El sciolismo alienta al humorista «Pachu» Peña para la pelea en Santa Fe

Quieren que comience a «caminar» la provincia; Scioli avaló la jugada, pero prioriza la unidad
El humorista Pachu Peña. Foto: Archivo
Si avanza la jugada, la batalla electoral en Santa Fe incluirá como plus un duelo de humor. Es que, en las últimas horas, creció dentro del sciolismo la idea de echar a rodar como eventual candidato a José María «Pachu» Peña, el cómico rosarino que se hizo popular en los 90 en Videomatch y ahora participa en el ciclo Sin codificar.
Así, Peña se sumaría a su colega Miguel De Sel, el ex Midachi y actual diputado, que ya probó suerte en 2011 de la mano de Mauricio Macri y casi le arrebata la provincia al socialismo, en el poder desde hace casi siete años.
La opción tomó cuerpo en las calles, cuando anteayer se vieron los primeros carteles de «Pachu» Peña 2015, firmados por La Naranja Santafecina, una corriente de incipiente creación alineada con el gobernador. El guiño final ocurrió el fin de semana, cuando Scioli alentó al humorista a empezar a caminar el territorio, aunque con la premisa de no «minar» la búsqueda de unidad dentro del PJ y sin considerarlo su delfín único, al menos por ahora, según confiaron a LA NACION fuentes al tanto de las conversaciones.
Hace diez días, Peña escoltó a Karina Rabolini en su visita a Rosario. La mujer del mandatario bonaerense, en su papel de presidenta de la Fundación Banco Provincia y transmisora del mensaje de campaña en el interior, desembarcó en su provincia natal -nació en Elortondo- con una agenda más política de lo habitual.
En el nutrido cronograma de actividades, se destacó un almuerzo con un centenar de dirigentes del PJ en el Ros Tower. Por allí desfilaron la senadora nacional Roxana Latorre, un grupo de legisladores provinciales -Alberto Crossetti, José Baucero, Mario Lacava, Aliza Damiani, Patricia Ganzué y Olga Coteluzzi-, y alrededor de treinta presidentes comunales.
En la mesa central, en plena tertulia, se improvisó un «operativo clamor» para lanzar al ruedo a Peña. Distendida, Rabolini consultó a los comensales sobre qué alternativas veían en territorio santafecino y, sin vueltas, el diputado provincial Jorge Abello, lanzó: «Está al lado tuyo el candidato». Sentado a su derecha estaba, claro, el comediante que, por un segundo, enmudeció. La ex modelo se entusiasmó con la propuesta: Peña colabora con ella desde 2009, con apariciones en actividades sociales y apoyo explícito a la gestión de su marido.
Ante la fragmentación partidaria y la escasez de aspirantes anotados para la gobernación, un sector del PJ provincial que ve con simpatía a Scioli decidió buscar un atajo y hace tiempo evalúa la posibilidad: como en 1991 el peronismo apostó para sobrevivir a Carlos Reutemann, un outsider de la política, ahora miden el impacto que puede tener un personaje popular como Peña.
«Pachu es rosarino y puede acumular capital justamente en Rosario, que es clave por su peso en el padrón», explicó a LA NACION un dirigente embalado con el ensayo, aún en estado de germinación. La maniobra, a la vez, no tiene costo: sirve para mover el tablero y apurar definiciones, y, según cómo evolucionen los números, el actor puede terminar completando una fórmula o jugando por otro cargo.
En privado, según confió el propio Peña a distintos interlocutores, se mostró a disposición del plan electoral. LA NACION, a través del área de prensa de Telefé, intentó dialogar con el actor sobre el asunto, pero no hubo respuesta.
Mientras, avanza la construcción de La Naranja Santafecina, que tiene como referencia a nivel nacional al senador bonaerense Alberto De Fazio. En el espacio, el más activo de los legisladores provinciales es Abello, aunque también tallan concejales -como el rosarino Osvaldo Miatello, que viene del obeidismo- y presidentes comunales, entre otros, Walter Bastianelli, de Pavón Arriba.
La situación del peronismo en Santa Fe es crítica. No gobierna hace dos períodos y viene de salir tercero en la última elección legislativa. En el podio de preferencias para los comicios -que, aún sin fecha, se realizarán antes que los nacionales- aparecen sus rivales Del Sel, por Pro, y el socialista Miguel Lifschitz, ex intendente de Rosario.
Para peor, el PJ está más atomizado que nunca. La expresión más K, encarnada por el sector de Agustín Rossi, no tiene postulante propio y el ministro de Defensa, que disputó dos veces la gobernación, esta vez se planta en la competencia presidencial.
María Eugenia Bielsa, que cuenta con buena imagen y se muestra seguido con Julián Domínguez, hasta fin de año mantendrá el enigma sobre su futuro. Quienes la conocen la ven más cerca de ir en busca de una diputación que de la gobernación.
Y Omar Perotti, ex intendente de Rafaela, busca apoyo para volver a dar pelea y, al menos en la Casa Rosada, en algunos despachos consideran que sería ideal para conformar una dupla con Bielsa.
El único explícitamente lanzado hasta ahora es el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, que por su cercanía al ministro de Planificación, Julio De Vido, y su pertencencia al gabinete, tiene vínculo fluido con los intendentes santafecinos. Más allá de eso, no termina de levantar vuelo en las encuestas.
Un aliciente en el mapa desolador es que Reutemann, después de elogios compartidos con Sergio Massa, terminó priorizando su pago chico y ahora pregona la unidad del peronismo provincial..

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