Medidos en su discurso interno, Alberto Fernánez, Solá, Arroyo, Santa María, Filmus, Rossi y Navarro llaman a la unidad. “El enemigo está afuera”, dicen. Los líderes se quedan al margen y dejan hacer.La apertura estuvo a cargo de Santa María y dirigentes de los tres sectores del peronismo (Fotos: AGLP)
Empujado por la militancia, primero, y por las segundas líneas, después, el peronismo dio este miércoles un primer paso formal para avanzar hacia la unidad en 2019 con un mensaje unificador: el enemigo está en la Casa Rosada y no adentro del espacio. El evento fue organizado por dirigentes del kirchnerismo, el randazzismo y el massismo, que ahora tienen como objetivo llevar el mensaje a las provincias para sumar a los gobernadores.
“Es un puntapié”, “esto es un trabajo de hormiga”, “recién empezamos”, “nosotros arrancamos, pero esto se tiene que replicar”. En los pasillos de la Universidad Metropolitana (UMET), la dirigencia peronista se entusiasmó con la convocatoria del “Encuentro por la Unidad” y anunció el comienzo de lo que será una ardua tarea que tiene como único objetivo intentar limar las asperezas internas para llegar a 2019 con una propuesta electoral unificada, que pueda enfrentar –y ganarle– a Cambiemos.
El evento fue organizado por los representantes de distintos sectores del peronismo que, como informara este medio, ya se habían reunido en la UMET en el mes de diciembre para intentar avanzar en un acuerdo. Ese día, en la sede ubicada en la calle Sarmiento, habían estado el anfitrión, Víctor Santa María –presidente del PJ porteño-, Agustín Rossi y Daniel Filmus, por el kirchnerismo; Fernando “Chino” Navarro y Alberto Fernández, por el randazzismo; y Daniel Arroyo y Felipe Solá, del Frente Renovador. Los mismos siete dirigentes fueron los que abrieron este miércoles el “Encuentro por la Unidad”.
“Ayer tuvimos una reunión en el bloque con Sergio (Massa) y tuvimos un respaldo fuerte pero a título personal. No venimos en representación de todo el espacio”, aclaró al llegar Solá, diputado del Frente Renovador. La decisión del ex gobernador y de Arroyo, de sumarse a los demás sectores del peronismo para trabajar por la unidad, no tiene consenso hacia adentro del bloque y tiene su principal resistencia en la presidenta de la bancada, Graciela Camaño, y del propio Massa, que todavía no rompió formalmente su alianza con Margarita Stolbizer. Con todo, el líder del Frente Renovador deja hacer. En el encuentro también estuvo otra representante de su espacio, la ex diputada Liliana Schwindt.
#EncuentroPorLaUnidad | @felipe_sola: «Macri nos da miles de oportunidades, nos indigna todos los días, nos une sin querer. Lo que hacemos es punta tratando de que esto después se imite en otros lugares. ¡Viva Perón!» pic.twitter.com/lSv3vDiqDN
— LETRA P (@Letra_P) February 8, 2018
Más claro fue el apoyo a la iniciativa de Florencio Randazzo quien, si bien todavía no aparece personalmente, mandó al encuentro a todos los dirigentes que lo acompañaron en la elección. Allí estuvieron, además de Fernández y Navarro, el ex senador Juan Manuel Abal Medina –quien coordinó una mesa sobre política–, Florencia Casamiquela –quien lo secundó en la lista de candidatos a senadores- , el economista Agustín D´Attellis y el ex secretario de Turismo bonaerense, Miguel Cuberos.
Randazzo ya dio su aprobación a su mesa chica para avanzar en las negociaciones y dejó en claro que aprueba la idea de que el peronismo vaya a una gran PASO en 2019, aunque puso una condición: “que en la mesa de dirigentes, lo que se dice en privado sea igual a lo que se dice en público”. Con esa frase, el ex ministro apuntó al supuesto doble discurso que tuvo una parte del PJ bonaerense, que en 2017 proclamó en privado el fin del ciclo cristinista y luego lo abandonó para ir en la boleta detrás de la ex presidenta.
La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner también se mantuvo al margen, aunque también da señales de aprobación. Rossi, el jefe del bloque del Frente para la Victoria, de línea directa con la ex presidenta, fue uno de los organizadores del encuentro y ya se pronunció a favor de que el espacio compita en una primaria en 2019. “Milito 24 horas por día para que el 10 de diciembre de 2019 sea el último día que gobierne la derecha en Argentina”, gritó desde el escenario el santafesino, que se ganó la ovación de todo el auditorio. Tras su reencuentro, a fines del año pasado, la ex mandataria mantiene nuevamente diálogo fluido y permanente con Alberto Fernández, otro de los impulsores del evento.
Al margen del encuentro quedó, por ahora, la dirigencia de La Cámpora, con la única excepción del ex viceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis. Aunque “está informada de todo” y acata las decisiones políticas de la ex presidenta, la agrupación que lidera Máximo Kirchner, por ahora, mira desde afuera el armado. “Ya se van a sumar, vamos de a poco. No hay que espantar”, le dijo uno de los organizadores a Letra P.
En el grupo de dirigentes que se puso al frente del armado para 2019 señalan como una ventaja -para esta primera etapa- la ausencia de representantes “radicalizados” de cada uno de los sectores y también de las primeras líneas. “Esta misma reunión, con Cristina, se hubiera transformado en un acto de Cristina”, señalaba un armador del encuentro luego de la apertura. “Son las segundas líneas que empujan hacia arriba. Las primeras líneas ya se van a sumar”, resumió el mismo dirigente.
Entre los peronistas entusiasmados con la idea de la unidad todos creen que, tarde o temprano, la presión de los de abajo y el pedido de la militancia terminará sentando en la misma mesa a Cristina, Randazzo y Massa. Pero, en ese esquema, en la mesa peronista seguirá habiendo una pata floja: la territorial.
El encuentro de la UMET contó con la presencia de algunos intendentes, como el presidente del PJ Bonaerense, Gustavo Menéndez, Leonardo Nardini, Juan Pablo de Jesús, Santiago Magiotti y Gabriel Katopodis, Fernando Gray, aunque no estuvieron los matanceros Verónica Magario ni Fernando Espinoza.
En cuanto a las provincias, el único gobernador que se sumó a la reunión fue el puntano Alberto Rodríguez Saá, cada vez más cercano al kirchnerismo. El sanjuanino Sergio Uñac, cuya presencia estaba anunciada vía teleconferencia, mandó una carta de adhesión. Uno de los organizadores lo excusó con “problemas de agenda”. Por su provincia estuvieron, entre los más entusiastas, el presidente del PJ, José Luis Gioja, la diputada Daniela Castro y el ex senador Ruperto Godoy.
“Acá no está el enemigo, compañeros, está en Casa Rosada”, señaló el “Chino” Navarro para sellar, en público, lo que la dirigencia acordó en privado: terminar con las acusaciones cruzadas, dejar las diferencias y rencores de lado y concentrarse en construir para 2019. “Macri nos da miles de oportunidades, nos indigna todos los días, nos une sin querer. Lo que hacemos es punta tratando de que esto después se imite en otros lugares. ¡Viva Perón!», arengó Solá.
Con la semilla sembrada, ahora los organizadores aspiran a llevar el encuentro a las provincias, para intentar sumar a los gobernadores, según explicó Fernández. El ex jefe de Gabinete mantuvo este miércoles conversaciones con Rodríguez Saá, Uñac, el formoseño Gildo Insfrán y el pampeano Carlos Verna.