Oliver Kornblihtt/AFV.
Las restricciones cambiarias golpearon con fuerza al mercado inmobiliario, que acumula ocho meses de caídas en las ventas. Sin embargo, no todas las empresas del sector fueron afectadas por igual. Tras el anuncio, en abril pasado, de las medidas que intensifican el cepo sobre el dólar, TGLT fue la primera desarrolladora inmobiliaria en picar en punta y lanzar dos proyectos de torres de vivienda en Palermo y Caballito, con una inversión cercana a $ 420 millones.
Los resultados superaron las expectativas y en la empresa aseguran haber vendido más del 60% de las unidades. «La incertidumbre de la gente acerca de lo que puede pasar con el precio de las propiedades sigue existiendo. Lo que pasa es que el temor y las dudas que genera quedarse en pesos es mayor y termina impulsando estas operaciones», explica Federico Weil, presidente de la desarrolladora, que busca repetir el fenómeno que representó IRSA en el mercado en la década del 90.
TGLT nació en 2005 y dos años después se asoció con la compañía brasileña PDG, la mayor desarrolladora inmobiliaria de América latina, que hoy es su accionista mayoritario con 27% del paquete. La firma fundada por Weil lidera el mercado residencial argentino con un portafolio de más de US$ 1300 millones y ventas en 2011 por $ 431 millones. Además, desde noviembre de 2010 cotiza en la Bolsa de Buenos Aires y unos meses después debutó en el Bovespa brasileño.
«No bien vimos cómo venía la coyuntura nos dimos cuenta de que no había marcha atrás y fuimos a fondo con la pesificación de nuestros proyectos. Lo que estamos haciendo es trabajar con un esquema mixto, que combina una parte fija y otra en cuotas que se van indexando de acuerdo con los costos de la construcción y cuya evolución tenemos auditada. Con este modelo, en el caso de nuestro proyecto Forum Palermo, de un total de 210 unidades sólo nos quedan 60 para la venta. Algo parecido nos está pasando en Caballito.
-¿Y cómo se explica este boom de ventas en un mercado inmobiliario tan golpeado?
-Básicamente porque la gente no sabe qué hacer con la plata. Hay mucha incertidumbre y de hecho tuvimos que bajar algunos lanzamientos que teníamos previstos para este año por este tema. Estamos ante un entorno económico que se tiene que asentar para generar más inversiones, y la incertidumbre de la gente sobre lo que puede pasar con el precio de las propiedades sigue existiendo. Lo que pasa es que el temor y las dudas que genera quedarse en pesos es mayor y termina impulsando estas operaciones.
-Los proyectos que están lanzando son con tierras que ya tenían. ¿Cómo van a seguir de acá en más?
-Tenemos muchas reservas de tierras, y además creemos que se va a acelerar la modalidad de la permuta de los terrenos a cambio de metros construidos. Nosotros ya trabajamos con este sistema en varios proyectos, en los que terminamos pagando el predio donde íbamos a construir con pisos o departamentos terminados.
-¿Qué puede pasar con el mercado de usados? ¿Hay signos de reactivación?
-La vivienda es parte de la vida de la gente. Y creo que esta necesidad va a terminar empujando la actividad.
-¿Y los precios van a bajar?
-En una economía completamente desapalancada es casi imposible predecir qué pasará con los precios.
-¿Cuáles son los próximos lanzamientos?
-Vamos a desarrollar un modelo de ahorro previo que ya funciona muy bien en Córdoba. La idea es tomar una manzana y lanzar la comercialización a la vez de cuatro torres, que se van a ir entregando en lapsos de dos años. Todos los compradores empiezan a pagar en el mismo momento, pero la cuota varía de acuerdo con la fecha de posesión. Los que se adjudiquen las unidades de la primera torre, a partir de la posesión pagan un poco más bajo la premisa de que no van a tener que seguir alquilando. La idea es que funcione como un financiamiento cruzado entre los que necesitan mudarse y los que ahorran en ladrillos.
-¿Cómo puede impactar en el mercado el plan Procrear?
-La idea es buena, en especial si se incluyen las tierras ociosas que tiene el Estado y se fomenta la participación del sector privado. Bien implementado, el programa puede lograr que deje de crecer el déficit de vivienda en la Argentina y aportar un par de puntos al PBI. Igual la clave va a estar en los detalles y en la burocracia..
Las restricciones cambiarias golpearon con fuerza al mercado inmobiliario, que acumula ocho meses de caídas en las ventas. Sin embargo, no todas las empresas del sector fueron afectadas por igual. Tras el anuncio, en abril pasado, de las medidas que intensifican el cepo sobre el dólar, TGLT fue la primera desarrolladora inmobiliaria en picar en punta y lanzar dos proyectos de torres de vivienda en Palermo y Caballito, con una inversión cercana a $ 420 millones.
Los resultados superaron las expectativas y en la empresa aseguran haber vendido más del 60% de las unidades. «La incertidumbre de la gente acerca de lo que puede pasar con el precio de las propiedades sigue existiendo. Lo que pasa es que el temor y las dudas que genera quedarse en pesos es mayor y termina impulsando estas operaciones», explica Federico Weil, presidente de la desarrolladora, que busca repetir el fenómeno que representó IRSA en el mercado en la década del 90.
TGLT nació en 2005 y dos años después se asoció con la compañía brasileña PDG, la mayor desarrolladora inmobiliaria de América latina, que hoy es su accionista mayoritario con 27% del paquete. La firma fundada por Weil lidera el mercado residencial argentino con un portafolio de más de US$ 1300 millones y ventas en 2011 por $ 431 millones. Además, desde noviembre de 2010 cotiza en la Bolsa de Buenos Aires y unos meses después debutó en el Bovespa brasileño.
«No bien vimos cómo venía la coyuntura nos dimos cuenta de que no había marcha atrás y fuimos a fondo con la pesificación de nuestros proyectos. Lo que estamos haciendo es trabajar con un esquema mixto, que combina una parte fija y otra en cuotas que se van indexando de acuerdo con los costos de la construcción y cuya evolución tenemos auditada. Con este modelo, en el caso de nuestro proyecto Forum Palermo, de un total de 210 unidades sólo nos quedan 60 para la venta. Algo parecido nos está pasando en Caballito.
-¿Y cómo se explica este boom de ventas en un mercado inmobiliario tan golpeado?
-Básicamente porque la gente no sabe qué hacer con la plata. Hay mucha incertidumbre y de hecho tuvimos que bajar algunos lanzamientos que teníamos previstos para este año por este tema. Estamos ante un entorno económico que se tiene que asentar para generar más inversiones, y la incertidumbre de la gente sobre lo que puede pasar con el precio de las propiedades sigue existiendo. Lo que pasa es que el temor y las dudas que genera quedarse en pesos es mayor y termina impulsando estas operaciones.
-Los proyectos que están lanzando son con tierras que ya tenían. ¿Cómo van a seguir de acá en más?
-Tenemos muchas reservas de tierras, y además creemos que se va a acelerar la modalidad de la permuta de los terrenos a cambio de metros construidos. Nosotros ya trabajamos con este sistema en varios proyectos, en los que terminamos pagando el predio donde íbamos a construir con pisos o departamentos terminados.
-¿Qué puede pasar con el mercado de usados? ¿Hay signos de reactivación?
-La vivienda es parte de la vida de la gente. Y creo que esta necesidad va a terminar empujando la actividad.
-¿Y los precios van a bajar?
-En una economía completamente desapalancada es casi imposible predecir qué pasará con los precios.
-¿Cuáles son los próximos lanzamientos?
-Vamos a desarrollar un modelo de ahorro previo que ya funciona muy bien en Córdoba. La idea es tomar una manzana y lanzar la comercialización a la vez de cuatro torres, que se van a ir entregando en lapsos de dos años. Todos los compradores empiezan a pagar en el mismo momento, pero la cuota varía de acuerdo con la fecha de posesión. Los que se adjudiquen las unidades de la primera torre, a partir de la posesión pagan un poco más bajo la premisa de que no van a tener que seguir alquilando. La idea es que funcione como un financiamiento cruzado entre los que necesitan mudarse y los que ahorran en ladrillos.
-¿Cómo puede impactar en el mercado el plan Procrear?
-La idea es buena, en especial si se incluyen las tierras ociosas que tiene el Estado y se fomenta la participación del sector privado. Bien implementado, el programa puede lograr que deje de crecer el déficit de vivienda en la Argentina y aportar un par de puntos al PBI. Igual la clave va a estar en los detalles y en la burocracia..