Para autorizar la salida de divisas exigirán planes de inversión al día, cuentas claras con AFIP, entre otros requisitos. El monto a autorizar seguirá siendo discrecional
Para girar dividendos a sus casas matrices, las empresas multinacionales deben tener papeles al día. El Gobierno comenzó a cruzar información de todas las dependencias oficiales y sólo permitirá distribuir beneficios en el exterior, en un monto a negociar con los funcionarios, a aquellas compañías que tengan todo en regla.
Los funcionarios transmiten a ejecutivos de empresas este nuevo torniquete al cepo cambiario desde fines del año pasado, según confirmaron a El Cronista fuentes de media docena de compañías de los sectores automotriz, alimenticio, consumo masivo, servicios y cerealero. En todos los casos, se trata de firmas que intentan girar divisas a sus casas matrices en concepto de dividendos o pago de regalías. Es algo que el Ejecutivo administra con trabas informales desde 2012. Ninguna empresa quiso ser mencionada, por temor a que eso entorpezca más sus gestiones.
En esta oportunidad, el Gobierno intenta darle cierta racionalidad a la restricción: no podrán girar divisas al extranjero aquellas firmas que estén en la mira de la AFIP por sobrefacturar importaciones o subfacturar exportaciones, por ejemplo, o que sean investigadas por la Unidad de Información Financiera (UIF) por sospechas de lavado de activos, o que no hayan presentado al Ministerio de Economía sus planes de inversión y toda la información relacionada con costos y márgenes de rentabilidad que solicita la Secretaría de Comercio Interior. «Tenían la intención de comunicar que iba a haber una liberalización, pero, en la práctica, sacar dividendos va a ser más difícil», dijo una fuente del sector manufacturero.
El Banco Central (BCRA) ya autorizaba la venta de divisas para distribuir utilidades en el exterior de a cuentagotas y de manera discrecional, de acuerdo a las negociaciones de cada empresa con el Ministerio de Economía y a la disponibilidad de dólares. Con excepción de los bancos, cuyo esquema de distribución de dividendos está reglado por el Central, el resto de las empresas tiene formalmente libre disponibilidad para girar divisas al exterior… si las consigue. Desde los tiempos del secretario de Comercio Guillermo Moreno, se tornó casi obligatorio para las multinacionales el anuncio de una inversión para poder sacar dividendos.
Ahora, el ministro de Economía avanzó en darle cierta institucionalidad a esa restricción. El cruce de datos es similar al que prometieron el 14 de noviembre último, al crear la Unidad de Seguimiento y Trazabilidad de Operaciones del Comercio Exterior, dependiente de la Jefatura de Gabinete, luego de que AFIP denunciara a la multinacional Procter & Gamble por sobrefacturar importaciones para, así hacerse de más divisas de las necesarias para pagar sus compras. Se coteja información de AFIP y Aduana, el BCRA, la Comisión Nacional de Valores (CNV), la UIF y el Palacio de Hacienda.
La administración de la salida de divisas se mantendrá mientras el Gobierno siga con problemas para conseguir dólares. Sin un acuerdo con los fondos buitre en escena que permita liberar el pago de la deuda y el acceso de capitales, economistas y empresarios suponen que esta política se mantendrá hasta el recambio presidencial.
Entre las empresas más complicadas se destacan las automotrices, que acumulan deudas con sus casas matrices o con sus hermanas brasileñas. Las automotrices llegaron a reclamar una deuda acumulada para pagar préstamos e insumos de u$s 2.500 millones. Según Mauricio Claverí, economista de Abeceb.com, esa cifra se redujo. «Hubo autorizaciones del Gobierno para importar más, sobre todo a partir del swap (del Banco Central con China), la licitación de 4G y la liquidación anticipada de cerealeras», afirmó. Según el economista, en 2014 «hubo algunos permisos para girar divisas, sobre todo a las multinacionales que venían más castigadas por la restricción de importaciones».
Según las fuentes, la restricción externa también provocará una mejora en las arcas fiscales. No sólo las empresas tendrán más cuidado al declarar sus importaciones y exportaciones, sino que inflarán declaraciones juradas de Ganancias para tener más resto que girar al exterior, en caso de que, con «papeles al día», el Ejecutivo abra el grifo.