Por Javier Miglino
08/10/11 – 02:42
En un lejano día de los enamorados del año 2007, el secretario de Derechos Humanos de la República Argentina accedía gustoso a chatear con los internautas bajo el paraguas del prestigioso diario El País, de España. Es obvio que el entonces presidente Néstor Kirchner había dado su anuencia porque estaban las condiciones dadas, el lucimiento público del funcionario y el gobierno todo, pues hacía pocos días la República Argentina había sido una de las 22 signatarias del Tratado sobre protección de todas las personas contra las “desapariciones forzadas”. Pero lo que realmente interesaba al kirchnerismo entonces era abrir el debate en torno a la detención y puesta en libertad provisoria de María Estela Martínez de Perón, quién era acusada entonces, en nuestro país, de ser partícipe en la desaparición de un miembro de la Juventud Peronista.
Este necesario ejercicio de la memoria nos muestra dos cosas. El uso, en el sentido literal de la palabra, que hace el kirchnerismo de los derechos humanos y la necesidad que surgiría con el pasar de los meses de poner “en caja” a aquellos que a través de la infinita igualdad de la Web podían enviar una pregunta desde Buenos Aires a Madrid, avivando el “fierro caliente” del caso Luis Gerez y su siempre sospechoso secuestro, en detrimento del debate por la maravillosa obra a favor de los DD.HH. que desesperaba por dar a conocer el entonces presidente Kirchner, llevada al paroxismo de acusar a la viuda del General Perón y primera presidenta constitucional de la República, la popular Isabelita.
La preocupación por la opiniones en Internet más la irrupción cada vez más fuerte de las redes sociales de Facebook y Twitter preocupaban cada vez más a Kirchner. A partir de aquel 2007 y, sobre todo, luego de los célebres cacerolazos populares de marzo de 2008, que surgieron al calor de la Web, demostraron a “eterNéstor” que no alcanzaba con ganar la calle. Había que ganar también el ciberespacio. Pero, ¿cómo? Obviamente, como el kirchnerismo tapa todo con plata, el cómo se respondió rápido. Fue entonces el tiempo de quién desarrollaría al grupo de militantes para que pulularan por la Web, hablando maravillas del Gobierno nacional en una primera etapa, recopilando datos de posibles protestas, cacerolazos y y evitando el colapso de un gobierno que, por entonces, veía desestabilizadores por todas partes. Es vóx pópuli que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, visitó y de algún modo adoctrinó a los bloggers K en sus inicios y el ministro de economía y candidato a vicepresidente de la Nación, Amado Boudou hizo lo propio, continuando la obra.
Ambos ministros tienen, casualmente, cientos de miles de seguidores en las redes sociales de Facebook, Twitter y en Blogger.
Entonces, podemos colegir que los bloggers K tienen apoyo político del más alto nivel, son cada vez más numerosos. De los originales 3 mil, hoy habría varios miles más. Se “autofinanciarían” porque el gobierno de Cristina Kirchner es justamente la fuente de financiamiento. Actúan en bloque, a cualquier hora y, gracias a tecnología móvil, desde cualquier lugar.
Se puede documentar, por ejemplo, con la feroz ofensiva que desarrollaron en contra de quien escribe y de la ONG ciudadana Defendamos Buenos Aires, con motivo de la citación que recibió por parte de la Justicia el cantante Fito Páez en el affaire por presunta discriminación nacido del asco del rosarino por medio Buenos Aires. En ese momento, y cada pocos segundos, comenzaron a aparecer acusaciones, insultos, amenazas y aprietes contra los denunciantes de Fito Páez, tanto en Twitter como en Facebook de parte de miles de personas que, actuando en forma coordinada y poco sutil, expresaban un odio, una violencia verbal y una descalificación poco habitual en la Red de redes.
Otro ejemplo surgió, cuando de la nada lanzaron en Twitter “ElBuenGorila”. Una suerte de humillación pública a todos aquellos que no profesan amor incondicional por la presidenta Cristina Elisabet Fernández y su gobierno. Otra vez, miles y miles de mensajes provenientes de personas que aparentemente no se conocían, pero que coincidían en la forma y la intensidad expresada para atacar y humillar.
Defendamos Buenos Aires recibió hasta este momento más de 10 mil mensajes de ciudadanos de toda la República Argentina que nos piden ayuda ante la hostilidad de los bloggers K que atacan inmediata y coordinadamente a todo aquel que ose cuestionar y/o criticar al gobierno k. ¿Hay delito en ese proceder? ¿Debe investigarse judicialmente a los bloggers K, a sus financistas, sus redes de protección y sus autores intelectuales? La respuesta es sí.
Por eso Defendamos Buenos Aires habilitó un banner en el sitio para que los afectados puedan dejar su testimonio con absoluta reserva de identidad. Haremos una presentación ante la Justicia a los efectos de elucidar quiénes, por qué y cuánto nos cuestan los bloggers K.
Los mismos que insultan, difaman, aprietan y amenazan por Internet, constituyen un peligro para todos.
*Titular de Defendamos Buenos Aires.
08/10/11 – 02:42
En un lejano día de los enamorados del año 2007, el secretario de Derechos Humanos de la República Argentina accedía gustoso a chatear con los internautas bajo el paraguas del prestigioso diario El País, de España. Es obvio que el entonces presidente Néstor Kirchner había dado su anuencia porque estaban las condiciones dadas, el lucimiento público del funcionario y el gobierno todo, pues hacía pocos días la República Argentina había sido una de las 22 signatarias del Tratado sobre protección de todas las personas contra las “desapariciones forzadas”. Pero lo que realmente interesaba al kirchnerismo entonces era abrir el debate en torno a la detención y puesta en libertad provisoria de María Estela Martínez de Perón, quién era acusada entonces, en nuestro país, de ser partícipe en la desaparición de un miembro de la Juventud Peronista.
Este necesario ejercicio de la memoria nos muestra dos cosas. El uso, en el sentido literal de la palabra, que hace el kirchnerismo de los derechos humanos y la necesidad que surgiría con el pasar de los meses de poner “en caja” a aquellos que a través de la infinita igualdad de la Web podían enviar una pregunta desde Buenos Aires a Madrid, avivando el “fierro caliente” del caso Luis Gerez y su siempre sospechoso secuestro, en detrimento del debate por la maravillosa obra a favor de los DD.HH. que desesperaba por dar a conocer el entonces presidente Kirchner, llevada al paroxismo de acusar a la viuda del General Perón y primera presidenta constitucional de la República, la popular Isabelita.
La preocupación por la opiniones en Internet más la irrupción cada vez más fuerte de las redes sociales de Facebook y Twitter preocupaban cada vez más a Kirchner. A partir de aquel 2007 y, sobre todo, luego de los célebres cacerolazos populares de marzo de 2008, que surgieron al calor de la Web, demostraron a “eterNéstor” que no alcanzaba con ganar la calle. Había que ganar también el ciberespacio. Pero, ¿cómo? Obviamente, como el kirchnerismo tapa todo con plata, el cómo se respondió rápido. Fue entonces el tiempo de quién desarrollaría al grupo de militantes para que pulularan por la Web, hablando maravillas del Gobierno nacional en una primera etapa, recopilando datos de posibles protestas, cacerolazos y y evitando el colapso de un gobierno que, por entonces, veía desestabilizadores por todas partes. Es vóx pópuli que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, visitó y de algún modo adoctrinó a los bloggers K en sus inicios y el ministro de economía y candidato a vicepresidente de la Nación, Amado Boudou hizo lo propio, continuando la obra.
Ambos ministros tienen, casualmente, cientos de miles de seguidores en las redes sociales de Facebook, Twitter y en Blogger.
Entonces, podemos colegir que los bloggers K tienen apoyo político del más alto nivel, son cada vez más numerosos. De los originales 3 mil, hoy habría varios miles más. Se “autofinanciarían” porque el gobierno de Cristina Kirchner es justamente la fuente de financiamiento. Actúan en bloque, a cualquier hora y, gracias a tecnología móvil, desde cualquier lugar.
Se puede documentar, por ejemplo, con la feroz ofensiva que desarrollaron en contra de quien escribe y de la ONG ciudadana Defendamos Buenos Aires, con motivo de la citación que recibió por parte de la Justicia el cantante Fito Páez en el affaire por presunta discriminación nacido del asco del rosarino por medio Buenos Aires. En ese momento, y cada pocos segundos, comenzaron a aparecer acusaciones, insultos, amenazas y aprietes contra los denunciantes de Fito Páez, tanto en Twitter como en Facebook de parte de miles de personas que, actuando en forma coordinada y poco sutil, expresaban un odio, una violencia verbal y una descalificación poco habitual en la Red de redes.
Otro ejemplo surgió, cuando de la nada lanzaron en Twitter “ElBuenGorila”. Una suerte de humillación pública a todos aquellos que no profesan amor incondicional por la presidenta Cristina Elisabet Fernández y su gobierno. Otra vez, miles y miles de mensajes provenientes de personas que aparentemente no se conocían, pero que coincidían en la forma y la intensidad expresada para atacar y humillar.
Defendamos Buenos Aires recibió hasta este momento más de 10 mil mensajes de ciudadanos de toda la República Argentina que nos piden ayuda ante la hostilidad de los bloggers K que atacan inmediata y coordinadamente a todo aquel que ose cuestionar y/o criticar al gobierno k. ¿Hay delito en ese proceder? ¿Debe investigarse judicialmente a los bloggers K, a sus financistas, sus redes de protección y sus autores intelectuales? La respuesta es sí.
Por eso Defendamos Buenos Aires habilitó un banner en el sitio para que los afectados puedan dejar su testimonio con absoluta reserva de identidad. Haremos una presentación ante la Justicia a los efectos de elucidar quiénes, por qué y cuánto nos cuestan los bloggers K.
Los mismos que insultan, difaman, aprietan y amenazan por Internet, constituyen un peligro para todos.
*Titular de Defendamos Buenos Aires.
Para mì, un Ferrero Rocher, condesa… http://mundo-perverso.blogspot.com/2011/10/vos-me-tiras-la-goma-salame-si-tenes.html
http://www.perfil.com/contenidos/2011/10/08/noticia_0009.html
Bueno, ya saben por donde comenzar.
Desubicáu como chupete en el c*****lo decúbito dorsal. Qué tendrán que ver los ñacurutuces con los bosones de higgs.
(Arreglado para que las patrullas de la Brigada Pío XII no me borren el comentario)
un tipo de la cultura
Siempre dije -con ligereza- que estos tipos es mejor que escriban estas cosas porque si no se asomarían al balcón y dispararían sobre la gente que pasa por la calle.
Después de lo de Noruega… no sé.
Restauración, relato y «fuerza moral» (leyendo desde Clausewitz al kirchnerismo)
http://elviolentooficio.blogspot.com/2011/10/restauracion-relato-y-fuerza-moral.html
saludos
FR