Cuarenta miembros de una asociación de fans desfilaron por el predio de Villa Martelli. Se celebra cada 4 de mayo, que suena en inglés como «May the force be with you» («Que la Fuerza te acompañe», el saludo de los jedis). La saga que comenzó en 1977 y va por su séptimo episodio, atrapa a «chicos» de dos generaciones.
Las caras de asombro son de grandes y de chicos. Los de ayer y los de hoy, dos generaciones unidas por La guerra de las galaxias, o Star Wars, como se dice desde hace un tiempo. «Hoy quiero ver la pelí», le pide un chiquito de cinco años a su papá, un cuarentón que tarda en contestarle porque está alucinado con Darth Vader, ese villano de más de dos metros de alto que encabeza el desfile de los 40 malos que organizó este fin de semana, en Tecnópolis, la filial local de la 501st. Legion, un grupo internacional de fanáticos de las películas de George Lucas que tiene 7000 miembros en todo el mundo y 40 en la Argentina.
Y eligieron el 4 de mayo porque es el día internacional de Star Wars. La fecha responde a un juego de palabras, a una similitud sonora que surge de dos frases en inglés: «May the force be with you» (Que la fuerza te acompañe) es la manera formal de decir adiós y desearse buena suerte entre los jedi y miembros del Alto Consejo Jedi, esos personajes de gran poder y sabiduría de la Guerra de las galaxias. «May the fourth», que se pronuncia casi igual, fue ayer, «4 de mayo».
Las espadas luminosas ganan la escena en la tarde noche de Villa Martelli. Los nenes a caballito de sus papás son la escena más repetida. Entre una chica con la remera de Arturito y un nene con la máscara de Darth Vader, suena la música de la película, y otros chicos sin disfraz juegan a ser Obi-Wan Kenobi. Los fanáticos hacen cola para ponerse cascos de Clones o de Troopers, los soldados del Ejército de la República. «Mirá, están todos los malos», le dice un papá a su hijo y le explica quién es Darth Maul, el malvado aprendiz de Darth Sidious, un misterioso Lord Sith que manipula los eventos galácticos desde la oscuridad.
«Que haya tanta gente para nosotros es un orgullo. Los chicos están enganchadísimos, hay toda una generación nueva y la de nuestra edad juntas en este encuentro».
La 501st Legion es una organización internacional con sedes en todo el mundo y nació en Estados Unidos en 1997. En la Argentina comenzó con tres miembros en 2003, y ya son cuarenta. Ellos organizaron esta doble jornada en el predio de Tecnópolis: «Lo que buscamos es trasladar todo lo que sea el universo Star Wars, a través de réplicas de trajes de la película, con un fin benéfico», explica Gabriela Hutt, encargada de relaciones públicas y homónima de Jabba el Hutt, ese alienígena obeso con forma de batracio que vive en el planeta desértico de Tatooine y apareció por primera vez en El regreso del Jedi (1983).
La agrupación suele colaborar en campañas de voluntariado. «Ponemos nuestros recursos a disposición de la comunidad, para transmitir lo que nos gusta a nosotros, que somos fans de Star Wars», dice Gabriela. Una particularidad de la 501st es que sólo representa a personajes «malos»: «Hay dos organizaciones totalmente independientes –explica–. Una que se llama Rebel Legion, que es la de los buenos, y la nuestra. Nuestro lema es: ‘Los chicos malos hacen el bien’.» A su lado, hablando por teléfono, aparece Darth Vader, el más malo de todos, personificado por Leonardo. Es jefe de terapia intensiva pediátrica del Sanatorio La Trinidad, y antes del desfile de villanos, evacua una consulta profesional.
Según explica Gabriela, la 501st en la Argentina tiene tres compromisos: «Con la Fundación Flexer, de ayuda al niño con cáncer; con la Fundación Garrahan; y con el Hogar de Niños Pradere, de San Fernando». ¿Cómo lo hacen? «Juntamos donaciones en eventos privados», dice Juan Malazini, comandante de la 501st Argentina desde 2013, «somos una organización de fanáticos que colaboramos con la comunidad». Y cierra: «Que haya tanta gente para nosotros es un orgullo. Significa que a la gente le interesa Star Wars, que le gusta. Los chicos están enganchadísimos, y hay toda una generación nueva y la de nuestra edad juntas en este encuentro.»
. 18 mil personas pasaron entre el sábado y el domingo para presenciar el evento de Star Wars, desarrollado en el Parque del Bicentenario, en Villa Martelli.
Radeff de colección. Alejandro Radeff, «el Coleccionador», exhibió los objetos de Star Wars que reunió desde 1987. Sobre todo, libros en varios idiomas, muñecos en diferentes escalas y disfraces.
Las caras de asombro son de grandes y de chicos. Los de ayer y los de hoy, dos generaciones unidas por La guerra de las galaxias, o Star Wars, como se dice desde hace un tiempo. «Hoy quiero ver la pelí», le pide un chiquito de cinco años a su papá, un cuarentón que tarda en contestarle porque está alucinado con Darth Vader, ese villano de más de dos metros de alto que encabeza el desfile de los 40 malos que organizó este fin de semana, en Tecnópolis, la filial local de la 501st. Legion, un grupo internacional de fanáticos de las películas de George Lucas que tiene 7000 miembros en todo el mundo y 40 en la Argentina.
Y eligieron el 4 de mayo porque es el día internacional de Star Wars. La fecha responde a un juego de palabras, a una similitud sonora que surge de dos frases en inglés: «May the force be with you» (Que la fuerza te acompañe) es la manera formal de decir adiós y desearse buena suerte entre los jedi y miembros del Alto Consejo Jedi, esos personajes de gran poder y sabiduría de la Guerra de las galaxias. «May the fourth», que se pronuncia casi igual, fue ayer, «4 de mayo».
Las espadas luminosas ganan la escena en la tarde noche de Villa Martelli. Los nenes a caballito de sus papás son la escena más repetida. Entre una chica con la remera de Arturito y un nene con la máscara de Darth Vader, suena la música de la película, y otros chicos sin disfraz juegan a ser Obi-Wan Kenobi. Los fanáticos hacen cola para ponerse cascos de Clones o de Troopers, los soldados del Ejército de la República. «Mirá, están todos los malos», le dice un papá a su hijo y le explica quién es Darth Maul, el malvado aprendiz de Darth Sidious, un misterioso Lord Sith que manipula los eventos galácticos desde la oscuridad.
«Que haya tanta gente para nosotros es un orgullo. Los chicos están enganchadísimos, hay toda una generación nueva y la de nuestra edad juntas en este encuentro».
La 501st Legion es una organización internacional con sedes en todo el mundo y nació en Estados Unidos en 1997. En la Argentina comenzó con tres miembros en 2003, y ya son cuarenta. Ellos organizaron esta doble jornada en el predio de Tecnópolis: «Lo que buscamos es trasladar todo lo que sea el universo Star Wars, a través de réplicas de trajes de la película, con un fin benéfico», explica Gabriela Hutt, encargada de relaciones públicas y homónima de Jabba el Hutt, ese alienígena obeso con forma de batracio que vive en el planeta desértico de Tatooine y apareció por primera vez en El regreso del Jedi (1983).
La agrupación suele colaborar en campañas de voluntariado. «Ponemos nuestros recursos a disposición de la comunidad, para transmitir lo que nos gusta a nosotros, que somos fans de Star Wars», dice Gabriela. Una particularidad de la 501st es que sólo representa a personajes «malos»: «Hay dos organizaciones totalmente independientes –explica–. Una que se llama Rebel Legion, que es la de los buenos, y la nuestra. Nuestro lema es: ‘Los chicos malos hacen el bien’.» A su lado, hablando por teléfono, aparece Darth Vader, el más malo de todos, personificado por Leonardo. Es jefe de terapia intensiva pediátrica del Sanatorio La Trinidad, y antes del desfile de villanos, evacua una consulta profesional.
Según explica Gabriela, la 501st en la Argentina tiene tres compromisos: «Con la Fundación Flexer, de ayuda al niño con cáncer; con la Fundación Garrahan; y con el Hogar de Niños Pradere, de San Fernando». ¿Cómo lo hacen? «Juntamos donaciones en eventos privados», dice Juan Malazini, comandante de la 501st Argentina desde 2013, «somos una organización de fanáticos que colaboramos con la comunidad». Y cierra: «Que haya tanta gente para nosotros es un orgullo. Significa que a la gente le interesa Star Wars, que le gusta. Los chicos están enganchadísimos, y hay toda una generación nueva y la de nuestra edad juntas en este encuentro.»
. 18 mil personas pasaron entre el sábado y el domingo para presenciar el evento de Star Wars, desarrollado en el Parque del Bicentenario, en Villa Martelli.
Radeff de colección. Alejandro Radeff, «el Coleccionador», exhibió los objetos de Star Wars que reunió desde 1987. Sobre todo, libros en varios idiomas, muñecos en diferentes escalas y disfraces.
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Esta errado el nombre del que escribe la nota chicxs. Fijense en la fuente. No es Capitanich quien escribió esta nota sino Esteban Schoj.
Gracias, Alejandra. Ya está corregido.