EL BANCO CENTRAL INDEPENDIENTE

En cualquier caso, estremece pensar en todos los años perdidos gracias al nido de ratas del Central. Habría que buscar la firma de Redrados y Prat Gayes en tanto curro, tanto ocultamiento, tanta complicidad con fuga de divisas.
Es como todo; antes no se tenía la suficiente fuerza, capacidad de inspección e investigación que se tiene ahora.
Axel, Vanoli, son la primera generación «no colonizada» de economistas que alcanza lugares de decisión.
Y les conocen las mañas.
Pero aún hace falta mucha desratización, y para eso hacen falta muchos desratizadores.
Se dirime mucho en estos tiempos, casi el destino del mundo. Los buitres cassssi nos tenían en el 2002, planificaron todo para volver a agarrarnos ahora, cuando están tomando posesión de la segunda potencia mundial (EEUU), y nos les estamos escabulliendo. No hay que cantar victoria, para nada. La jefa enferma sirve de recordatoria de cuán frágil es todo.
Pero ellos tampoco la tienen fácil.
Nosotros somos LO PEOR QUE LES PUDO HABER PASADO.
¿Por qué? Porque gracias a nosotros, perdieron uno de sus grandes poderes: EL ANONIMATO.
Ahora, si por ejemplo P&G se manda alguna, se mira quienes son los accionistas y se grita a los cuatro vientos.
O sea, pueden poner a Susanita con su voz estúpida diciendo lo buenos que son los productos de P&G. Y en la misma hoja del diario ves que entre los accionistas de P&G hay buitres de todas las especies.
Ya no pueden darle a un botoncito y con eso se acaba el mundo, y nadie sabe por qué.
Ahora, gracias a todos estos alucinados que andamos sueltos por estas latitudes, se saben cada vez más «porqués».
Se sabe que todo ha sido taimada, repugnantemente pensado para que del sufrimiento nazcan sus fortunas y sus Cezannes a 200 palos verdes.Ellos los llaman, en el colmo del cinismo, moral hazard.
Es pura caradurez de delincuentes de sucios cuellos de marcas caras.
RH

Acerca de Napule

es Antonio Cicioni, politólogo y agnotólogo, hincha de Platense y adicto en recuperación a la pizza porteña.

Ver todas las entradas de Napule →

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *