«Donde hay inversión estatal desciende el delito»

Fernando Casullo, profesor de la Licenciatura en Criminología y Ciencias Forenses que se dicta en Cipolletti, plantea que hay que cambiar el sistema penal y judicial, que está en «crisis».
Por JULIANA MOLINA
Neuquén > La crisis del sistema penitenciario neuquino y los altos índices de violencia con que se cometen la mayoría de los hechos delictivos dejó al desnudo la necesidad de contar con profesionales especializados en temas relacionados al delito y más específicamente en criminología. La ausencia de ellos generó que las autoridades de la Universidad Nacional de Río Negro se plantearan crear una carrera vinculada a esta temática.
En este marco, en 2011 se creó la carrera de Criminología que ya cuenta con unos 200 alumnos y para el año que viene se esperan 600 inscriptos, aunque sólo 120 ingresarán ya que es una carrera con cupo.
“Estamos en un momento de cambio de paradigma. Hay fuertes discusiones y la gente está planteando que hay que cambiar el sistema penal y judicial que hoy se encuentra atravesando una fuerte crisis. Es evidente que como estamos no podemos seguir. Muestra de eso es la fuerte demanda de criminólogos que tenemos en la actualidad para que comiencen a trabajar hoy en las cárceles”, comentó Fernando Casullo, secretario técnico, profesor e investigador de la Licenciatura en Criminología y Ciencias Forenses, que se dicta en Cipolletti.
En los últimos diez años, el índice de delitos se ha mantenido en las mismas cifras pero sorprende la violencia con la que se generan. ¿Cree que esta situación pudo haber influido para plantear la creación de esta carrera?
Es evidente que es el momento ideal para empezar a formar estos profesionales y que se necesitan. La criminología es una disciplina que ha llegado para quedarse. Nosotros pensamos que se va a tener que pensar a los criminólogos con una mirada profundamente interdisciplinaria ya que no tiene sentido que se trabaje de manera separada. El reclamo que se está haciendo sobre la Justicia nos muestra claramente que esta situación no puede quedarse en los recelos profesionales. La gente está pidiendo que los fiscales trabajen conjuntamente con la Policía. Ya no alcanza con que cada sector ocupe sus espacios disciplinarios. Una tarea que tendrán los criminólogos será empezar a achicar estas brechas entre Justicia y Policía.
¿Cuál será el campo de acción de estos futuros criminólogos?
El Estado será uno de los ámbitos que sin duda va requerir la demanda de criminólogos en los gabinetes interdisciplinarios de cumplimiento de la pena, por ejemplo. Otro de los campos será la investigación. Podrán trabajar, siendo becarios para el Conicet y también en los gabinetes criminalístico privados. Apuntamos a la criminalística como un fenómeno civil. Lo cierto es que la demanda es mucha porque ya hoy, desde la Justicia, nos están pidiendo criminólogos que puedan empezar a trabajar. Una de las grandes demandas que existe en la actualidad es en los departamentos criminológicos penitenciarios.
¿Cómo afecta la ausencia de criminólogos en las cárceles?
Una realidad es que, por ejemplo, tienen un pabellón completo de personas condenadas por delitos de abuso sexual y necesitan trabajar con ellos para encontrar la manera de que no se los estigmatice. Otro de los grandes problemas es que tienen un índice de reincidencia, que si bien no es excesivamente alto, termina generando superpoblación en las cárceles y este es un tema en el que hay que trabajar.
Otro gran tema son las requisas. Los agentes no están especializados y es por eso que se está pidiendo la intervención de criminólogos ya que en la actualidad no hay profesionales que realicen esta tarea.
Ante la ausencia de estos profesionales, ¿quiénes cumplen su rol?
En algunos sectores notamos que nadie. Esto queda en evidencia con la crisis que hay actualmente en el sistema penitenciario de la provincia. Pero una de las disciplinas que se ha hecho cargo de este rol ha sido el derecho. En este momento, los fiscales, que en su mayoría llevan adelante las investigaciones, necesitan de ese brazo conocedor que cumplirá el criminólogo. Otras que necesitan de su asesoramiento son los jueces ya que a la hora de informar a veces cometen errores.
¿Qué opina de la Policía provincial?
La formación de las fuerzas es un lugar donde hay que trabajar muy fuerte. Hay que eliminar los procesos de militarización. Hay que erradicar que esta idea sirve para los momentos de crisis. Son fuerzas que en este punto están fallando. No están logrando los niveles de contención que son necesarios. Por ejemplo, los agentes penitenciarios deberían estar capacitados en mediación de conflictos y no se los especializa en este tema. La realidad es que como estamos hoy no podemos seguir. Creo que la formación militar como la están pensando hoy no sirve para seguir adelante. Tendrían que tener una formación académica, como todas las carreras.
El oeste de la ciudad se ha transformado en el foco de los hechos delictivos, o al menos esa es la creencia popular. Frente a esta situación, ¿cuál podría ser una posible solución?
Los procesos de segmentación urbana son muy complejos. Y esto hace que sea muy compleja la solución. Es evidente que hay una ausencia de inversión del Estado en el oeste de nuestra ciudad. Algunos se preguntan: ¿de qué me sirve que estén embelleciendo el centro, haciendo una fuente muy linda, si en el Oeste hay carencias básicas? Donde hay inversión estatal se denota un descenso del índice de delitos. Cuando se ve la creación de hospitales, plazas, el delito disminuye.
¿Existe una relación entre delito y crecimiento poblacional?
El crecimiento demográfico a pasos agigantados no sólo genera delitos vinculados a la pobreza sino que comienza a crear muchas más preocupantes como lo es el narcotráfico. El Alto Valle dejó de ser un lugar de paso para transformarse en uno de consumo. Este delito tiene muchas particularidades porque hay que empezar a desarticular estas redes. Es muy complejo ya que, en general, quienes la venden son personas de bajo nivel social y los que la adquieren son de sectores altos. Y lo que sucede es que se estigmatiza a los pobres y no se investiga el sector de consumo. También hay una realidad que queda cómodo que en algunos sectores se creen cocina de droga porque otros barrios empiezan a pedir y es así que se generan los espacios de consumos. En esto también influye que se liberan zonas.
¿Cree que el delito podría disminuir?
Creo que vamos a lograr una modificación en el paradigma de abordaje. Parte del problema, dentro de la discusión si el delito es una sensación o no, hemos dejado de discutir delitos para hablar de delito. Y tendremos que empezar a pensar cómo disminuir niveles de delitos, desagregados por tipo de delito, desagregados por clases sociales, desagregados por ubicación espacial. No vamos a bajar los índices de homicidios de un año al otro, pero sí vamos a comenzar a plantearnos políticas focalizadas para cada sector.

Acerca de Maria

Politóloga. Me interesa la teoría de la democracia y el estudio del populismo.

Ver todas las entradas de Maria →

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *