Un viaje al centro del mal Kirchnerista

Era temprano, apenas las 6 A.M, cuando llegó mi compañero (desde ahora mc) a la puerta del cementerio de San Vicente
¿Estás seguro que te dijeron que los esperemos acá? – me lanzó antes de cualquier saludo.
Si, dejá de joder, parecés un novato, viejo, ¿hace cuánto que sos periodista?- lo chicanié.
Mc me miró con odio y prendió un cigarro. La verdad es que yo estaba más asustado que él.
En toda mi corta y gris carrera como periodista nunca había tenido una oportunidad semejante.
Las 24 horas posteriores a la confirmación de la entrevista lo único que pude hacer fue repasar, una y mil veces, las preguntas escritas en mi libreta. Esto me tiene que salir bien- pensé.
Todavía huelo la adrenalina que me invadió cuando leí el mensaje de texto que llegó a mi Nokia 1100: “la entre se hace maña 6 am puerta cem S.V.” La última vez que sentí algo parecido fue aquel domingo cuando Cabral salió a cortar ese fatídico centro contra Arsenal.
-Con la guita que tienen – hablaba solo mc- nos hacen venir a este lugar de mierda, ¿vos sabías que los cementerios son terribles focazos del dengue? – hablaba sin parar mc- estos tipos nos van a boletear, yo sé lo que te digo, por eso nos citan en el cementerio, ni siquiera tienen que esconder los cuerpos, nos tiran del otro lado del muro y a la mierda. A otra cosa mariposa-.
En ese momento un auto sin luces dobló en la esquina y se detuvo ante nosotros.
¿Electro? – Preguntó una voz desde adentro del Audi
Ingeniería – contesté casi por reflejo
Suban y pongansen las vendas en los ojos – ordenó la voz

Así comenzó nuestro viaje al cuartel secreto de Electroingeniería, la empresa que esconde todos los secretos del poder, el emporio de la censura mediática y el manejo de las licitaciones.

Después de dos horas de viaje, el Audi se detuvo. Cuando nos sacaron las vendas estábamos en una especie de sala de espera, dos sillones, una mesita ratona con varios números de la revista Debate y una secretaria de esas que sólo se ven en las películas. -El señor los atenderá en un minuto. Le podrán realizar tres preguntas. – nos dijo
Mc estaba desfigurado. Yo comencé a descartar preguntas,- tres preguntas, la puta madre.
– El señor los espera, pueden pasar – nos dijo la secretaria (que estaba más buena que comer con la mano)

“El señor” tomaba mate y leía el diario detrás de un escritorio. – Adelante muchachos, ¿un matecito? Los escucho, disculpen que tenga tan poco tiempo, pero estoy al mango, como dicen los chicos ahora.

-Bueno, la primer pregunta está referida a…
-vamos derecho a la pregunta, sin intro porfa- me interrumpe.

¿Por qué ganan tantas licitaciones del Estado Nacional?

– Entiendo a dónde quiere ir con su pregunta. ¿Usted cree que es sencillo arreglar una licitación cuando hay diez empresas más que la quieren ganar? Le voy a explicar un poco:
A partir de la devaluación muchas empresas multinacionales dejaron de presentarse a estas licitaciones, por un lado por una cuestión de costos, y por otro, porque no aceptan algunas exigencias impuestas por el Gobierno Nacional, como por ejemplo, que los posibles diferendos que pudieran surgir, se resuelvan en los tribunales nacionales y no en organismos internacionales como el Ciadi.
Ahí nosotros nos hacemos fuertes, arriesgamos mucho, no se crea, podemos ganar o podemos perder. Por ejemplo, por la turbina de Atucha II que inauguramos ahora (una licitación de 100 millones de pesos) casi no ganamos nada. Sin embargo logramos capacitar a nuestra gente en energía atómica, Electroingeniería quedó posicionada muy bien para enfrentar las licitaciones futuras que se vienen en el rubro de energía atómica (el mantenimiento de la planta de Rio III y la construcción de la cuarta planta nuclear). La energía termoeléctrica es parte del pasado.

Coménteme sobre la decisión de sacar del aire a Nelson Castro.

-Cuando nosotros nos hacemos cargo de Radio Del Plata nos reunimos con el señor Castro. En esa reunión le dijimos que nos interesaba que continuara con su programa. Él mostraba una actitud ambigua: -si quieren me voy, yo no tengo problema- nos decía; nosotros le insistimos en que nos interesaba que continuara en la radio. Después supimos que tenía arreglado su desembarco en Mitre desde octubre de 2008.
Un día lunes el diario La Nación publica una denuncia sobre supuestas diferencias de costos de dos obras licitadas a Electroingeniería; al día siguiente el señor Castro analiza en su programa la noticia. Tuvo un día entero para consultar con la Empresa involucrada, pedir las explicaciones, escuchar nuestra versión. No lo hizo.
El martes entrevista al periodista que realizó la nota y, recién una hora y media después, me llama para poner al aire la palabra de Electroingeniería. Todos sabemos que en la radio el público se renueva constantemente, así que supongo que muchos oyentes sólo escucharon la voz oficial, o sea, la de los periodistas.
Pero para evitar el efecto inverso -que alguien escuchara sólo mi versión- luego de mi entrevista volvió a hablar en vivo con el periodista de La Nación, para que fuera él quien cerrara el tema.
Después de ese hecho nos reunimos con el señor Castro y acordamos un nuevo encuentro el jueves en Córdoba para seguir conversando. En esos dos días Castro contó todos los detalles de aquella reunión a La Nación y Clarín.
Así las cosas, la permanencia del señor Castro en radio Del Plata se hizo insostenible.
Castro cobraba en Del Plata 100 mil pesos mensuales más publicidad. El quería cobrar los dos años de contrato que le quedaban. Negociamos su desvinculación en un año y medio. Se le pagó 1 millón y medio de pesos por la rescisión del contrato. Él se quería ir de Del Plata, pero claro, no con las manos vacías.
Pensar que Radio Del Plata no acepta posiciones antikirchneristas es un despropósito total. Sino ¿cómo podrían seguir Mónica y Cesar o Sietecase? Ellos tienen absoluta libertad de decir lo que quieran, como la tuvo el señor Castro, y nadie puede acusarlos precisamente de oficialistas…

¿Es verdad que quieren comprar LV2 y Cadena 3 para, de este modo, controlar el 80 % de la audiencia radial de Córdoba?

Con el grupo Vila-Manzano iniciamos negociaciones para comprar la radio LV2 que no llegaron a buen puerto. Con Cadena 3 nunca tuvimos ningún tipo de negociaciones, alguien debe querer levantar su precio y el mejor modo es lanzar el rumor de que nosotros la queremos comprar.

Bueno muchachos me tengo que tomár el palenque. Me están esperando los intendentes del conurbano, Guillermo Moreno, Rudy Ulloa Igor y Cristobal Lopez. Los jueves hacemos un picadito en las Islas Caimán.

una pregunta más ¿como mierda nos vamos de acá? Nos buscaron en el cementerio, nos taparon los ojos, viajamos como dos horas, creo que mc está en shock post traumático. – El señor largó una carcajada – este Chichilo es un hijo de puta, ¡como le gustan esas boludeces! Acá en la esquina hay una parada de taxis, en quince minutos están en el centro.

7 comentarios en «Un viaje al centro del mal Kirchnerista»

  1. Que loco, las respuestas «razonables». Explicaciones simples, de «sentido común» no sirven. Si no hay una intencionalidad oculta de malignos Kirchner, parece que no funciona. Estamos todos locos.

  2. Me gustó el relato.
    Pero este pasaje es el mejor, creo:
    «Castro cobraba en Del Plata 100 mil pesos mensuales más publicidad. El quería cobrar los dos años de contrato que le quedaban. Negociamos su desvinculación en un año y medio. Se le pagó 1 millón y medio de pesos por la rescisión del contrato».
    Salú!

  3. Perdón, leandrog, ¿Ud. nos toma por estúpidos? Lo de Castro es perfectamente creible, el tipo negocia su platita, y la defiende como mejor sabe – es decir, armando una opereta periodistica para extorsionar – con lo que queda en claro su ética profesional y su escala de valores.
    Ahora, ¿para decirnos eso, que – detalle mas o menos todo el mundo con dos dedos de frente sabe o supone – tiene que presentarnos a ese amable abuelito?
    Una de dos: o Ud. no conoce ni a un km. de distancia a un burgués «nacional», o Ud. es un burgués «nacional».
    En el segundo caso, chapeau, su prosa está muy bien articulada, lo felicito, que le aproveche la secretaria.
    Si, en cambio, se trata del primer caso, su ingenuidad me asombra un poco. Averigüe un poco, aprenda como se «arman» con nombre y apellido las licitaciones, indague sobre las extensiones de contrato por compra directa. En fin, deje de creer en los reyes magos y la bondad del capital, o – por lo menos – no lo venga a contar acá, que ya estamos grandecitos para creernos que los capitalistas son blancas palomitas.
    ¿Probó con la ficción? Me encantaría ver su pluma pergeñando un buen cuento, de verdad se lo digo, pero si quiere bucear en non fiction, esmérese en desconfiar primero.
    Saludos

  4. A ver, a ver: Electroingeniería viene siendo objeto de ataques permanentes por parte del complejo multimediático por dos razones: 1. Osó meterse en su negocio 2. Disputa palo y palo con Techint.
    Es por eso que hoy Electroingeniería es sinónimo de oscuridad, poder, corrupción.
    Esas tres definiciones que se reproducen en la nota, dichas por un integrante de Electroingeniería, me parecieron interesantes. Lo demás es de adorno, quería jugar con esa idea, tan trabajada ultimamente por los medios, que atrás de Electroingeniería convive lo peor de la patria contratista, mientras que Techint es un orgullo «nacional» .
    Lamento que los halla enojado tanto muchachos.
    Udi: Sinceramente, no me interesa la disyuntiva entre creerle al viejito o no, Tampoco me interesa si arreglan licitaciones o si son filántropos. Agradezco sus enseñanzas sobre el mejor modo de ejercer el periodismo de investigación, cuando haga algo de eso lo tendré en cuenta, no se enoje, pero hoy no está entre mis prioridades.
    Fede M: no lo termino de comprender, disculpas.
    Escriba: ¿Usted sabe? tengo un dolor acá al costado, y menos apetito. Algo anda mal.

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