Claude-France Arnould, directora ejecutiva de la Agencia Europea de Defensa (EDA, en sus siglas en inglés), llega este martes a Madrid intrigada por el panorama que se pueda encontrar, en vista de los drásticos recortes presupuestarios que también afectan a Defensa. Paradójicamente, la crisis es una oportunidad para la EDA, cuya misión es catalizar el cambio para que los Estados compartan esfuerzos y presupuestos en el área de la seguridad. “La paz nunca está asegurada”, dice Arnould. “Miren ustedes a su alrededor. El mundo es cada vez más inestable y eso se ve en la vecindad española. Estados Unidos ha dicho claramente que no volverá a hacer por nosotros lo que nosotros debemos hacer solos”.
Es la tercera visita de Arnould a España desde que a principios de 2011 asumió la dirección de la EDA. Durante dos días de estancia en Madrid se entrevistará con el ministro Pedro Morenés y otros responsables del Ministerio de Defensa, visitará las instalaciones de Airbus Military y de Indra y se reunirá con representantes de la industria asociada a la defensa.
La defensa crea innovación tecnológica y empleo: al menos 30.000 puestos de trabajo
“La EDA está para ayudar y en particular a España en estos momentos. Se trata de buscar mayor eficiencia con los recursos disponibles. Es el momento de cooperar y compartir”, dice la responsable de esta agencia de la UE en su sede bruselense. “España se podría beneficiar en apoyo de operaciones, en formación, logística, comunicaciones…. puede jugar un gran papel, como demostró el mes pasado con las maniobras en Zaragoza de formación y transporte aéreo, un elemento crucial en operaciones de seguridad”.
Desgrana enseguida otras áreas de cooperación en las que España tiene capacidades o puede sacar partido de su participación en proyectos de la EDA: la protección química, biológica, radiológica y nuclear; la tecnología contra artefactos explosivos improvisados (IED), causante del 90% de las bajas en Afganistán; los aviones nodriza, y los medios tecnológicos y capacidades humanas para conseguir inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Las insuficiencias europeas en estas dos últimas áreas quedaron flagrantemente de manifiesto durante la campaña libia. ”Hemos desarrollado un laboratorio sobre IED con Indra”, subraya Arnould y “para los aviones nodriza Airbus Military es proveedor de medios”.
La opinión pública española, y ahora más que nunca, tiende a considerar los gastos en Defensa como dispendios. Y sus recortes, siempre insuficientes. “Los sondeos indican que la opinión pública europea está a favor de que haya seguridad y defensa”, recuerda la responsable de la EDA. “Reconozco que no es fácil gastar dinero en Defensa. Pero hay diversas razones para intervenir: el mundo es cada vez más inestable y eso se ve en la vecindad española; se necesitan capacidades militares para intervenir en casos de desastres naturales; la capacidad industrial de la defensa crea innovación tecnológica y empleo: al menos 30.000 puestos de trabajo en empresas grandes y pequeñas en España, y hay tecnologías en las que si se pierde la capacidad se pierde para siempre. Indra, por ejemplo, tiene muy alto nivel tecnológico”.
Algunos Estados sienten la inseguridad más que otros por su situación geográfica o geopolítica», asegura al interlocutor español
En la UE se va a abriendo paso poco a poco la idea de que el llamado poder blando, del que es maestra indiscutible, necesita ir acompañado del poder duro si quiere ser alguien en la escena internacional. “Si Europa quiere ser un actor mundial creíble necesita algo más que poder blando”, tiene dicho Catherine Ashton, Alta Representante para la Política Exterior de la Unión. “Las capacidades militares importan y por eso es crucial permitir su desarrollo con los limitados recursos de que disponemos”. Arnould la secunda: “El poder militar solo no asegura la paz ni la estabilidad. Pero el poder blando (la diplomacia, la ayuda al desarrollo, el apoyo a la población) necesita en ocasiones el apoyo del poder duro y eso es lo que buscamos: la capacidad de poder ejercer ese poder duro. Necesitamos el poder duro para garantizar la paz”.
“La paz nunca está asegura. Basta con mirar alrededor. Hay algunos Estados que sienten esa inseguridad más que otros por su situación geográfica o geopolítica”, indica la directora ejecutiva de la EDA al interlocutor español. “Los europeos tenemos que estar preparados para cualquier tipo de amenaza. Estados Unidos ha dicho claramente que no lo hará por nosotros. No quiere ser subcontratista de nuestra seguridad. Nos han dicho que si en el futuro queremos que nos ayuden debemos ser capaces de hacernos cargo de nuestra propia seguridad”.
Es la tercera visita de Arnould a España desde que a principios de 2011 asumió la dirección de la EDA. Durante dos días de estancia en Madrid se entrevistará con el ministro Pedro Morenés y otros responsables del Ministerio de Defensa, visitará las instalaciones de Airbus Military y de Indra y se reunirá con representantes de la industria asociada a la defensa.
La defensa crea innovación tecnológica y empleo: al menos 30.000 puestos de trabajo
“La EDA está para ayudar y en particular a España en estos momentos. Se trata de buscar mayor eficiencia con los recursos disponibles. Es el momento de cooperar y compartir”, dice la responsable de esta agencia de la UE en su sede bruselense. “España se podría beneficiar en apoyo de operaciones, en formación, logística, comunicaciones…. puede jugar un gran papel, como demostró el mes pasado con las maniobras en Zaragoza de formación y transporte aéreo, un elemento crucial en operaciones de seguridad”.
Desgrana enseguida otras áreas de cooperación en las que España tiene capacidades o puede sacar partido de su participación en proyectos de la EDA: la protección química, biológica, radiológica y nuclear; la tecnología contra artefactos explosivos improvisados (IED), causante del 90% de las bajas en Afganistán; los aviones nodriza, y los medios tecnológicos y capacidades humanas para conseguir inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Las insuficiencias europeas en estas dos últimas áreas quedaron flagrantemente de manifiesto durante la campaña libia. ”Hemos desarrollado un laboratorio sobre IED con Indra”, subraya Arnould y “para los aviones nodriza Airbus Military es proveedor de medios”.
La opinión pública española, y ahora más que nunca, tiende a considerar los gastos en Defensa como dispendios. Y sus recortes, siempre insuficientes. “Los sondeos indican que la opinión pública europea está a favor de que haya seguridad y defensa”, recuerda la responsable de la EDA. “Reconozco que no es fácil gastar dinero en Defensa. Pero hay diversas razones para intervenir: el mundo es cada vez más inestable y eso se ve en la vecindad española; se necesitan capacidades militares para intervenir en casos de desastres naturales; la capacidad industrial de la defensa crea innovación tecnológica y empleo: al menos 30.000 puestos de trabajo en empresas grandes y pequeñas en España, y hay tecnologías en las que si se pierde la capacidad se pierde para siempre. Indra, por ejemplo, tiene muy alto nivel tecnológico”.
Algunos Estados sienten la inseguridad más que otros por su situación geográfica o geopolítica», asegura al interlocutor español
En la UE se va a abriendo paso poco a poco la idea de que el llamado poder blando, del que es maestra indiscutible, necesita ir acompañado del poder duro si quiere ser alguien en la escena internacional. “Si Europa quiere ser un actor mundial creíble necesita algo más que poder blando”, tiene dicho Catherine Ashton, Alta Representante para la Política Exterior de la Unión. “Las capacidades militares importan y por eso es crucial permitir su desarrollo con los limitados recursos de que disponemos”. Arnould la secunda: “El poder militar solo no asegura la paz ni la estabilidad. Pero el poder blando (la diplomacia, la ayuda al desarrollo, el apoyo a la población) necesita en ocasiones el apoyo del poder duro y eso es lo que buscamos: la capacidad de poder ejercer ese poder duro. Necesitamos el poder duro para garantizar la paz”.
“La paz nunca está asegura. Basta con mirar alrededor. Hay algunos Estados que sienten esa inseguridad más que otros por su situación geográfica o geopolítica”, indica la directora ejecutiva de la EDA al interlocutor español. “Los europeos tenemos que estar preparados para cualquier tipo de amenaza. Estados Unidos ha dicho claramente que no lo hará por nosotros. No quiere ser subcontratista de nuestra seguridad. Nos han dicho que si en el futuro queremos que nos ayuden debemos ser capaces de hacernos cargo de nuestra propia seguridad”.