El 3 de marzo de 1810 empezó a circular por Buenos Aires el Correo de Comercio , su editor era Manuel Belgrano. Fue crucial. Se editaron 52 números. Las noticias eran de orden político y económico, y la tendencia clara: pregonaba la emancipación de la Corona española, literalmente.
Antecedió por meses a La Gaceta de Buenos Aires, que apareció el 7 de Junio de 1810, bajo la pluma y la férrea doctrina de Mariano Moreno, que escribió y explicitó los objetivos de la publicación: “Excitar el ánimo del pueblo a examinar sus intereses y sus derechos…”.
Recordando la salida de La Gaceta, hace 201 años, se celebra hoy el Día del Periodista. Pero entre el Correo de Comercio y La Gaceta , se estableció un arco que modeló la estructura fundacional del periodismo en la Argentina. Ambos medios eran revolucionarios. El que inspiraba Belgrano no dependía de gobierno alguno y el de Moreno sí. Uno, el de Belgrano, era autónomo, La Gaceta era la voz oficial. Se incubaba la voluntad de expresión, pregonando la ruptura con la censura impuesta por la metrópoli colonialista. Fue un gran paso, pero un paso inicial el de La Gaceta .
Hoy la información ya no es un bien escaso a distribuir por los gobiernos.
Dijo Magdalena Ruiz Guiñazú: “Este Día del Periodista significa una situación inédita, que me alarma y es aquella en la cual el que no comparte un pensamiento se convierte en enemigo. Esto es muy peligroso, es una situación muy negativa y en la prensa se está dando un fenómeno que se da en la calle. Es una advertencia para que nos detengamos a tiempo, frente a una sociedad belicosa ante quien no comparte su pensamiento”.
Una de las formas clásicas de interrumpir el flujo comunicacional es la ofensa. La agresión suspende el tránsito y la multiplicación de la información. La descalificación es una metodología muy eficiente para quitar la palabra . Es que es una política de la palabra lo que está en juego.
Para Joaquín Morales Solá “es uno de los Días del Periodista más delicado y potencialmente más complicado desde la restauración de la democracia en 1983. Ahora no hay nada que celebrar, sino asumir que es un momento en el que hay riesgos grandes. Somos el centro de ataques de un Gobierno que ha elegido como enemigo a los medios de comunicación independientes, que ha dividido al periodismo en amigos y enemigos, ubicando como enemigo al periodismo independiente, que está siendo difamado, desprestigiado y descalificado por un amplio rango de medios oficiales y públicos, financiados por el Estado”.
Uno de los empresarios más beneficiados por el Estado es Sergio Szpolski, cuyos medios gráficos recibieron $38,6 millones, el año pasado, según cifras oficiales, cuando BAE también era de su propiedad. Es dueño de los diarios El Argentino, Tiempo Argentino, Diagonales, Miradas al Sur, las revistas Newsweek, 7Días y Veintitrés, entre otros. Tiene naturalmente una mirada diferente: “El Día del Periodista transcurre en una de las épocas con mayor libertad de expresión que se conozca en la historia democrática de la Argentina, porque a partir de la ley de medios han surgido nuevas voces; y, por supuesto, como empresario progresista apoyo la manifestación que el gremio de los periodistas hará en Clarín el día de mañana -por hoy-, para pedir por los derechos gremiales de los periodistas del grupo”.
Jorge Fontevecchia, dueño de la editorial Perfil, realiza un esfuerzo por comprender el pensamiento oficial: “Inspirados en Gramsci (Antonio, filósofo), el Gobierno llama a toda los medios privados no oficialistas ‘prensa hegemónica’. Simplificadamente, que Clarín y La Nación nos convencen al resto de los medios para que defendamos sus intereses, cuando somos víctimas de su posición dominante. Ser ‘idiota útil’ (tantas veces trataron de hacerme sentir así) de un fin superior al periodismo. Ser buen periodista -concluye- es tratar de acercarse a la verdad, aunque no nos convenga”.
En la misma línea, Jorge Fernández Díaz, secretario de Redacción de La Nación trazó el circuito de la lógica que nos atrapa. “Un gobierno de raigambre feudal confluyó con un grupo intelectual que odia el rol del periodismo independiente. En esa coordenada maldita, tan peligrosa para la libertad de expresión, los periodistas profesionales vivimos el dolor de ser colocados, día a día, en el banquillo de los acusados por quienes detentan el poder y desean ser impunes, y por quienes le hacen tristemente el coro”.
Luis Majul corrobora ese clima: “Nunca, desde 1983, los periodistas no oficialistas tuvimos tantos inconvenientes para trabajar con la mínima tranquilidad. Los escraches a algunos, la persecución de los servicios de inteligencia y la AFIP a otros, el quite o la reducción de la publicidad oficial a casi todos, es algo que no se había vivido ni en la peor época del menemismo. La despenalización de los delitos de calumnias e injurias que debemos reconocerle a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no es capaz de borrar todo este descomunal hostigamiento a los periodistas profesionales” Dijo Jorge Lanata: “Celebrar el Día del Periodista es estar en una profesión que hoy está severamente cuestionada desde el Gobierno y que en muchos casos está como distorsionada. Hace un tiempo no había que aclarar que uno no era un periodista militante, pero ahora sí. Yo creo en el periodismo de periodistas, no de periodistas militantes. Es un momento difícil, no solo ahora, sino desde hace varios años para acá. También tiene que ver con la crisis económica y con una especie de laxitud profesional, que hace que algunos periodistas también hagan prensa o algo que no tiene que ver con la profesión”. Lanata confirma su vocación, a pesar de todo: “El Día del Periodista siempre es un día para celebrar, porque hacemos el trabajo que nos gusta”.
Nelson Castro coincide, en líneas generales: “Es un día en el que primero hay que resaltar la importancia del periodismo como profesión y del trabajo del periodista. Uno de los temas más delicados es que estamos viviendo un momento en el cual desde la cima del poder hay un intento por esmerilar el prestigio y la utilidad de la profesión. El periodismo honesto es un instrumento fundamental para hacer a la sociedad más transparente, donde la pluralidad es esencial para protegernos de toda idea de pensamiento único, que es la antítesis de todo pensamiento democrático”.
Por cierto, cabe diferir si así se quiere con los testimonios anteriores. Es lícito, por ejemplo, alabar al “periodismo militante” como hace Martín García, el presidente de la agencia Télam . Lo que se cuestiona no es la diferencia. Sino la ofensa.
Informe: Alejandro Alfie
Magdalena Ruiz Guiñazú: “Me alarma lo que pasa: estamos en una situación de belicosidad “.
Jorge Fontevecchia: “Ser un buen periodista es tratar de acercarnos a la verdad, aunque no nos convenga” .
Jorge Lanata: “Yo creo en el periodismo de periodistas, no de periodistas militantes” .
Luis Majul: “Nunca desde 1983 los periodistas no oficialistas tuvimos tantos inconvenientes”.
Jorge Fernández Díaz: “Hay un gobierno feudal y un grupo de intelectuales que odia el rol del periodismo” .
Nelson Castro: “Hay un intento desde el poder por esmerilar el prestigio y la utilidad de la profesión”.
Joaquín Morales Solá: “Es uno de los días del Periodista potencialmente más complicado desde 1983”.
Sergio Szpolski: “ El Día del Periodista transcurre en una de las épocas de mayor libertad de la historia”.
Pluma de honor a Morandini
La periodista y senadora Norma Morandini recibe hoy el premio “Pluma de Honor”, que le adjudicó la Academia Nacional de Periodismo.
Ayer Morandini dijo que “hay libertad de expresión, pero decir lo que se piensa se convirtió más en un acto de coraje, que de honestidad personal, porque ¿a quién le gusta verse ridiculizado en el sistema público?, que se convirtió en el sistema del Gobierno para descalificar a los que piensan de manera diferente”.
Antecedió por meses a La Gaceta de Buenos Aires, que apareció el 7 de Junio de 1810, bajo la pluma y la férrea doctrina de Mariano Moreno, que escribió y explicitó los objetivos de la publicación: “Excitar el ánimo del pueblo a examinar sus intereses y sus derechos…”.
Recordando la salida de La Gaceta, hace 201 años, se celebra hoy el Día del Periodista. Pero entre el Correo de Comercio y La Gaceta , se estableció un arco que modeló la estructura fundacional del periodismo en la Argentina. Ambos medios eran revolucionarios. El que inspiraba Belgrano no dependía de gobierno alguno y el de Moreno sí. Uno, el de Belgrano, era autónomo, La Gaceta era la voz oficial. Se incubaba la voluntad de expresión, pregonando la ruptura con la censura impuesta por la metrópoli colonialista. Fue un gran paso, pero un paso inicial el de La Gaceta .
Hoy la información ya no es un bien escaso a distribuir por los gobiernos.
Dijo Magdalena Ruiz Guiñazú: “Este Día del Periodista significa una situación inédita, que me alarma y es aquella en la cual el que no comparte un pensamiento se convierte en enemigo. Esto es muy peligroso, es una situación muy negativa y en la prensa se está dando un fenómeno que se da en la calle. Es una advertencia para que nos detengamos a tiempo, frente a una sociedad belicosa ante quien no comparte su pensamiento”.
Una de las formas clásicas de interrumpir el flujo comunicacional es la ofensa. La agresión suspende el tránsito y la multiplicación de la información. La descalificación es una metodología muy eficiente para quitar la palabra . Es que es una política de la palabra lo que está en juego.
Para Joaquín Morales Solá “es uno de los Días del Periodista más delicado y potencialmente más complicado desde la restauración de la democracia en 1983. Ahora no hay nada que celebrar, sino asumir que es un momento en el que hay riesgos grandes. Somos el centro de ataques de un Gobierno que ha elegido como enemigo a los medios de comunicación independientes, que ha dividido al periodismo en amigos y enemigos, ubicando como enemigo al periodismo independiente, que está siendo difamado, desprestigiado y descalificado por un amplio rango de medios oficiales y públicos, financiados por el Estado”.
Uno de los empresarios más beneficiados por el Estado es Sergio Szpolski, cuyos medios gráficos recibieron $38,6 millones, el año pasado, según cifras oficiales, cuando BAE también era de su propiedad. Es dueño de los diarios El Argentino, Tiempo Argentino, Diagonales, Miradas al Sur, las revistas Newsweek, 7Días y Veintitrés, entre otros. Tiene naturalmente una mirada diferente: “El Día del Periodista transcurre en una de las épocas con mayor libertad de expresión que se conozca en la historia democrática de la Argentina, porque a partir de la ley de medios han surgido nuevas voces; y, por supuesto, como empresario progresista apoyo la manifestación que el gremio de los periodistas hará en Clarín el día de mañana -por hoy-, para pedir por los derechos gremiales de los periodistas del grupo”.
Jorge Fontevecchia, dueño de la editorial Perfil, realiza un esfuerzo por comprender el pensamiento oficial: “Inspirados en Gramsci (Antonio, filósofo), el Gobierno llama a toda los medios privados no oficialistas ‘prensa hegemónica’. Simplificadamente, que Clarín y La Nación nos convencen al resto de los medios para que defendamos sus intereses, cuando somos víctimas de su posición dominante. Ser ‘idiota útil’ (tantas veces trataron de hacerme sentir así) de un fin superior al periodismo. Ser buen periodista -concluye- es tratar de acercarse a la verdad, aunque no nos convenga”.
En la misma línea, Jorge Fernández Díaz, secretario de Redacción de La Nación trazó el circuito de la lógica que nos atrapa. “Un gobierno de raigambre feudal confluyó con un grupo intelectual que odia el rol del periodismo independiente. En esa coordenada maldita, tan peligrosa para la libertad de expresión, los periodistas profesionales vivimos el dolor de ser colocados, día a día, en el banquillo de los acusados por quienes detentan el poder y desean ser impunes, y por quienes le hacen tristemente el coro”.
Luis Majul corrobora ese clima: “Nunca, desde 1983, los periodistas no oficialistas tuvimos tantos inconvenientes para trabajar con la mínima tranquilidad. Los escraches a algunos, la persecución de los servicios de inteligencia y la AFIP a otros, el quite o la reducción de la publicidad oficial a casi todos, es algo que no se había vivido ni en la peor época del menemismo. La despenalización de los delitos de calumnias e injurias que debemos reconocerle a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no es capaz de borrar todo este descomunal hostigamiento a los periodistas profesionales” Dijo Jorge Lanata: “Celebrar el Día del Periodista es estar en una profesión que hoy está severamente cuestionada desde el Gobierno y que en muchos casos está como distorsionada. Hace un tiempo no había que aclarar que uno no era un periodista militante, pero ahora sí. Yo creo en el periodismo de periodistas, no de periodistas militantes. Es un momento difícil, no solo ahora, sino desde hace varios años para acá. También tiene que ver con la crisis económica y con una especie de laxitud profesional, que hace que algunos periodistas también hagan prensa o algo que no tiene que ver con la profesión”. Lanata confirma su vocación, a pesar de todo: “El Día del Periodista siempre es un día para celebrar, porque hacemos el trabajo que nos gusta”.
Nelson Castro coincide, en líneas generales: “Es un día en el que primero hay que resaltar la importancia del periodismo como profesión y del trabajo del periodista. Uno de los temas más delicados es que estamos viviendo un momento en el cual desde la cima del poder hay un intento por esmerilar el prestigio y la utilidad de la profesión. El periodismo honesto es un instrumento fundamental para hacer a la sociedad más transparente, donde la pluralidad es esencial para protegernos de toda idea de pensamiento único, que es la antítesis de todo pensamiento democrático”.
Por cierto, cabe diferir si así se quiere con los testimonios anteriores. Es lícito, por ejemplo, alabar al “periodismo militante” como hace Martín García, el presidente de la agencia Télam . Lo que se cuestiona no es la diferencia. Sino la ofensa.
Informe: Alejandro Alfie
Magdalena Ruiz Guiñazú: “Me alarma lo que pasa: estamos en una situación de belicosidad “.
Jorge Fontevecchia: “Ser un buen periodista es tratar de acercarnos a la verdad, aunque no nos convenga” .
Jorge Lanata: “Yo creo en el periodismo de periodistas, no de periodistas militantes” .
Luis Majul: “Nunca desde 1983 los periodistas no oficialistas tuvimos tantos inconvenientes”.
Jorge Fernández Díaz: “Hay un gobierno feudal y un grupo de intelectuales que odia el rol del periodismo” .
Nelson Castro: “Hay un intento desde el poder por esmerilar el prestigio y la utilidad de la profesión”.
Joaquín Morales Solá: “Es uno de los días del Periodista potencialmente más complicado desde 1983”.
Sergio Szpolski: “ El Día del Periodista transcurre en una de las épocas de mayor libertad de la historia”.
Pluma de honor a Morandini
La periodista y senadora Norma Morandini recibe hoy el premio “Pluma de Honor”, que le adjudicó la Academia Nacional de Periodismo.
Ayer Morandini dijo que “hay libertad de expresión, pero decir lo que se piensa se convirtió más en un acto de coraje, que de honestidad personal, porque ¿a quién le gusta verse ridiculizado en el sistema público?, que se convirtió en el sistema del Gobierno para descalificar a los que piensan de manera diferente”.