El nuevo secretario de Política Económica, Sebastián Galiani, sostiene que la eliminación de impuestos al trabajo no genera empleo. Esto se desprende de un paper titulado Payroll Taxes, Wages and Employment: Identification through Policy Changes destacado en un informe de la consultora PxQ que dirige el economista Emmanuel Álvarez Agis.
En el abstract del trabajo firmado por Galiani -que colisiona con la posición pública de su jefe y flamante ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne-, se afirma que las conclusiones obtenidas en el estudio «indican que los cambios en los impuestos al salario sólo son parcialmente trasladados a los salarios pagados así como apuntan (los resultados) a la ausencia de cualquier efecto significativo sobre la tasa de empleo».
El actual viceministro de Economía, en este estudio publicado en enero de 2010 por el Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales (CEDLAS), evoca el antecedente inmediato en materia de incentivos sin eco en los resultados durante la década menemista: «El mayor argumento para justificar las reducciones de cargas patronales introducidos entre 1995 y 1999 (a saber, que los menores costos laborales aumentarían la tasa de empleo) no tienen fundamento en los hechos».
El Galiani paper, al igual que el informe de PxQ, mencionan el caso Chile «que redujo los impuestos al empleo en 25 puntos porcentuales». «Este estudio encontró que los impuestos se trasladaban totalmente a los salarios sin efecto significativo sobre el empleo», ejemplifica el ex profesor de la Universidad de Maryland.
En el abstract del trabajo firmado por Galiani -que colisiona con la posición pública de su jefe y flamante ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne-, se afirma que las conclusiones obtenidas en el estudio «indican que los cambios en los impuestos al salario sólo son parcialmente trasladados a los salarios pagados así como apuntan (los resultados) a la ausencia de cualquier efecto significativo sobre la tasa de empleo».
El actual viceministro de Economía, en este estudio publicado en enero de 2010 por el Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales (CEDLAS), evoca el antecedente inmediato en materia de incentivos sin eco en los resultados durante la década menemista: «El mayor argumento para justificar las reducciones de cargas patronales introducidos entre 1995 y 1999 (a saber, que los menores costos laborales aumentarían la tasa de empleo) no tienen fundamento en los hechos».
El Galiani paper, al igual que el informe de PxQ, mencionan el caso Chile «que redujo los impuestos al empleo en 25 puntos porcentuales». «Este estudio encontró que los impuestos se trasladaban totalmente a los salarios sin efecto significativo sobre el empleo», ejemplifica el ex profesor de la Universidad de Maryland.