ECONOMIA › KICILLOF Y EL CLUB DE PARIS
El ministro de Economía, Axel Kicillof, arribará hoy a la capital de Francia, donde buscará avanzar en las negociaciones para regularizar la deuda en default con los miembros del Club de París. “Hemos avanzado decididamente hacia un acuerdo, pero no hemos definido los plazos ni hemos avanzado más allá de los lineamientos presentados en enero”, informó ayer el funcionario. El mecanismo de pago que propone la Argentina no contempla la participación del FMI. El objetivo es lograr un acuerdo que promueva inversiones productivas en el país a cambio de la cancelación en cuotas del pasivo que, si se computan intereses atrasados y punitorios, asciende aproximadamente hasta 10 mil millones de dólares.
La reunión del funcionario y el secretario de Finanzas, Pablo López, con el foro informal de acreedores será mañana en la sede del Tesoro de Francia, que está a cargo de la Secretaría del Club de París. “Será la primera reunión con todos los acreedores y eso es muy importante, pero esto no quiere decir que vamos a arribar a un acuerdo”, sostuvo el titular del Palacio de Hacienda antes de partir. En París se sumarán a la comitiva argentina los responsables de la Unidad de Renegociación de la Deuda Externa, Hernán Lorenzino y Adrián Cosentino. El regreso a Buenos Aires está previsto para el jueves, pero el funcionario consideró posible extender su estadía en París, dependiendo “del grado de avance de la negociación”.
El mecanismo de pago que propone la Argentina contempla un desembolso inicial en efectivo que será seguido por un cronograma de pagos de mediano plazo (aproximadamente cinco años). El acuerdo incluye la posibilidad de acelerar los pagos si las condiciones financieras de la Argentina mejoran, como afirman los miembros del Club de París.
Aunque optimistas, los funcionarios del equipo económico se muestran cautelosos. Las diferentes negociaciones abortadas desde 2005, por motivos internos y externos, obligan a avanzar con precaución. La cifra consolidada de la deuda en default con los distintos países asciende a 10 mil millones de dólares (más de la mitad son pasivos contraídos antes de 1983, fundamentalmente durante la última dictadura militar). Desde la cartera de Economía consideran que alcanzar un acuerdo con el Club de París permitirá mejorar las condiciones de acceso a los mercados internacionales (aunque en el corto plazo no evalúan emitir deuda en dólares) y, fundamentalmente, destrabará restricciones financieras para los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED). La ausencia de un acuerdo dificulta que firmas de países como Japón o Alemania concreten y financien sus inversiones productivas en la Argentina.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, arribará hoy a la capital de Francia, donde buscará avanzar en las negociaciones para regularizar la deuda en default con los miembros del Club de París. “Hemos avanzado decididamente hacia un acuerdo, pero no hemos definido los plazos ni hemos avanzado más allá de los lineamientos presentados en enero”, informó ayer el funcionario. El mecanismo de pago que propone la Argentina no contempla la participación del FMI. El objetivo es lograr un acuerdo que promueva inversiones productivas en el país a cambio de la cancelación en cuotas del pasivo que, si se computan intereses atrasados y punitorios, asciende aproximadamente hasta 10 mil millones de dólares.
La reunión del funcionario y el secretario de Finanzas, Pablo López, con el foro informal de acreedores será mañana en la sede del Tesoro de Francia, que está a cargo de la Secretaría del Club de París. “Será la primera reunión con todos los acreedores y eso es muy importante, pero esto no quiere decir que vamos a arribar a un acuerdo”, sostuvo el titular del Palacio de Hacienda antes de partir. En París se sumarán a la comitiva argentina los responsables de la Unidad de Renegociación de la Deuda Externa, Hernán Lorenzino y Adrián Cosentino. El regreso a Buenos Aires está previsto para el jueves, pero el funcionario consideró posible extender su estadía en París, dependiendo “del grado de avance de la negociación”.
El mecanismo de pago que propone la Argentina contempla un desembolso inicial en efectivo que será seguido por un cronograma de pagos de mediano plazo (aproximadamente cinco años). El acuerdo incluye la posibilidad de acelerar los pagos si las condiciones financieras de la Argentina mejoran, como afirman los miembros del Club de París.
Aunque optimistas, los funcionarios del equipo económico se muestran cautelosos. Las diferentes negociaciones abortadas desde 2005, por motivos internos y externos, obligan a avanzar con precaución. La cifra consolidada de la deuda en default con los distintos países asciende a 10 mil millones de dólares (más de la mitad son pasivos contraídos antes de 1983, fundamentalmente durante la última dictadura militar). Desde la cartera de Economía consideran que alcanzar un acuerdo con el Club de París permitirá mejorar las condiciones de acceso a los mercados internacionales (aunque en el corto plazo no evalúan emitir deuda en dólares) y, fundamentalmente, destrabará restricciones financieras para los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED). La ausencia de un acuerdo dificulta que firmas de países como Japón o Alemania concreten y financien sus inversiones productivas en la Argentina.
