pretendan quedarse con los canales excedentes de ahora en más.

        Espero que se arme un muy lindo mosaico de voces, para todos los gustos. Cada cual escuchará, leerá o verá lo que se le cante a él, no a Magnetto.

        Es el fin de las vacas sagradas del «periodismo independiente».

      5. Seguramente, cada cual verá lo que más le guste dentro de lo que la oferta le proponga. Pero fijate el caso TVR: Era mucho mejor en la época de Gianolla y no precisamente porque éste actor y su compañero de entonces que hoy ejerce como diputado hayan sido mejores conductores que lo que lo son los que hoy están detrás del mostrador de dicho programa cada sábado, ni mucho menos porque la pantalla de canal 13 le sumara algo al programa por sobre la del 9. El programa empeoró porque la línea editorial o para reintroducir el tema del post, «la línea editorial», pasó a ser gruesa y eso queda feo. Es como un saco al que se le notan las costuras, y el tema es todavía más complejo. El TVR original era mejor que la copia que hizo TELEFE con el pelado y la rubia, pero «el ganador» modificando su propia «pluralidad dirigida» se tiró al bombo solo, claro, el interés en bajar esa línea era todo, mucho mayor a sumar 10 puntos de rating más todos los sábados a la noche.

        ¿Qué es el rating? ¿Qué nos divierte? Cuando sentimos que nos están bajando línea dejamos de divertirnos: Qué no se note. En TVR se nota, entonces es un producto mal hecho, esto en el mejor de los casos porque estoy analizando la factura de la cosa sin meterme en el tema ético asumiendo que todos los programas están en el mismo nivel.

        Saludos

      6. Hicieron bien en sacar esa basura de programa. Desde que se ponen oficialistas rabiosos baja el rating. Solo sirve en la TV «pública».
        Es distinto el caso de Sietecase, que lamento.

  3. Balvanera: La «pluralidad» de Gronchona es llevar a Quebracho a sus programas. Bien representativos de la izquierda argentina. O a Pinocho, para usarlo de azote por unas migajas de cámara.

    Pluralista el hombre.

  4. «Se viene ejerciendo bastante bien la libertad de expresión durante los últimos 20 años», dice Diego. Si se lo compara con la dictadura, claro, todo es una maravilla. Pero eso de que «se ejerce bien la libertad de expresión»… ¿Quiénes? ¿La libertad de expresión de quiénes? Diego piensa que libertad de expresión es la libertad de que se expresen unos cuantos privilegiados, que ahora, sí, son más que antes, pero no dejan de formar parte de un grupo selecto, en comparación con el conjunto de la sociedad. Parecería ser que su sistema de ideas no le da para soñar siquiera con otra posibilidad (que tal vez le resulte indeseable, pero voy a dejar esa hipótesis de lado, porque estaría prejuzgando). De todos modos, estoy de acuerdo en que, en este sentido, no va a cambiar nada fundamental con la ley. Pero sí van a ser mejores las condiciones para ir buscando modos de lograr que las cosas no sean tan así.

  5. El Estado manejando los medios será siempre más dañino y mentiroso que cualquier medio privado (ya lo vimos durante la dictadura: cada arma tenía un canal de TV, y el 7 era directamente del estado).
    Por eso Chávez, mucho más adelantado que los K, ya manda ponerle cócteles Molotov a los «incorregibles».
    Espero que no tengamos que extrañar «la pluma y la palabra», como dice el himno a Sarmiento.
    (¡Uy! dije Sarmiento, sorry).

    1. Eso es una afirmación de fé, propia de un creyente y de alguien que tiene ideas completamente estructuradas y sin resquicios para pensar matices u otras posibilidades. Nada asegura que siempre el Estado manejando los medios sea más dañino y mentiroso. De hecho, hay pruebas en contrario: la BBC de Londres, por ejemplo. Pero aunque fuera cierto lo que el tramposo de David dice, acá nadie propone que el Estado maneje los medios. Esa es la mentira que están difundiendo los abonados, conscientes o inconscientes, a la propaganda de la derecha y de las patronales mediáticas: no se trata de poner los medios en manos del Estado sino de ampliar las posibilidades de modo de que sean más los que tienen posibilidad de «manejar un medio». Acá no hay el menor peligro de que los medios caigan en poder de un Estado manipulador o censor.
      Y Sarmiento, sí, es mala palabra, al menos para los que creemos que todos los seres humanos tienen igual derecho a vivir. Sarmiento era un defensor inclaudicable de que la eliminación de humanos, si pertenecen a ciertos grupos sociales, no sólo es licito sino recomendable.

      1. Balvanera:
        ———————————–
        La BBC según la BBC:
        La British Broadcasting Corporation (Corporación Británica de Radiodifusión) es el servicio público de radio, televisión e internet del Reino Unido, con ocho décadas de trayectoria.
        Es independiente de controles comerciales y/o políticos y opera bajo un estatuto real que garantiza dicha independencia.
        ————————————
        Lo más parecido a la BBC que logramos aquí es Página 12 o 678
        Que el Estado, o mejor dicho, el Gobierno quieren manejar los medios, solo pueden negarlo los «afirmadores de fé» kirchnerista (por usar tus mismos términos).
        Los gobiernos manejando medios sí tienen esa vocación manipuladora, propagandística, y (aunque no por ahora, hasta que el modelo bolivariano se imponga definitivamente), censora.

        Al educador Sarmiento: a ese banco yo (aunque se acostara con algunas de las maestras que importó de EEUU). Si el pobre supiera que luego se impuso en su Patria el «Alpargatas sí, libros no»… Que mejor descanse en paz.

      2. Asustadísimo David, cuidate, no del gobierno sino de caer dentro de la definición de Brecht: «un fascista es un pequeño burgués asustado». Aunque tal vez no seas tan pequeño, o no te parezca mal ser fascista.

      3. balvanera:
        Vos tenes una fe inquebrantable en la concepción pluralista del gobierno, por lo que la nueva ley de medios garantizará que, a diferencia de ahora, todas las voces puedan escucharse. Particularmente entiendo que al reservarse el gobierno el manejo de los órganos de dirección, ejecución y control de la aplicación de la ley, es un aspecto que puede no garantizar esa pluralidad de voces.- También la posibilidad de escuchar múltiples voces, puede llevar a una nueva Babel, que no sólo, produzca confusión, como ocurrió según la narración bíblica, sino también a la desunión de la sociedad.-
        Por lo que a mí entender, sin perjuicio del control constitucional que está realizando la justicia, con tranquilidad se debe analizar por el congreso el texto antes aprobado y corregir lo que los legisladores consideren pertinente.- No hay que apurarse ahora, puesto que la ley de la dictadura ya no existe.-
        Saludos.-

      4. Balvanera «Tiempo Argentino», «El Argentino», «Pagina 12», «6,7,8» y tantos programas de radio que andan dando vuelta ¿Te parece que son plurales?
        La presidenta que solo da entrevistas a amigos ¿Te parece que le interesa la pluralidad de opininones?
        Espero que no me respondas con una frase hecha de un pensador muerto.

      5. Lo de que buscan el pluralismo es solo una mentira. El proyecto es el de un puñado de cooperativas dependientes de la publicidad oficial, y el de una TV estatal monolítica como la actual. Si quisieran hacer una especie de BBC, ya lo habrían hecho en 7 años. Solo lograron una máquina de propaganda de miles de millones de pesos (incluyendo el fubol). A otro perro con ese hueso.

      6. Balvanera:
        A ver: el método sería primero decir que estoy asustado, luego, que soy un pequeño burgués.
        Pequeño burgués + Asustado = Fascista.
        Encima «asustadísimo» y «no tan pequeño». Eso indicaría que yo sería «muy fascista» ¡Ugh!
        Amigo Balvanera: Estamos entre gente más o menos inteligente, y nos gusta argumentar. Pero creo que la descalificación del otro es un método algo ¿fascista?.

      7. Es verdad, David. Sigo viéndolo asustadísimo ante algo que no tiene por qué asustarlo tanto, pero eso no me autorizaba a chicanearlo de ese modo. Incurrí en lo que critico, y me disculpo.

  6. Daio: si multiplicar las voces lleva a «la desunión de la sociedad» ¿habría que dejarlas en manos de unos cuantos poderosos que acaparan todo, como ahora? Por otra parte, no tengo una fe inquebrantable en la vocación pluralista de este gobierno. Ni en nada. Pero sí he comprobado, concretamente, que este gobierno ha sido uno de los que más autocontroles se ha puesto. Comparado con todos los demás, por lo menos. De todas maneras, ningún gobierno tiene vocación pluralista: la cuestión es que existan posibilidades de contrarrestar esa falta de vocación, y para eso es importante que entre en vigencia la ley. Lo contrario es pensar que lo único que puede contrarrestar la falta de vocación pluralista de los gobiernos son los intereses de los monopolios mediáticos, que de pluralistas no tienen más que la simulación. Salvo que a esa simulación la llames pluralismo.
    Francisco: tus preguntas indican que no leíste ni el texto del post ni mis comentarios. O los leíste pero te da lo mismo leer que no leer porque ya tenías una idea previa. Y encima me venís con la prepoteada berreta de que no te ponga «la frase hecha de un muerto». Precisamente, lo que hago es responder a las frases hechas lanzadas por los dueños de la comunicación y repetidas por el sentido común de «la gente» que se come lo que le venga bien empaquetado. Si a la frase de Brecht la calificás de «frase hecha» es porque te molesta que alguien piense algo con alguna inteligencia. ¿Y qué tiene que esté muerto? ¿Y por qué tengo yo que ser tan estúpido como para perder tiempo respondiendo semejante estupidez?

  7. Daio: Ningún gobierno tiene vocación pluralista: la cuestión es que existan posibilidades de contrarrestar esa falta de vocación, y para eso es importante que entre en vigencia la ley. Lo contrario es pensar que lo único que puede contrarrestar la falta de vocación pluralista de los gobiernos son los intereses de los monopolios mediáticos, que de pluralistas no tienen más que la simulación. Salvo que a esa simulación la llames pluralismo.
    Francisco: tus preguntas indican que no leíste ni el texto del post ni mis comentarios. O los leíste pero te da lo mismo leer que no leer porque ya tenías una idea previa. Y no me ventas encima con el prepoteo berreta de que no te ponga “la frase hecha de un muerto”.
    Mariano T: si usted lo dice. Pero si voy a tener en cuenta todo lo que usted ha dicho desde que empezó a intervenir en este blog…

    1. La gente que armó la BBC tenía vocación pluralista.
      Vos sostenes que nadie, en posición de poder, abogaria por tu medios plurales y tu solución es establecer mecanismos legales y materiales para contrarrestar esta tendencia.
      Además de que el ejemplo de la BBC te desmiente ¿Te preguntaste por qué razón, si tu tesis es correcta, un gobierno implementaría los mecanismos adecuados? Si tenes razón, no lo haría. Los mecanismos serían espurios.
      Te leí. Simplemente no me convenciste.

  8. Aparentemente, les jode que haya UN PROGRAMA dentro del canal oficial, y dos o tres en otros canales, que exprese los puntos de vista que coinciden con los de la primera minoría. Todo debe ser opositor. La tiranía de las minorías. La de las que la mayoría de los argentinos rechazaron. Un absurdo de pie a cabeza.

    La Ley de Medios viene con doscientos controles, controles de los controles y retrocontroles parlamentarios y judiciales, y le tienen miedo. No le tienen miedo, en cambio, a que UN SOLO TIPO sea el propietario de más de TRESCIENTOS MEDIOS, ya no tres programas.

    A éso, no le tienen miedo. Ahhhh…, a los privados no se le exige nada. El mercado decide. Si ahora tiene trescientos, y quisiera comprarse todos los que la TDT habilite de ahora en más (x5), no problem. El problem es que el gobierno democráticamente electo (éste o cualquier otro) los administre y ponga voces «non sanctas» al aire.

    Muchachos, el Consenso de Washington no les exige tanto… con la mitad alcanzaba.

    PD: Agrego que el programejo que tantas llagas les saca en el upite debe ser el único programa en el que sus panelistas critican AL AIRE los informes que genera su propia producción. Si conocen algún otro programa del «periodismo independiente» que lo haga, chiflen, porque no lo tengo visto.

    1. Ja!
      Escuchar hablar de las «leyes» y los «controles» me recuerda al Consejo de la Magistratura, que el Cotur le cedió a Alfonsín allá por el Pacto de Olivos, a cambio de que le facilitara la nueva Constitución del ´94 (o sea, la reelección)
      Pobre Alfonsín: murió sin haber podido ver funcionar «su» Consejo de la (democrática e independiente) Magistratura.

    2. Eduardo: El problema arranca antes de que esta Ley haya sido escrita y haya sido puesta en funcionamiento. Se teme porque hay cierto «espíritu de la ley» que está flotando en el aire y que tu comentario lo contiene: Lees a todo aquel programa que no sea estrictamente sumiso al oficialismo como una amenaza retórica. La disidencia discursiva en el aire les molesta en lugar de festejarla, por eso Argentina no tiene una BBC así como la tiene Inglaterra. Hacés la burda comparación de un programa oficialista en el canal estatal contra todos los demás programas periodísticos, a los que claro, siguiendo la lógica de lo anterior, los tenés etiquetados como bombarderos de malas noticias que no quieren otra cosa más que eliminar al buen gobierno popular. En ese contexto lo que estaría haciendo el felpudismo de 678 sería limpiar un poco la vereda de los coches bombas que les dejaron como atentados los diarios de la mañana.

      No sólo vos, sino todo este espíritu que ha copado la militancia kirchnerista entiende mal el asunto de los medios. Los medios, teniendo posiciones monopolícas en los mercados, a la hora de elegir la línea editorial, abren la cancha de una manera mucho mayor de lo que la hace el Estado. Acordate durante el menemismo: Clarín era el mismo que hoy, Página/12, La Nación y el resto de los diarios también. Eran un lujo al lado de lo que implicó el surgido grupo de Daniel Haddad, bancado por Menem, dueño de la ex radio Municipal, que pasó a ser la exitosísima Radio 10. ¿Te acordás lo que eran los programas de Longobardi, del Negro González Oro, del propio Haddad? De golpe una radio nueva se puso al tope de la audiencia porque supo recolectar la audiencia que venía votando por el menemismo, que era una ideología que estaba a la derecha de la corporación periodística, que pedía mano dura sin ningún empacho y que hablaba bien de Tinelli como si fuese un ídolo nacional. Por eso eso, el primer gran error es leer en paralelo el control del mercado de los medios con el control del discurso que se emite por esos medios. Para empezar, porque si se deja en manos privadas, no es negocio cerrar mucho lo que acá se llamó la «pluralidad dirigida»; segundo porque la corporación periodística no está conformada por monigotes, son personas, aunque siempre van a andar puteando por ahí porque les recortaron una nota o porque les cambiaron el título de un reportaje. Pero de ahí a que los cambien como si fuese el tenor graso de un queso, hay un enorme paso.

      Saludos

      1. Diego: A ver, veamos algunas de tus afirmaciones:

        «1. Lees a todo aquel programa que no sea estrictamente sumiso al oficialismo como una amenaza retórica.»

        Ésa es la visión de quien prefiere mirar los PROGRAMAS uno por uno, omitiendo levantar la vista que le permitiría ver que encima de cada PROGRAMA hay un CANAL, y que encima de cada CANAL hay un GRUPO (que aspira a ser) MONOPOLICO. Sietecase te puede asesorar sobre lo que estoy diciendo.

        Si en vez de mirar al árbol miraras al bosque, te darías cuenta que ese bosque sólo está conformado por eucaliptus. Con 200 o 300 pinos (valga la pradoja). Y éso es todo. Sí, claro, hay eucaliptus más altos, más bajos, con más hojas, menos hojas, etc., pero ¿Y las acacias dónde están? ¿Los robles? ¿Los cedros?

        Como decía Larralde «Porque entre las rosas, molestan los cardos…» 678, TVR, DDD son éso: Los cardos que crecieron en medio de las rosas. Les fisura el relato. Por éso piden lisa y llanamente su censura. Sin ocultarlo. Sin que se les caiga la cara de verguenza, como al sinvergüenza de M. Tapia.

        2. «Los medios, teniendo posiciones monopolícas en los mercados, a la hora de elegir la línea editorial, abren la cancha de una manera mucho mayor de lo que la hace el Estado.»

        Si ésto fuera así, me podés explicar entonces porqué piden a gritos que que censuren a 678? Si todas las voces estuvieran contenidas en lo que los mogopolios nos muestran ¿Qué les jode de éste en particular? ¿O será que determinadas voces no deben escucharse? En tal caso ¿Porqué se censuró a TVR en el 13? ¿Porqué a Tres Poderes en el 2?

        Ésto sin abordar la pregunta de fondo que es porqué el monopolio del Estado (que los argentinos elegimos) debiera ser «per se» peor que el monopolio privado (a cuyo Magnetto no elegimos).

        La Ley de Medios busca salir de ese laberinto por encima, eliminando la posibilidad de conformar monopolios, sean éstos estatales o privados.

        «Acordate durante el menemismo: Clarín era el mismo que hoy, Página/12, La Nación y el resto de los diarios también.»

        Con la salvedad de P/12, ése es precisamente el problema: Todo cambió a su alrededor, y ellos siguen diciendo lo mismo. Lo que deja en claro que SU enemigo no es si se privatiza o estatiza todo, si se genera o destruye empleo, si se le da o o se le quita derechos a los más débiles. SU problema es que alguien les dispute el poder a las patronales que representan. En medio de la disputa entre Mercado y Estado, ellos son -como siempr fueron- la voz de la patronal. Y el punto que vos marcás precisamente lo expone en blanco sobre negro.

      2. Eduardo:

        Las anomalías y los abusos de autoridad por parte de las empresas mediáticas son serveras y hay que estar atentos a corregirlas todo el tiempo así como en las empresas de cualquier sector de la economía. Lo que te quiero decir es si bien una modificación de la Ley de Medios puede llegar a resultar muy favorable, 678 se muestra como indicio de lo que puede ser éste Estado manejando los medios; de hecho lo que puede manejar lo maneja de esa manera sacando la parte educativa en la que el canal Encuentro tuvo sus meses bastante aceptables. Ese es el tema, una anomalía contra una política, ¿se entiende? Lo de monopolio no se contradice con una apertura considerable de la «pluralidad dirigida»; el monopolio es en términos económicos, tendrá menores costos y cosas así, como cualquier monopolio en otra rama de la economía. Es otro orden de cosas que «el orden de la noticia», llamémoslo así. Igualmente, yo estaría totalmente de acuerdo con que se terminasen los medios monopólicos si el Estado me asegurase que los pequeños medios nacientes no serían dependientes de sus arcas. El gobierno debiera empezar reformando Canal 7 como puntapié inicial de la Ley de Medios. Una ley de medios bancando programas oficialistas es una vergüenza. Con todo lo demás estoy de acuerdo.
        Y a lo que vos decís, que el gobierno se merece un canal de expresión, debo contestarte que tendrán que juntar dinero para comprar medios así como se movieron para juntar votos y ser gobierno. La sociedad tienen diversos canales de expresión y no me parece bien que el oficialismo hable financiado con los impuestos de la ciudadanía.

        Saludos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *