T & T

Teñido y tatuado, De Narváez. Absurdo hasta para el programa de Capusotto.

Imposible peronista. Caricatura de Uribe; ni media neurona para empujar sin billetes.

Ridículo, De Narváez. Ni el cerebro de Valderrama, ni la habilidad de Freddy Rincón, ni la velocidad mental de Faustino Asprilla, ni la polenta del Tren Valencia. Apenas un lateral de cuarta, patrocinado por su papá en la octava del Once Caldas.

Turco rubio vendepeines, espejo caradenada en propio Canal América, menos americano que Goñi de Losada, el oligofrénico angloparlante que presidió Bolivia hasta que le acertaron un shot y pasaron a la era Evo sin escalas (la historia es cíclica).

Berreta, De Narváez, cada voto le costará mil dólares. Y capaz que gana. Sólo que el capricho le durará menos que las entradas pagas para escuchar a su coterráneo García Márquez, hablando por enésima vez de infancia en Aracataca y amistad interesada con Fidel.

Infame, De Narváez. Su vuelo rasante sobre la política ajena no conseguirá impedir que sigamos queriendo al Gordo Rojas, primera voz de los Wawancó, que nos ganó el corazón sin postularse a diputado ni a presidente. Ni de Argentina ni de Colombia.

Acaso su derrotero, sí, nos anticipe como terminará esta aventura de niñobiensinpatrianivergüenzaalguna, embarcado en la piragua de Guillermo Murillo… rumbo al lugar donde arriban los que nunca fueron a ninguna parte.

Aunque baile cumbia en ojotas en José C.Paz. Aunque se le ocurra que Gardel murió en Medellín para reencarnarse en una moneda de cuatro pesos, tan falsa como la historia de vida que le escribieron por encargo y por unos cuantos miles de verdes.

Está bien, De Narváez. Sólo vamos a  creer que Bogotá es la capital de Anillaco. Y que la provincia de Buenos Aires es Macondo. Pero sólo por un rato. Porque la juerga cuesta cara, especialmente si uno ubica una calle de Merlo ayudándose apenas con el mapa del delito y acusando de delincuentes a sospechosos sufragantes que miran con cara de giles. Pero que no son giles.

Están acostumbrados. Y te la van a cobrar. No tanto como a Andrés Escobar, pero quizás cerca. 

Para payaso, bastó con René Higuita.

Acerca de Mono Gatica

ENRIQUE MARTÍN (Mono Gatica). EX SECRETARIO DE REDACCIÓN DE LA AGENCIA DyN Y REDACTOR EN LOS DIARIOS LA RAZÓN, LA PRENSA Y CRÓNICA. ACTUAL PROFESOR DE REDACCIÓN PERIODÍSTICA E INTRODUCCIÓN AL PERIODISMO EN DISTINTOS INSTITUTOS PORTEÑOS.

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5 comentarios en «T & T»

  1. no se apresuren muchachos,con cautela,ustedes saben como son las cosas.

    el colorado llega a hacer pata ancha en las elecciones de junio,y vamos a tener a mas de uno cantando la marchita con tonada colombiana,para q el «nuevo jefe» se sienta como en casa.

  2. Mono: Creo que el Peronismo entró en la licuadora, precedido por el Radicalismo desde el 2002, y del que surgieron los diversos archipiélagos radicales que ahora están a la vista. Y con un cacique en cada islote.

    Y no me extrañaría que en poco tiempo más en uno de esos islotes desembarque el primer trabajador Mauri, que bajo el manto peronista implante cualquiera. Ya pasó con la rata, así que este escenario no es para nada improbable.

    1. Es lo que yo digo. Pero durará menos que un helado en un microondas.Tronará el escarmiento. Espero estar para verlo.

  3. Yo le tengo pavor a este tipo. Es el único que supo cómo reaccionar ante la jugada kirchnerista de adelantar los comicios (dijo algo así como «yo estoy dispuesto a pelear con Kirchner sean cuando sean las elecciones»), aunque después sus socios lo obligaron a recular y a sumarse al coro de viejas temerosas por el futuro de la República encabezado por Carrió, Morales y Cobos. Tiene guita, tiene cuatro años de experiencia electoral en la Provincia, tiene un canal de TV y es ideológicamente promiscuo. Hay que prestarle mucha atención.

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