Comprar un inmueble hoy demanda el doble de sueldos que en el 1 a 1

El sueño de la casa propia parece cada vez más lejano. Es que el valor del metro cuadrado de una propiedad media equivale aproximadamente hoy a tres salarios de $ 3.000 y para comprar una vivienda -de 50 m2 en un barrio medio de la Capital Federal- se necesitan al menos 135 sueldos. Es decir más de 11 años de trabajo.
En la época de la convertibilidad el valor del m2 rondaba los u$s 1.000, pero esa cifra ha sufrido grandes modificaciones llegando hoy un aumento de entre el 65% y un 100%. En aquellos tiempos dorados del 1 a 1 eran necesarios por lo menos 66 salarios de $ 750 (o dólares) para adquirir un inmueble estándar de 50 m2, que rondaba los u$s 50 mil. Hoy ese inmueble vale alrededor de u$s 100.000.
Los inmuebles de hoy se pueden clasificar en tres tipos: los más antiguos, de entre 20 y 30 años cotizan su m2 en u$s 2.000. Aquellos más nuevos que llegan a tener servicios extras como gym o pileta de natación (entre 5 y 10 años de antigüedad) rondan los u$s 2.500 el m2. Mientras que las grandes torres con servicios adicionales y a estrenar cuestan u$s 3.500 m2.
Con el desplome de la convertibilidad y la devaluación, los sueldos se deterioraron y los inmuebles también bajaron en dólares hasta caer en el peor momento a un 50% de su valor. Con el dólar básicamente estable los salarios se fueron recuperando, pero los departamentos siguieron aumentando sus precios, llegando hoy a registrar el nivel más alto de los últimos 10 años.
El incremento de la propiedad y la falta de créditos hipotecarios han provocado también un crecimiento en los alquileres. «El valor de la renta porcentual bajó aunque aumentaron el capital y el tipo de cambio. Hoy sale más barato alquilar que en la época del 1 a 1», explicó Guillermo González, presidente de Araks Inmobiliaria. Además aclaró que hay mucha más demanda de inmuebles para alquiler que hace 10 años cuando el principal negocio era invertir en ladrillo.
«Los alquileres no están baratos. Los créditos hipotecarios están caros. Las propiedades están caras y los salarios no aumentaron tanto», sostuvo Néstor Walenten, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina a través de su página web.
El movimiento inmobiliario llegó a su máximo desarrollo en 2010, pero en los primeros meses de este año el mercado se calmó. «La gente entra en un estado de expectativa por las elecciones, siempre pasa en estas épocas, por lo que perdimos la fluidez de 2010», indicó González. Según los datos brindados por el Colegio de Escribanos, en diciembre del año pasado se llegó al máximo de escrituras autorizadas para el total de 2010 con 7.037 y ese número sufrió una baja importante a comienzos de este año con 3.863 transacciones (aunque la cifra fue similar a la de la misma época hace un año, lo que marca un buen nivel de movimientos en el sector).
A pesar de que el esfuerzo por comprar una propiedad es cada vez mayor, la gente que tiene la posibilidad de hacerlo sigue invirtiendo en ladrillo. Según los especialistas inmobiliarios lo que más se busca son los departamentos de 2 y 3 ambientes en zonas como Palermo, Belgrano y Caballito. Los inmuebles más accesibles son los usados, con más de 20 años de antigüedad pero en edificios conservados. Allí las expensas son más baratas que en las construcciones de menos años y el m2 es el más económico, pero hoy escasean en el mercado. «Aquellos que tienen un departamento y no lo usan para vivir deciden alquilarlo, hoy es el mejor negocio, pocos son los que quieren vender», sostuvo Guillermo González.
La demanda de alquileres subió un 50% en los últimos 10 años, esto se debe al crecimiento de construcciones, que en el lapso de tres años derivó en nuevos inmuebles. Las rentas rondan entre los
$ 2.500 y $ 2.700 (2 y 3 ambientes en zonas medias de la Capital Federal), así aquellos que no pueden acceder a un crédito y cuentan con salarios bajos se inclinan por el alquiler, un negocio que crece cada vez más.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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