América Latina: más crecimiento, menos pobres

La pobreza en América Latina alcanzó en 2011 sus niveles más bajos en dos décadas. Esa una de las conclusiones principales del más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), una entidad adscrita al sistema de Naciones Unidas.
En el informe titulado Panorama Social de América Latina 2011, la Cepal señaló cómo la pobreza en 1990 fue de 48,4%, mientras en 2010 fue de 31,4%.
En el mismo periodo también disminuyó la indigencia (o pobreza extrema). Pasó del 22,6% al 12,3%. En términos absolutos, estas cifras indican que en 2010 había 177 millones de personas pobres, de las cuales 70 millones se consideraron indigentes.
En comparación con 2009, en 2010 la pobreza y la indigencia se redujeron en 1,6% y 0,8%, respectivamente.
Pero esa tendencia no continuaría del todo en 2011: las estimaciones de la Cepal señalan que la pobreza se reducirá levemente (de 31,4% a 30,4%), pero la indigencia aumentará de 12,3% a 12,8%.
¿A qué se deben estas cifras?
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Crecimiento y empleo
La caída en los índices de pobreza fue de la mano con la recuperación del crecimiento económico en la región.
Según le explicó a BBC Mundo Isaac Cohen, exdirector de la oficina de Washington de la Cepal y actualmente consultor económico y financiero, «las economías de América Latina han estado creciendo a unas tasas respetables».
«La única excepción fue la caída en 2009 por la recesión mundial, pero a partir de ese momento la recuperación de América Latina fue muy rápida y el crecimiento es el que ha estado ayudando a reducir la pobreza».
A través de subsidios para la educación y la salud, gobiernos de América Latina han disminuido la pobreza.
«Crecimiento significa empleo», añade Cohen, «una economía que crece emplea más personas».
Durante la presentación del informe en la sede del organismo en Santiago de Chile, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, dijo que «la reducción de la pobreza ha venido fundamentalmente de una mejoría en los ingresos laborales y un poco menos de las transferencias públicas monetarias».
Cohen resalta que «esto quiere decir, por ejemplo, que se le paga a una persona si envía a sus hijos a la escuela, se le paga una asignación si lleva a sus hijos a que sean vacunados».
«De esa manera se evita la transmisión intergeneracional de la pobreza. Generalmente, si una familia es pobre muy seguramente los hijos serán pobres, excepto si hay una política deliberada por parte del gobierno», explica.
Más indigentes
Pero, al tiempo que los ingresos laborales y los programas de subsidios mejoraron las condiciones de vida de los estratos que viven en condición de pobreza, también hubo elementos que, de confirmarse las estimaciones de la Cepal, llevarían al crecimiento reciente de la indigencia.
Bárcena señaló en este sentido que la principal causa es el alza de los precios de los alimentos, que influyen notoriamente en la canasta de los hogares más pobres.
La Cepal proyecta que el número de pobres en América Latina descenderá en 2011 hasta 174 millones.
Además, como indica Cohen, «es más difícil llegarles a los grupos extremadamente pobres y las políticas económicas de los gobiernos a veces no alcanzan a esos estratos».
En Perú, Ecuador, Argentina, Uruguay y Colombia la pobreza se redujo significativamente, mientras que los únicos dos países donde la pobreza tuvo un alza relevante fueron México y Honduras.
La situación específica de estos últimos dos países, en opinión de Cohen, se debe a que las economías no han crecido suficientemente.
La Cepal explica que «en el caso de México, la comparación se realizó con la medición de pobreza de 2008, por lo que la cifra no solo refleja la expansión de la economía mexicana en 2010 sino también la fuerte contracción del PIB per cápita en 2009».
Ambivalencias
«La reproducción de la sociedad se está dando más en los hogares pobres, lo cual es una noticia alarmante.»
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal
La Cepal resalta que América Latina presenta situaciones ambivalentes y que, a pesar de las cifras favorables en reducción de pobreza, los retos siguen siendo de consideración.
Así, por ejemplo, la reducción de la pobreza ha estado limitada por los empleos de baja productividad y baja remuneración, además de la escasa protección social.
Igualmente, se ha reducido la fecundidad de 6 hijos por mujer en 1950 a 2,1 en 2010, lo que augura mayores posibilidades de bienestar en familias con menor número de dependientes. Al mismo tiempo, sin embargo, hay mayor incidencia de maternidad adolescente en las mujeres menos educadas.
«La reproducción de la sociedad se está dando más en los hogares pobres, lo cual es una noticia alarmante», dijo Bárcena.
La Cepal reconoce una tercera ambivalencia: aunque el gasto social ha crecido, los sistemas de protección no logran alcanzar por igual a la población que los necesita, y por eso dejan a algunos grupos vulnerables.
Por eso, la secretaria de la Cepal argumentó que «si bien los gobiernos han hecho un esfuerzo con el gasto público que tienen disponible, la gran jugada tiene que ir hacia transformar la estructura productiva».

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