Ejemplo rápido para ilustrar esta diferencia.
Gobierno de Menem. Bomba en la Embajada y en la AMIA. Kadafi le había mandado cuatro millones de dólares a la campaña de Menem. A cambio, Menem les había prometido venderles misiles Cóndor. Lo mismo con Siria. Nunca lo hizo. Y era una hipótesis que te aseguraba miles de ejemplares en la calle.
Gobierno de Cristina Kirchner. Triple crimen mafioso por un problema entre particulares por un supuesto no-pago de la mercancía. Uno de los muertos es aportante de la campaña de Kirchner. Tapa de Noticias:
La diferencia. Nadie podía publicar que el atentado contra la AMIA lo habían hecho los libaneses o sirios. Nadie podría hacerlo hoy, porque es prácticamente indemostrable. No discuto si fueron o no. No hay evidencias para decirlo. Hay conjeturas. Y ahí está la clave.
Hoy las conjeturas se publican, se publican en tapa y son mayoría en el «periodismo de investigación». Si yo salgo a afanar, lo primero que haría si me agarran es llamar a las cámaras y nombrar a un funcionario del Gobierno. Así le esté afanando al supermercado chino de acá a la vuelta. Hoy la prensa necesita crear «sentido común», publicar muchas conjeturas seguidas, pistas a investigar, convirtiéndolas así en realidades. Porque de esa manera, a la hora de hacer una introducción a alguna frase grandilocuente, son capaces de empezar diciendo «el tema de las valijas, la de la efedrina…». La hipótesis da periodista comprometido, arriesgado, que desenmasacara chanchullos. Aunque está mandando fruta. Todo error periodístico puede ser disfrazado de ataque a la libertad de prensa.
Lo que digo, en todo caso, no es que no hayan sido incisivos con el menemismo (miren qué bueno soy). Es más: en la cuestión de la Embajada, actuó bien el periodisimo. Seguramente muchos tenían estos datos, y no los publicaron porque uno no puede arriesgar semejante hipótesis sin chequear hasta el último detalle. Seguramente, a los periodistas que tenían esta información se les prendían fuego las manos de las ganas de publicarlo. Pero era irresponsable hacerlo. Y estoy siendo benévolo: les supongo que no lo publicaron por responsabilidad, y no por alguna otra cosa.
Pero las hipótesis no se publican. Se investigan.
Buenísimo Tomás, el «periodismo de la conjetura» contra el de investigación. Bien observado. Bien conceptualizado. Es verdad que hubo un cambio. Pero ese cambio es imperceptible a los ojos de los incautos que siguen creyendo que lo publicado es confirmado. Se juega por ahora con esa ingenuidad, hasta que se reivindique como válido únicamente lo conjeturado y la verdad quede sepultada para siempre, porque como dijo Tomás Abraham la realidad no existe sólo la simulación.
La mala leche de ésto ya no se banca más. No se puede seguir jugando con la gente impunemente. Espero que les metan un juicio y los partan en cuatro.
El jueguito éste, en que la sospecha se torna en evidencia, la evidencia en acusación y la acusación en condena, ya es insoportable. La «Corte Suprema Mediática» ya emitió su veredicto: Culpable.
Y guay que hoy o mañana una juez-juez dictamine lo contrario de lo que «falló» la CSM: el propio juez entrará en el ciclo nefasto de sospecha->evidencia->acusación->condena.
Para qué tenemos a los jueces, si los medios lo hacen más rápido? En vez de «gatillo fácil» esto debiera llamarse «justicia fácil». Qué verguenza…!
Noticias es una revistucha de cuarta…..
Muy bueno. Como bien decís, Tomás, se trata de crear un «sentido común». Los medios intentan crear algo a partir de la sumatoria de noticias. El sentido, final e irremediablemente, no puede ser digerido de otra forma por el lector. Cada hecho se encadena con otro y en la sumatoria se dan sentido mutuamente: si pasó lo de las valija, entonces K está hasta las manos con lo de la efedrina. Si pasó esto de la efedrina, es obvia la responsabilidad con la valija. Es eso pero multiplicado por mil en el bombardeo constante de «información» (entre comillas, porque en realidad son recortes, escenas, sugerencias sin nada concreto, porque ni siquiera hay periodista que vayan a ser explícitos).
saludos
me gusto lo que decis, quizas estoy opinando un poco tarde, pero todo esto sigue vigente. Mi pregunta es: ¿existe todavia el periodismo? ¿o solo se nos crea una realidad según lo desee el mercado?
No importan las bombas, la efedrina, las valijas, las inundaciones, las sequías, las pestes, es todo una gran farsa para distraer a la masa y vender «la nueva necesidad».
y nunca se va a la causa de las cosas. Eso no es periodismo, son Sicarios.