La cuenta de los subsidios a los colectivos, una partida que no paró de crecer en los últimos años, tiene ahora un máximo mensual. Desde ayer, el Gobierno le puso al cheque que cada treinta días confecciona para los colectiveros de la Argentina un límite que no se podrá superar: 1362 millones de pesos. Lo que insuma en exceso no tendrá financiamiento de la Casa Rosada.
Según se publicó ayer en el Boletín Oficial, el Ministerio del Interior y Transporte, que maneja Florencio Randazzo, destinará 965,1 millones de pesos por mes para entregar a las empresas de transporte urbano que corren por el área metropolitana y 397 millones de pesos para lubricar el sistema urbano e interurbano del interior del país.
¿Qué pasará si los colectivos necesitan más dinero que el monto asignado para funcionar? No hay más que tres opciones. O bien lo paga el usuario -con aumento de tarifas-, o bien lo hace el gobierno local -sea municipal o provincial-, o el empresario deberá resignar parte de su ganancia para absorber los mayores costos.
La resolución, que lleva el número 422, establece que las jurisdicciones nacionales o provinciales tienen potestad para fijar tarifas y, por lo tanto, podrán aplicar aumentos para soportar un esquema de costos que se encarecerá por lo pronto el año próximo, cuando se apliquen los incrementos dispuestos en las paritarias de los conductores.
Otra de las novedades del proyecto es que se empezarán a utilizar los datos del Sistema Único de Boleto electrónico (SUBE) como la herramienta para calcular los subsidios que se liquidarán a cada empresa. Con esta medida, el ministerio buscará transparentar un sistema que está sospechado por repartir millones solamente con la entrega de una declaración jurada que confeccionan los transportistas y que poco se controla.
«La información que se genera a partir de la SUBE constituye una herramienta de vital importancia para el establecimiento de las variables representativas de la prestación de cada servicio para asignar compensaciones, como también para el ejercicio del control de, por ejemplo, la cantidad de kilómetros recorridos y las horas de utilización del parque móvil, entre otros parámetros», dice la resolución.
En el Gobierno tienen intenciones de extender la utilización del SUBE a todo el país. Sin embargo, dos ministros provinciales consultados ayer confirmaron que, por ahora, la iniciativa parece frenada. «No hay plazos ni un proceso de conversión o adaptación al SUBE. Aunque la intención está, no parece que estuvieran trabajando para lograrlo rápido», dijo uno de ellos.
Tarjeta y monedas
La tarjeta SUBE fue puesta en funcionamiento el 6 de agosto de este año para los colectivos que circulan por el área metropolitana. Desde ese día, el boleto se mantuvo en $ 1,10, $ 1,20 y $ 1,25 para quienes abonen con este sistema de pago electrónico, pero pasó a 2 pesos para quienes lo hacen con monedas. Más allá de la información que se desprende del SUBE, en los colectivos metropolitanos aún se mantienen en funcionamiento las máquinas que operan con monedas; por lo tanto, al menos por ahora, la información del sistema electrónico será parcial.
El dinero que se puso de máximo no implica por ahora ningún ahorro. Según los datos compilados por LA NACION en una base de datos elaborada con los documentos que publica la Secretaría de Transporte (http://interactivos.lanacion.com.ar/lntransporte/charts), durante junio se liquidaron 1315 millones de pesos. Un mes antes, el importe había sido de 1324 millones, y en abril, 1337 millones de pesos.
La cuenta de los subsidios ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años. Por caso, en septiembre de 2005, fecha desde la que existen los datos compilados, el importe que se destinaba al rubro era de 210 millones de pesos por mes, muy lejos de los más de 1300 millones actuales.
Por primera vez, el Gobierno elaboró una determinación de costos por kilómetro. El rubro que más dinero se lleva es el costo laboral, con el 51,5 por ciento del total. Le sigue el combustible, que tiene un peso del 15 por ciento, y la manutención del material rodante, que importa el 5,5% de los costos por kilómetro recorrido.
Un sistema deficitario
El transporte de colectivos funciona con subsidios desde 2002
Necesidad
Con la emergencia económica de 2002 empezó a regir un sistema de subsidios que se pagaba con un impuesto al gasoil
Tarifas
Durante los últimos años, el esquema se desequilibró ya que no se autorizaban aumentos en los boletos mientras los costos subían
Cuentas oscuras
El esquema que se instaló creció fuertemente sospechado por no tener un procedimiento transparente para la presentación de los datos sobre los que se calculaba el subsidio
Números millonariosCosto laboral
Es el porcentaje del total de gastos que importan los sueldos de los choferes y del personal de mantenimiento, tráfico y administrativo
Según se publicó ayer en el Boletín Oficial, el Ministerio del Interior y Transporte, que maneja Florencio Randazzo, destinará 965,1 millones de pesos por mes para entregar a las empresas de transporte urbano que corren por el área metropolitana y 397 millones de pesos para lubricar el sistema urbano e interurbano del interior del país.
¿Qué pasará si los colectivos necesitan más dinero que el monto asignado para funcionar? No hay más que tres opciones. O bien lo paga el usuario -con aumento de tarifas-, o bien lo hace el gobierno local -sea municipal o provincial-, o el empresario deberá resignar parte de su ganancia para absorber los mayores costos.
La resolución, que lleva el número 422, establece que las jurisdicciones nacionales o provinciales tienen potestad para fijar tarifas y, por lo tanto, podrán aplicar aumentos para soportar un esquema de costos que se encarecerá por lo pronto el año próximo, cuando se apliquen los incrementos dispuestos en las paritarias de los conductores.
Otra de las novedades del proyecto es que se empezarán a utilizar los datos del Sistema Único de Boleto electrónico (SUBE) como la herramienta para calcular los subsidios que se liquidarán a cada empresa. Con esta medida, el ministerio buscará transparentar un sistema que está sospechado por repartir millones solamente con la entrega de una declaración jurada que confeccionan los transportistas y que poco se controla.
«La información que se genera a partir de la SUBE constituye una herramienta de vital importancia para el establecimiento de las variables representativas de la prestación de cada servicio para asignar compensaciones, como también para el ejercicio del control de, por ejemplo, la cantidad de kilómetros recorridos y las horas de utilización del parque móvil, entre otros parámetros», dice la resolución.
En el Gobierno tienen intenciones de extender la utilización del SUBE a todo el país. Sin embargo, dos ministros provinciales consultados ayer confirmaron que, por ahora, la iniciativa parece frenada. «No hay plazos ni un proceso de conversión o adaptación al SUBE. Aunque la intención está, no parece que estuvieran trabajando para lograrlo rápido», dijo uno de ellos.
Tarjeta y monedas
La tarjeta SUBE fue puesta en funcionamiento el 6 de agosto de este año para los colectivos que circulan por el área metropolitana. Desde ese día, el boleto se mantuvo en $ 1,10, $ 1,20 y $ 1,25 para quienes abonen con este sistema de pago electrónico, pero pasó a 2 pesos para quienes lo hacen con monedas. Más allá de la información que se desprende del SUBE, en los colectivos metropolitanos aún se mantienen en funcionamiento las máquinas que operan con monedas; por lo tanto, al menos por ahora, la información del sistema electrónico será parcial.
El dinero que se puso de máximo no implica por ahora ningún ahorro. Según los datos compilados por LA NACION en una base de datos elaborada con los documentos que publica la Secretaría de Transporte (http://interactivos.lanacion.com.ar/lntransporte/charts), durante junio se liquidaron 1315 millones de pesos. Un mes antes, el importe había sido de 1324 millones, y en abril, 1337 millones de pesos.
La cuenta de los subsidios ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años. Por caso, en septiembre de 2005, fecha desde la que existen los datos compilados, el importe que se destinaba al rubro era de 210 millones de pesos por mes, muy lejos de los más de 1300 millones actuales.
Por primera vez, el Gobierno elaboró una determinación de costos por kilómetro. El rubro que más dinero se lleva es el costo laboral, con el 51,5 por ciento del total. Le sigue el combustible, que tiene un peso del 15 por ciento, y la manutención del material rodante, que importa el 5,5% de los costos por kilómetro recorrido.
Un sistema deficitario
El transporte de colectivos funciona con subsidios desde 2002
Necesidad
Con la emergencia económica de 2002 empezó a regir un sistema de subsidios que se pagaba con un impuesto al gasoil
Tarifas
Durante los últimos años, el esquema se desequilibró ya que no se autorizaban aumentos en los boletos mientras los costos subían
Cuentas oscuras
El esquema que se instaló creció fuertemente sospechado por no tener un procedimiento transparente para la presentación de los datos sobre los que se calculaba el subsidio
Números millonariosCosto laboral
Es el porcentaje del total de gastos que importan los sueldos de los choferes y del personal de mantenimiento, tráfico y administrativo
Millones por mes
Es lo que el Gobierno pagaba de subsidios mensualmente en junio de 2010
Millones
Es el importe que se pagó en junio de 2012, mes que el Gobierno tomó como tope para desembolsar de ahora en más
Gasto en combustible
Es el porcentaje del total de gastos que se destina a comprar gasoil.
