La canasta de alimentos, que se utiliza para medir la indigencia, para el INDEC en julio pasado costaba $ 195,26 mensuales. Para la Dirección de Estadística y Censos (DEC) de la Provincia de Entre Ríos valía $361,91, un 85% más.
En consecuencia, para el INDEC una familia tipo (matrimonio y 2 hijos) podía alimentarse y no ser indigente con $ 644,36 por mes, mientras que para su par de Entre Rios necesitaba $ 1.194,32. Algo parecido pasa con el Chaco. El último dato de la canasta alimentaria del Departamento de Información Economía y Social (DIES) de esa Provincia es de febrero de 2011 y arrojó $332,29, cuando para esa fecha el INDEC informó que era de $ 187,79.
¿Cómo es que institutos oficiales difunden valores tan disímiles para una canasta compuesta por las mismas cantidades de alimentos ? No es por un problema de manipulación política porque tanto Chaco como Entre Rios están gobernados por el Frente para la Victoria. Lo que pasa es que cada organismo oficial multiplica las cantidades de esos productos por los precios que cada uno mide : el INDEC por los suyos, que corresponden a la Capital y GBA, Entre Rios, por sus precios, obtenidos de la ciudad de Paraná. Y Chaco, por los precios de la ciudad de Resistencia.
Llamativamente, hasta diciembre de 2006, el valor de la canasta básica entrerriana y chaqueña era un poco más bajo que el del INDEC, algo que los especialistas admitían porque muchos alimentos tienen menores precios en el interior del país . Desde entonces sucede lo contrario y ahora alimentarse en la Capital o en el conurbano bonaerense costaría casi la mitad que en esas ciudades.
Lo que pasó es que a fines de 2006, con la “intervención” al Área de Precios del INDEC, las cosas cambiaron. Desde entonces, por la subvaluación de los precios que aplica el INDEC, la brecha entre los valores de la canasta se fue agrandando, hasta llegar ahora al 85%. Según el Instituto Nacional, en más de 50 meses, la canasta se encareció apenas un poco más del 40%, y para Dirección provincial de Entre Rios un 177%.
En consecuencia, para el INDEC una familia tipo (matrimonio y 2 hijos) podía alimentarse y no ser indigente con $ 644,36 por mes, mientras que para su par de Entre Rios necesitaba $ 1.194,32. Algo parecido pasa con el Chaco. El último dato de la canasta alimentaria del Departamento de Información Economía y Social (DIES) de esa Provincia es de febrero de 2011 y arrojó $332,29, cuando para esa fecha el INDEC informó que era de $ 187,79.
¿Cómo es que institutos oficiales difunden valores tan disímiles para una canasta compuesta por las mismas cantidades de alimentos ? No es por un problema de manipulación política porque tanto Chaco como Entre Rios están gobernados por el Frente para la Victoria. Lo que pasa es que cada organismo oficial multiplica las cantidades de esos productos por los precios que cada uno mide : el INDEC por los suyos, que corresponden a la Capital y GBA, Entre Rios, por sus precios, obtenidos de la ciudad de Paraná. Y Chaco, por los precios de la ciudad de Resistencia.
Llamativamente, hasta diciembre de 2006, el valor de la canasta básica entrerriana y chaqueña era un poco más bajo que el del INDEC, algo que los especialistas admitían porque muchos alimentos tienen menores precios en el interior del país . Desde entonces sucede lo contrario y ahora alimentarse en la Capital o en el conurbano bonaerense costaría casi la mitad que en esas ciudades.
Lo que pasó es que a fines de 2006, con la “intervención” al Área de Precios del INDEC, las cosas cambiaron. Desde entonces, por la subvaluación de los precios que aplica el INDEC, la brecha entre los valores de la canasta se fue agrandando, hasta llegar ahora al 85%. Según el Instituto Nacional, en más de 50 meses, la canasta se encareció apenas un poco más del 40%, y para Dirección provincial de Entre Rios un 177%.