10:59 › LONDRES
El fundador de WikiLeaks, sitio que difundió documentos secretos de Estados Unidos, sorprendió con el anticipo sobre una pronta salida de la embajada de Ecuador en Londres, donde lleva dos años con asilo político. Assange subrayó que no se produjo «ningún movimiento» ni «se presentaron cargos» contra él en la causa por supuesto abuso sexual por la que tiene pedido de extradición a Suecia, desde donde podría ser llevado a Estados Unidos y ser juzgado por otros cargos.
Acompañado por el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, el australiano se mostró ambiguo sobre los rumores difundidos por el canal de televisión británica Sky News, que le atribuyen problemas coronarios y de pulmón. «Voy a dejar la embajada pronto, pero quizá no por las razones que ofrecen los medios de Murdoch», explicó Assange.
De buen aspecto y con barba blanca, el fundador de Wikileaks aludió a las «dificultades» que conlleva vivir en una habitación pequeña –«algo que afectaría a cualquier persona sana»– y sin poder salir al exterior ya que, de hacerlo, sería inmediatamente detenido por la policía británica y llevado ante la justicia sueca.
Por eso, Assange denunció que durante los dos años transcurridos no se produjo «ningún movimiento» en la investigación sueca y subrayó, en varias ocasiones, que «nunca se presentaron cargos» contra él «ni en Suecia ni en el Reino Unido».
Por su parte, Londres reiteró hoy su «compromiso para alcanzar una solución diplomática» a una situación «difícil y costosa», según un portavoz del ministerio británico de Asuntos Exteriores. Sin embargo, el gobierno británico sostiene la negativa a concederle un salvoconducto diplomático que le permita abandonar la embajada ecuatoriana y viajar rumbo al país latinoamericano.
En la rueda de prensa, el canciller Patiño corroboró la posición de su gobierno de «mantener la condición de asilado político de Assange», así como su disposición a «continuar conversando con el Reino Unido y Suecia para encontrar una solución a la gran violación de derechos humanos» cometida contra el periodista.
El titular de Exteriores de Ecuador lamentó que hayan transcurrido «dos años perdidos para todos, de angustiante incertidumbre, sin justicia para nadie» y resaltó que en estos dos años se realizaron «una serie de reformas en el marco legal británico en materia de extradición» que, en principio, impedirían extraditar a personas que no fueron acusadas por ningún juez, «tal y como ocurre en el caso de Assange». «Llegó la hora de liberar a Assange», sentenció.
El temor del australiano es que Suecia lo extradite eventualmente a Estados Unidos, donde un Gran Jurado investiga a él y a WikiLeaks por haber difundido en 2010 cables diplomáticos que denunciaban, entre otros, los abusos cometidos en Irak y Afganistán.