Cambio de Época: Ahora la Era Planetaria

Argentina
Cambio de Época: Ahora la Era Planetaria
El análisis de Roberto Dromi, director general de ÉPOCA
La Modernidad concluyó a fines del siglo XX. Nació con la bisagra de los siglos XVI-XVII. Tuvo en el Quijote un expositor categórico del adiós medieval (1605) y feneció con la Centesimus Annus (1991) de Juan Pablo II y con Que Salga el Sol (1999) de Simón Peres, que iluminan el amanecer de la “Era Planetaria”.
Darse cuenta: El mundo es otro. No es el de ayer
La metamorfosis planetaria es para salvaguardar los “derechos del hombre” a la humanidad, a la vida, a la paz, a la naturaleza, a la salud, a la alimentación y al desarrollo y las “nuevas ideas de organización” para la gobernanza que explican el porqué, cómo y para qué del cambio.
La era planetaria tiene identidades propias:
Es Tiempo Mundial. Universal, no global, no homogéneo. Heterogéneo con políticas comunes adaptadas al ritmo de los pueblos.
Es Tiempo Pragmático, con medidas a la medida de cada realidad con acciones ciertas, no virtuales.
Es Tiempo de Paz, de solidaridad, cooperación y humanidad.
Es Tiempo de Consensos. De acuerdos y diálogo con participación.
Es Tiempo de Crecer, con consensos y caminos ciertos de desarrollo.
Es Tiempo de Principios, de nuevos paradigmas y renovados valores.
Es Tiempo de Educación, de salud integral para salvaguardar la existencia humana y poder crecer.
Es Tiempo de Pensar y Obrar para:
1. Hacer un concilio ecuménico “Sobre el hombre y el Estado”. Un símil, a 50 años, del Concilio Vaticano II de Juan XXIII y Paulo VI, un encuentro de dirigencias e inteligencias para pensar el cómo del desarrollo y la gobernanza planetaria.
2. Instalar un sistema de regulación y organización veritativo y eficiente en todos los espacios institucionales a medida de sus pueblos.
3. Renovar los valores con la fórmula finalista: + Educación + Salud + Cultura + Trabajo + Naturaleza + Equidad + Solidaridad + Integración + Participación + Gestión.
4. Cambiar los paradigmas y desenvolver los principios para una vida planetaria solidaria y equitativa.
5. Dar respuestas a los desafíos comunes en educación, salud, ambiente, alimentos, trabajo, cultura, seguridad y gestión, haciendo un nuevo contrato social a medida de los paradigmas planetarios.
6. Gestionar hasta para sanear errores de gestión. Negociar por casos para alcanzar acuerdos de “pax” y corregir equívocos, a medida de la necesidad.
7. Excluir del ajuste a la educación y a la salud integral. No debemos parar las vías del crecer humano de la existencia. Dar educación y cuidar la salud; de lo contrario siempre será tarde para millones de habitantes.
8. Responsabilizar a los responsables. A la “city financiera”, a los agentes de la violencia y la violación de los derechos humanos y a las organizaciones internacionales que se hagan cargo de lo que “les pertenece por lo ocurrido”, reinstalando otros organismos internacionales universales o continentales en armonía con los paradigmas de la nueva era.
9. Alcanzar una ecuación de ajuste + crecimiento, direccionada en su eficacia y valor agregado por la Reducción del déficit y la competitividad del desarrollo. Rehacer la empresa país con valores + industrias y tecnologías de pertenencia + recursos humanos eficaces. Es la directriz de esperanza y paz.
10. Reinventar América. El mundo joven, de vasos comunicantes con Europa, África y Asia, como espacio territorial de síntesis, para proyectar futuridad compartida. Volvamos al consenso en la verdad, el único camino que se adapta a todos los tiempos. Es hora de “Estar donde pasan las cosas”.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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