El puntero pudo mucho más que CQC

Lunes 16 de mayo de 2011 | 10:01 (actualizado a las 10:53)
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Foto: gentileza El Trece
Cuando a Julio Chávez le llegó la propuesta de protagonizar un unitario que se centraría en un puntero, lo primero que hizo fue sentarse frente a una computadora y buscar en Internet qué era un puntero. Cuatro meses más tarde, el actor apareció en la pantalla chica para develar, en la piel de ese personaje, el trasfondo de la política.
Clientelismo. Corrupción. Narcotráfico. Pactos y negociados. Alianzas y traiciones. El puntero hila todos estos elementos desde la historia de Pablo Aldo Perotti, el «Gitano», un dirigente que en sus treinta años de militancia supo instalarse como un referente para la clase baja de un municipio del conurbano y transformarse en el puente entre esos «votos» y la intendencia. A esta altura de su carrera, y con las elecciones en la mira, Perotti quiere dejar de ser un puntero y utilizar su poder para ponerse al frente del municipio, un lugar que hace veinte años está ocupado por el mismo hombre. Para eso necesitará profundizar aún más su habilidad para jugar sucio en la arena política.
Las semejanzas que puedan establecerse entre la trama del unitario y la coyuntura del país (en un año con una agenda electoral cargada) obliga a Chávez a remarcar una y otra vez que El puntero «no es un programa político». «Si lo fuese, no me hubiese involucrado», agrega durante una entrevista con lanacion.com días antes del debut del nuevo producto de Pol-ka, aunque asume que, ya desde su título, la ficción genera «muchos prejuicios».
Video: Debutó El puntero (El Trece)
«Yo comprendo que el programa es provocativo, pero no es un programa político. Es inevitable que se planteen algunas cuestiones que se tocan con realidades de ciertas ocupaciones. Pero no intenta hacer reflexiones sobre eso ni criticar; simplemente lo muestra», señala el actor y confiesa que nunca militó en partidos ni estuvo muy involucrado con la política.
«El programa no se mete de una manera documental en estos temas, roza esa línea pero no la cruza», insiste Chávez y remarca que El puntero «no va a poder ser utilizado como herramienta por ningún partido porque es ficción».
Con la canción «Fuego», de Bomba Estéreo, la apertura del programa intercala imágenes y personajes de la Historia argentina con el «Gitano», que muestra a un Julio Chávez distinto al que se vio hace dos años en Tratame bien: se puso extensiones de cabello y se dejó crecer las patillas.
«Me pongo ropa que me hace lucir como un gitano,camisas setentonas, cadenas. El ‘Gitano’ es un hombre con una ideología muy setentona, que sigue con esa sensación de compromiso social con una manera idealista e infantil», explica e intenta desentrañar la personalidad de este puntero que creó el autor Mario Segade y que desde anoche se puede ver los domingos y miércoles, a las 23, en El Trece.
Para organizar los actos, llenar los micros, conseguir información y hacer sus negocios, el puntero tiene un ladero fiel, Levante (Luis Luque), y un aliado, Lombardo (Rodrigo de la Serna), el joven barrabrava que maneja la droga del municipio. Mientras tanto, en su lucha por suceder en el cargo al intendente Iñiguez (Carlos Moreno), Perotti tiene un rival difícil de derribar, Leme (Pablo Brichta), quien además es hermano de Levante.
La ficción dirigida por Daniel Barone se propone mostrar también cómo es la vida privada de los personajes de la política. Para ello entran en acción la ex mujer del «Gitano», Clarita (Gabriela Toscano), una ex funcionaria comunal a quien el dirigente pretende reconquistar; la madre, Antonia (María Rosa Fugazot); y la hija, Libertad (Belén Blanco), una estudiante de Ciencia Política, criada por la abuela y alejada de su padre.
«El puntero es un hombre muy complejo, con muchas aristas. Puede ser un hombre agresivo, temperamental, vivo, cariñoso, afectuoso, infantil o tosco. El relato invita a comprender que una persona no es de una misma manera con todos», señala Chávez y concluye que su personaje «es querible».
«Es verdaderamente un idealista que siente que lo que hace es por el bien de los otros y que tiene la sensibilidad de una criatura», agrega el actor, evidentemente encariñado con el personaje por el que se levanta diariamente a las 5 de la mañana para recorrer distintas villas del conurbano porque la ficción no tiene set fijo de grabación. «Es una experiencia fuerte porque filmamos en barrios carenciados y hay que ser cuidadosos porque no hay que molestar», destaca desde su casa el actor, alejado por un rato de los micros, los bombos y las pancartas que grafican la agitada vida del puntero.
Lo más visto de ayer. Sin lugar a dudas, el superclásico Boca-River se quedó con la atención de los televidentes ayer por la tarde. El partido promedió 22,7 puntos de rating. Por detrás, quedaron Los únicos -en su nuevo día, de los domingos- con 20,1 puntos, seguidos por El Puntero 17,8.

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