En un debate reciente, volvió a ponerse sobre la mesa el tema del pago íntegro al FMI a finales de 2005. En lugar de de reaparecer los argumentos más favorables al organismo internacional y a la “inserción en el mundo”, se reverdecen algunos de los argumentos pretendidamente progresistas, más adecuados a la “opción por los pobres” a la que, con inusitado espíritu solidario, ha venido a parar la oposición.
Sucintamente, estas argumentaciones pretenden hacerse fuertes en dos consideraciones:
1) El pago fue un favor al FMI, resultado de una exigencia suya, porque necesitaba deshacerse rápidamente de sus acreencias y recuperar las sumas prestadas.
2) Era un mal negocio el pago íntegro, puesto que se podía haber ido cancelando los vencimientos a medida que vencían sus plazos.
El primer argumento tiene el muy serio problema de su desajuste con los hechos. En primer lugar, debería llamar la atención de que el FMI no hiciera ninguna manifestación, oficial o extraoficial, que indicara tal deseo. En muchas ocasiones, los funcionarios del FMI expresaron abiertamente o dejaron trascender a través de los muchos periodistas afines (dentro y fuera del país) sus exigencias e intenciones, pero nunca estuvo la cancelación total entre ellas. Lo único parecido fue su declarada intención de no realizar nuevos desembolsos y de cobrar los vencimientos.
En segundo lugar, cuando el entonces presidente Kirchner hizo el anuncio, fue muy claro el desconcierto y la escasa alegría de los supuestos favorecidos. Hasta un punto tal, que ni siquiera estaban hechas con precisión las cuentas de las acreencias a cancelar, lo que no se supo con certeza hasta semanas después, cuando se hizo efectivo el pago.
En tercer lugar, el negocio del prestamista (desde el usurero de barrio hasta los organismos financieros internacionales, pasando por los bancos) no está en recuperar su capital, sino en percibir intereses y comisiones. Hasta el más pequeño cliente de un banco sabe que, cuando ha pagado puntualmente la mitad de las cuotas de su préstamo, el banco le ofrece renovarle la parte cancelada. Es muy lógico, ya que el capital, en todo caso, tendría que prestárselo a otro si quiere ser gozando de los intereses y comisiones, que es su ingreso. Es por ese motivo que el FMI, después de que sus principales deudores (con la excepción de Turquía) realizaron el pago íntegro, se encontró con un grave problema presupuestario, hasta el punto de que se consideró la posibilidad de vender sus reservas de oro, para cubrir el déficit.
El segundo argumento es igualmente inconsistente. Supongamos que no se hubiera concretado el pago íntegro y se hubiera continuado pagando los vencimientos en sus plazos. Hace un año, aproximadamente, hubiera quedado totalmente cancelada la deuda con el añadido de sus intereses, es decir, unos 900 millones de dólares adicionales. ¿Dónde estaba la ventaja de pagar de más, en un momento en que la capacidad de acumulación de divisas era alta y, por lo tanto, no era necesario mantener ese endeudamiento? Recordemos que, al momento del pago, las reservas sumaban el equivalente de más de 27.000 millones de dólares, que se redujeron a 18.000 al realizarse el pago. (Técnicamente, el BCRA no vio mermado su activo, puesto que el Estado le entregó un bono por el importe de las divisas necesarias, pero esto no tiene importancia.) Hoy las divisas suman algo más de 46.000 millones (casi el triple), lo que refuerza la validez de que el pago no significó una merma de reservas, sino un ahorro de intereses.
En el momento, la inefable doctora Carrió, sus corifeos de costumbre y otros añadidos en la ocasión clamaron porque se debilitaban las reservas y el BCRA quedaba “inerme”. Ahora, claman de nuevo, está “inerme”, pero por otras razones. Esperemos que esta nueva profecía apocalíptica tenga el mismo éxito que la anterior.
Naturalmente, puede alegarse que no había ni hay que pagar nada, ni de una vez ni en cuotas. Pero esa es otra discusión que yo haría con todo gusto, pero no creo que puedan encararla los que hoy están proponiendo volver a pedir préstamos al FMI.
Andrés: Creo que hay serios desajustes en la visión, de un lado y del otro, si alguien piensa que el negocio del FMI son los intereses por la deuda. La función financiera del FMI es absolutamente secundaria a la función política.
Para que quede en claro, el FMI está donde está no para lucrar con los intereses que cobra (que son casi siempre la mitad de lo que cobraría cualquier otro banco), sino para asegurar su injerencia en el diseño de los planes de ajuste (Las famosas «metas acordadas con el Fondo»).
Su misión es la de preservar los intereses del stablishment, no la de prestar plata. Ellos deben velar por la «seguridad jurídica» del stablishment, no solucionar ningún problema nacional. A ver si nos comemos esa galletita.
Por supuesto, Eduardo, completamente de acuerdo. Pero mi intención limitada era responder a dos tipos de argumentación que son esgrimidas por igual por algunos que están también de acuerdo con que ese es el rol del FMI y por otros que no están de acuerdo. Digamos, para simplificar, por izquierda y por derecha se usan los mismos argumentos. Y no me parece secundario responder y demostrar su completa falsedad.
Saludos
Yo creo que usted tiene razón en lo que dice, Andrés El Viejo, en las dos cosas. Pero el asunto está en ver si no convenía seguirle pagando intereses bajos al FMI que los usureros de usted ya sabe quién.
Al FMI hay que saber usarlo, no servirlo.
Ana: En la misma linea de razonamiento, uno podría pensar si no convendría vender a su madre, algunos mangos seguro que nos ahorramos en mantenimiento, médico y demases.
¿Y quién es la madre en este caso?
Otro chiste de Ana ¿y van cuantos?
Al FMI hay que saber usarlo. comicolor.
Arf!
Ana: Te respondo acá porque llegamos al 3er. nivel (Pablooooo!): La madre es la soberanía política. Claro, si vos elegís ser Puerto Rico o Israel, ésto es una boludez. Sinó, no.
Entiendo que descarta el último párrafo porque sería ya otro el tema de discución. Pero los que no estarmos de acuerdo con el primer argumento es porque no comprendemos cuál era la necesidad de cancelar por completo la deuda con el FMI, cuando hay una causa judicial que investigó su legalidad. No considero que este sea un tema menor, ya que apresurarse a estar a término con una deuda que puede ser ilegítima es igual (o peor) que postergar su cancelación, también, por lo tanto ilegítima.
Mientras un gobierno como el de Correa crea una comisión para investigar el pago de su deuda externa nosotros ni siquiera le damos pelota a la investigación judicial y cancelamos sin chistar. Fue segun entiendo, al igual que el pago al club de parís, una de esas medidas que tienen por objetivo tranquilizar los mercados y «atraer» capitales de inversión.
Pero más allá de las ventajas económicas que pueda acarrear alguno de los dos argumentos que ud esgrime, no puede dejar de evaluarse las decisiones políticas que implican cualquiera de las dos acciones. Por ello, no me caso con el argumento N° 2, a menos que, durante ese tiempo que «se gana» sea investigada efectivamente la deuda y ahí decidir qué se paga y que no.
Saludos.
Planteado así estoy de acuerdo. Alejandro Olmos había hecho una investigación exhaustiva sobre el tema, y aunque luego murió en algún juzgado debe estar su denuncia (me parece que la causa la tenía Torres). De cualquier modo, no sé si las deudas económicas prescriben como los demás delitos. Creo que no. Y por lo tanto tranquilamente se podría reclamar judicialmente a los que se la llevaron en pala desde Martínez de Hoz en adelante.
Claro, Alejandro Olmos murió sin siquiera saber como siguió la causa que inicio. El hijo de Olmos, justamente, formó parte de la comisión investigadora de la deuda del gobierno de Rafael Correa, y fue uno de los firmantes e impulsores de esta presentación: http://www.redh.org/content/view/106/30/
para suspender el pago al fmi.
Pd: podría ser interesante que se les cambie el nombre de la av alvear o quintana (dos que tuvieron que ver bastante para el crecimiento de la historica deuda externa) por el de Alejandro Olmos.
Ana: supongamos que la Argentina fuera una potencia económica de primera línea, que tuviera una alto porcentaje de votos en el FMI y que, por las dudas, contara con un respetable aparato militar, yo estaría dispuesto a usar a ese organismo financiero. Tal como es la vida de verdad, prefiero que no.
No hay interés bajo que justifique a un acreedor que impone condiciones ajenas a la devolución del préstamo. Que es lo que siempre hizo el FMI. ¿O usted piensa que Brasil, Rusia y Uruguay pagaron su deuda total por orden de los Kirchner?
Saludos
Andrés, ante todo estoy de acuerdo con los fundamentos que ud. expone. Me parece una crítica muy plana, la que se plantea desde ciertos lugares con esos argumentos.
Ahora bien, una cuestión sobre la soberanía política y la imposición de condiciones por parte del FMI. Muchas veces se aceptaron varias de las imposiciones del FMI, porque necesitabamos el dinero que otorgaban, tanto o más que el agua o el aire. Nuestros gobernantes aceptaban cualquier condición porque no tenían caja (esa es otra cosa que se le critica a K, su obsesión por «la caja», cuando en realidad es la base de la soberanía política, mis críticas vienen más por el lado de que y como se hace con esa caja). Recuerdo que en diciembre de 2001, los primeros 5 días del més se estuvo deliberando si llegaba un prestamo del FMI para pagar obligaciones del estado (aguinaldos, jubilaciones y planes sociales). No había caja. y la guita no vino.La soberanía política se perdió cuando el gobierno quedó sin caja para financiar el estado. Y eso había empezado bastante antes. Supongo que en esto estaremos de acuerdo, aunque veamos las cosas dessde distintos lugares.
Por eso digo que es abstracto el pago al FMI desde el punto de vista de la imposición política, salvo por los intereses ahorrados, dado que no fue necesario desde ese día de 2001 hasta acá volver a solicitarle dinero para algo, por lo que dificilmente hubiese estado el FMI en condiciones de imponernos algo.
saludos!
Claro que no pienso eso, Andrés. Pero con cierta disciplina fiscal, el gobierno argentino podría ponerle las condiciones que quisiera al FMI. Tiene mucha razón Chacall en lo que dice. Lo que te da soberanía es saber hacer política económica.
No creo que estemos demasiado en desacuerdo en que una fiesta consumista a lo Menem, o el endeudamiento sin pies ni cabeza de la dictadura no fueron demasiado prudentes.
Ana: Disciplina fiscal, aquí y ahora, se llama «ajuste», aunque le querramos cambiar el collar al perro. Y si llegamos al resultado deseado (caja, aka soberanía politica) por un camino diferente al baqueteado camino neocon, cuál es el problema? Tenemos la mosca, y sin ajuste. O sin «enfriar la economía», como le dicen Uds. elegantemente.
La palabra mágica es «contracíclica». Si gastás de más en las buenas, después no tenés con qué en las malas. Décadas de cometer el mismo error y no aprenden. Si sos un irresponsable fiscal, la economía se enfría sola y a la fuerza. Se suele llamar «el aterrizaje forzoso», y de eso no suele tener la culpa el FMI.
Me gustaría ver cuál es ese camino tan diferente, a ver si Eduardo Real se hace merecedor del Nobel de Economía. Pero como parece que no viste un balance fiscal en tu vida, ya que lo de que «tenemos la mosca» es un poco exagerado, lo dudo.
El asunto fundamental es la evolución de la deuda externa del 2003 al 2009, cuanto creció y por qué. En la actualidad, la deuda externa es mayor que lo que era antes del 2001. Pese que el gobierno de los Kirchner fue el que más deuda externa pagó.
O sea que la culpa es de «los Kirchner» que la pagaron, y no de los sátrapas que la contrajeron. Fantástico. Ya que veo que tu interés se centra sólo en el período 2003-2009 (?) y no en megacanjes, blindajes y menematos (los añorás, verdad?) deberías estar enterada que en el 2005 se reestructuró al 36% del monto original en términos de VPN. Es decir, si ahí mismo se pagaba tiki-taka, era el 36% de tooooda la deuda. Como no se pagó tiki-taka, sino que se desparramó a futuro, ese nuevo préstamo paga intereses. La deuda actual debe de ser similar a la del 2005, pero sólo en términos nominales. En VPN, que es lo que corresponde, debe andar por el porcentaje antedicho.
Eduardo, hay vida fuera de tu pequeño esquema mental de que no estar con los Kirchner implica ser neoliberal, neocon o menemista. En primer lugar, los Kirchner fueron menemistas: por lo tanto, pídeles primero explicaciones a ellos, ya que apoyaron el hiperendeudamiento. Puedes también pedirle explicaciones a Daniel Scioli, que votó los superpoderes de Cavallo en el 2001, de pasada. En segundo lugar, la reestructuración de la deuda la hizo Lavagna, lo sabes muy bien. Allá vos si apoyas a Lavagna y la brillante idea de atar la deuda a la inflación. No vale la pena ni responderte. Te dejo dos links, uno con artículo de Eduardo Lucita, publicado en varios medios, y otro publicado en el diario Hoy de La Plata. Son visiones distintas que me parece que vale la pena conocer:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=55828
http://buenosairespt.org.ar/el-insoportable-pesar-de-la-deuda-externa/30/12/2008/
A raíz de mi pequeño esquema mental, supongo, no me contestás lo que te pregunto. Repito entonces: «O sea que la culpa es de “los Kirchner” que la pagaron, y no de los sátrapas que la contrajeron.» Algo para decir?
Y sobre la reestructuración de la deuda 2005, al 36% VPN? Ah, cierto, la hizo Lavagna bajo la presidencia de.., de… ¿de quién era, che?, ah, si, del «los K», cierto.
Tomátelas!
Andrés, por si no vuelve a ese posting, le dejé disculpas por lo del embajador en FP.
Guillermo: no se haga problema.
Ana C.: el endeudamiento irresponsable de la dictadura fue, no sólo tolerado, sino alentado por el FMI, como agente del capital financiero mundial, que buscaba afanosamente cretinos dispuestos a endedudarse irresponsablemente. La fiesta defitaria de Menem fue acompañada por el FMI, que puso a la Argentina como ejemplo en una de sus reuniones anuales (no recuerdo el año, pero fue en uno de los países del Asia suroriental). Y sus condiciones de ningna manera se han limitado a la disciplina fiscal. Insistir en la privatización de los tres bancos oficales supervivientes, como lo hizo hasta que el famoso pago íntegro les metió un trapo en la boca, no tiene nada que ver con la disciplina fiscal sino con la domesticación y colonización del país. No es un organismo técnico, aunque tenga un staff técnico, de la misma manera que la CIA no es un organismo técnico, aunque tenga expertos en tortura. Son organismos políticos, de control político.
Marcos H.: la cuestión es mucho más compleja. En primer lugar, ni en el caso de Olmos ni en el de las investigaciones en otros países (por ejemplo, Ecuador), se ha podido incluir como ilegítima la deuda con el FMI. Desde el punto de vista legal es difícil, porque no se puede probar maniobras ilícitas, sino porque los propios países forman parte, aunque con poco peso, de los organismos del FMI. Después se hace difícil impugnar lo que se ha firmado desde los dos lados del mostrador. Segundo, fíjese que Ecuador sólo ha podido plantear la ilegitimidad de una parte y no demasiado grande, de su deuda. No es tan sencillo, sobre todo porque, incluso en los casos en que una deuda original podía haber sido cuestionada con éxito, los sucesivos canjes (yo perdí la cuenta, entre el 83 y el 2001 ¿hubo cuatro o cinco?) la diluyeron y no se puede determinar qué títulos corresponden a aquella deuda original.
Patricia: tal vez usted opine que yo también sufro de pequeñez mental. Qué se le va a hacer. Lo que doy por demostrado es que usted repite esquemitas baratos sin conexión con los hechos. Veamos. La deuda es mayor ahora que en 2001. Falso. La mida como la mida, en cifras absolutas, en relación con el PBI o en relación con las exportaciones, se ha reducido. Se redujeron las tasas de interés, se alargaron los plazos y se aumentó sustancialmente la parte en pesos, aliviando la carga sobre las divisas. Estos son los hechos, no la cháchara de La Nación, Clarín o El Cronista Comercial. El gobierno de Kirchner no es el que más deuda ha pagado. Esa gansada sólo la pueden decir los q
Andrés, coincido en ciertas cosas en cuanto a que es mejor estar libre del FMI que condicionado. Pero el tema de la deuda es interesante. Brasil se endeudó mucho, tambien bajo gobierno militar. No se si toda su deuda fue bien usada, pero Brasil en ese periodo hizo Itaipú, la Transamazonica, y una serie de proyectos grandes de infraestructura que aceleraron su despegue industrial. En Argentina creo que lo unico que se hizo fueron las autopistas de Cacciatore, que ayudan a salir el fin de semana pero no creo que hayan palanqueado la economia nacional a grado apreciable. Ese uso imbecil o corrupto de la deuda argentina no fue culpa del FMI. El problema ahora es pagar la deuda con mas o menos la misma estructura productiva de antes de la deuda. De vuelta, eso no es culpa del Fondo. El FMI no le dijo a los Kirchner que usaran la bonanza en infinitos subsidios en vez de como base de desarrollo industrial, siempre anunciado, nunca planeado.
Lo siento. Un problema de meter el dedo en un lugar inadecuado. Sigo.
Esa gansada sólo la pueden decir los que creen que sólo se paga cuando se desembolsan billetes. Por eso, descargan a la dictadura, a Alfonsín, a Menem y a De la Rúa, que efectivamente desembolsaron pocos billetes. Pero ellos también pagaron y pagaron mucho, pagaron más. Simplemente, porque renovar los créditos o emitir más deuda en pago de los vencimientos también es pagar. Y pagar de la peor manera: con más deuda y más intereses.
Te dejo dos parráfos de otro artículo de Eduardo Lucita, de Economistas de Izquierda:
“El canje de deuda fue considerado muy exitoso por el Gobierno nacional ya que implicó una quita significativa, se concretó en un momento en que las tasas de interés internacionales eran excepcionalmente bajas y además se hizo a plazos muy extensos, algunos de esos plazos llegan a los 45 años.Los acreedores en cambio no se mostraron satisfechos, sobre todo porque consideraron excesiva y lesiva para sus intereses la quita del orden del 65 por ciento, la mayor lograda por un país en cesación de pagos, mayor aún que la lograda por países como Rusia. Sin embargo el 76 por ciento de esos mismos acreedores respondieron masiva y positivamente al canje.¿Cual fue la razón de esta respuesta positiva? Que para hacer atractivo los nuevos bonos los negociadores argentinos incluyeron cláusulas muy favorables a los acreedores, porque constituyen una suerte de ajuste automático de la deuda. Estas cláusulas son responsables de buena parte del nuevo endeudamiento del país. Por un lado porque más del 40 por ciento de la deuda está constituida por bonos emitidos en pesos, que pagan una tasa de interés fija del 2 por ciento anual, pero el capital se ajusta por CER (un coeficiente que surge de la tasa de inflación). Este ajuste implica que por cada punto de inflación la deuda crece unos 600 millones de dólares. Si la inflación oficial esperada para todo el 2008 es del orden del 8 por ciento, este incremento rondaría los 4.800 millones de dólares anuales. Por otro lado porque buena parte de los bonos emitidos en moneda extranjera tienen sus cupones atados al crecimiento del PBI, esto adquiere relevancia en el cálculo de intereses porque como es conocido Argentina está creciendo a tasas superiores al 8 por ciento anual. Se estima que esta cláusula significa pagos adicionales de intereses del orden de los 1.200 millones anuales.”
“Argentina está pagando puntualmente los intereses devengados, e incluso ha amortizado capital, sin embargo cuando esto no es posible, ya que supera la alícuota del superávit fiscal destinado a tal efecto, 2 por ciento del PBI, los intereses no pagados se capitalizan y los vencimientos de capital se refinancian. Así la deuda sigue creciendo. Para una aproximación a la deuda pública total a los 174.800 millones de dólares debieran sumarse los 4.800 por ajuste del CER y la parte de intereses que no se alcanzan a pagar. La deuda total entonces no sería inferior a los 180.000 millones de dólares. En el 2001, antes de la crisis, la relación deuda/PBI era del 54 por ciento, en el 2004 llegó al 130 por ciento, y en la actualidad (sin tener en cuanta la deuda que no ingresó al canje) este ratio está en el 56 por ciento. Durante los último cinco años la economía creció más que la deuda, pero durante los últimos doce meses parece esta relación se está invirtiendo, la deuda crece más que el PBI, por lo que la relación comenzará también a crecer.”
Me parece que responde a tus dudas. Hablar sólo del pago del 2005 sin hablar del conjunto de la deuda da una visión que no es correcta. Y eso es lo que usted hacía en su post. ¿Puede informar de cuánto esta previsto pagar por deuda en el presupuesto 2009, por favor?
Patricia: releeré el artículo de mi amigo y compañero del EDI y después le contestaré, a usted y a él.
Saludos
Bueno, bueno, parece que no es sólo La Nación y el resto de los medios entreguistas. Lo que pasa es que esos Economistas de Izquierda deben ser todos unos gorilas, vendidos al capital y financiados por la banca internacional golpista que sólo busca la domesticación y colonización de los países en desarrollo para que estos no se desarrollen nunca :-P
Ana C.: yo soy uno de los integrantes de Economistas de Izquierda. Y no tengo inconveniente, puesto que se lo digo a ellos, que algunos sufren (en medida variable, es cierto) de una incomprensión de las tendencias contradictorias en los países periféricos. No son gorilas vendidos al imperialismo, pero a veces se portan como si lo fueran.
Saludos
Señal de que la discrepancia no convierte a uno en gorila, necesariamente.
Vamos, Andrés, usted sabe muy bien que a los países que tienen políticas creíbles, el FMI no les toca un pelo. Y la definición de «creíble» no la ponen ellos. A Suecia y Dinamarca les van con consejos y los suecos y los daneses se les ríen en la cara. Les contestan «Bueno, ¿y?, acá tenemos consenso político para tener el gasto público más alto del planeta y lo tenemos».
¿Qué son países centrales? Argentina también sería central si se portara como un país adulto. Los excesos de gasto público no se los impusieron ni a Menem, al que le encantaba ganar elecciones, ni a los milicos, que querían seguir ahí por toda la eternidad y por eso gastaban.
Ahora, si usted cree que los países periféricos para crecer necesitan inflación y desequilibrio fiscal permanente, perdone, pero el equivocado es usted.
Ana: nunca he sido fanático del déficit estatal, como sí lo es Lozano y con él toda la runfla de centroizquierdistas. Si es posible, prefiero un presupuesto equilibrado y, mejor aún, superavitario. Con respecto a la inflación, ahí sí usted y yo tenemos una diferencia grande. Por supuesto, prefiero que no la haya, pero me parece preferible a las alternativas habituales (desempleo, bajos salarios) y admito que en ciertas circunstancias y en cierta medida la inflación puede promover el crecimiento.
En cuanto a los «países serios», discúlpeme pero ese es lenguaje de FIEL y CEMA. Para que sean «serios», los países deben tener un sólido piso económico y de organización social. Si no, la seriedad es como la del famoso y tan celebrado período 1880-1945: seriedad al servicio de los intereses ajenos.
Saludos
Ah, se me pasó, Ana. Yo con usted he tenido divergencias de gran tamaño. ¿Alguna vez le dije gorila? Aunque, cuando festejó como festejó el triunfo pírrico de los empresarios rurales, tuve ganas.
Saludos
Lo importante es tener equilibrio fiscal estructural en el mediano plazo, que en las buenas alcance para pagar los servicios de la deuda pública y ahorrar un poco para las malas. Tener resto para hacer política fiscal estabilizadora del ciclo y todo eso. Y eso no quiere decir que sea necesario tener superávit todo el tiempo. A veces es eficiente un poco de déficit, también.
Lo de la inflación se lo discuto a muerte. ¿De qué sirve crecer con inflación si no aumenta la participación de los asalariados en el PIB por culpa de, qué casualidad, la inflación? ¿O usted cree que la puja distributiva favorece siempre a los asalariados?
Yo no usé la palabra «serio» pero hablé de políticas creíbles. Que se parece mucho a eso que dice usted de «un sólido piso económico y de organización social». ¿Un sólido piso económico no es lo mismo que finanzas públicas equilibradas e inflación baja? Con esas dos condiciones y un poco de equilibrio político uno puede permitirse las políticas sociales que se le cantan, que es lo que realmente importa.
En cuanto al «triunfo pírrico de los empresarios rurales», no recuerdo haber festejado eso. Sí el final de cuatro meses de irracionalidad política por parte de quienes están conduciendo el país. Burros. Cualquier manualsucho de negociación dice que esas cosas no se hacen.