En su debut radial del lunes, como nuevo encargado de castigar las neuronas de los madrugadores en Radio Continental, el inefable Nelson Castro utilizó un curioso argumento para seguir fungiendo de Gunga Din respecto al Imperio Británico, allí donde le toque.
En efecto, colocándose expresamente en la inquietante compañía de Guido «Teddy Bear» Di Tella, Castro establece un principio de autoridad basado en el presentismo para darle peso a sus opiniones sobre Malvinas: «Yo estuve allí, Timerman no».
Mas allá de que en la época de las comunicaciones, resulta indudable que un funcionario puede imponerse acerca de las opiniones e intereses de los colonos británicos sin necesidad de jugar a las visitas, siendo además que estos cuentan para su difusión con un notable amplificador en el Foreign Office, y en el caso específico de nuestro país, con numerosos voceros oficiosos en los medios de prensa que responden a los intereses del Imperio, entre los cuales se cuentan, indefectiblemente, aquellos en los que Nelson Castro presta servicio.
De todos modos, quizás el canciller Timerman pertenezca al número de ciudadanos argentinos que hemos voluntariamente de abstenernos de visitar las Islas Malvinas mientras para ingresar a esa parte de nuestro territorio nacional sea necesario exhibir un pasaporte.
