Fiesta de Fin de Ciclo en Punta, contragolpe en la City y calor en los precios

Por Alejandro Bercovich
A un año exacto de la devaluación que les sirvió para anotar en sus balances una ganancia de $10.000 millones por los dólares que atesoraban y en medio de una guerra tribunalicia sin cuartel con la que los fiscales y jueces empiezan a colarse en la campaña presidencial, los principales banqueros del país se verán mañana las caras con CEOs de empresas, abogados top, financistas blue y referentes más antiguos del establishment. Será en la ya tradicional fiesta anual que ofrece cada enero Jorge Brito en su lujosa estancia Mamá Ganso, para la cual un puñado de hombres de negocios tiene previsto despegar hoy hacia Punta del Este. Pegará el faltazo el presidente de la UIA, Héctor Méndez, quien vacacionará en Estados Unidos tras una semana de gestiones porteñas al cabo de las cuales desechó la idea de vender su fábrica de recipientes plásticos y lanzó además una oferta para quedarse con la autopartista sanjuanina Delphi, en manos del fondo buitre que empujó a la Argentina al default parcial de su deuda. A Brito, en cambio, lo cruzarán otras preocupaciones: ayer, un grupo de inspectores de la Comisión Nacional de Valores (CNV) se instaló durante toda la tarde en la sociedad de Bolsa del Macro, de donde se llevaron balances y registros que pueden derivar en una nueva andanada de multas por presunta evasión y hasta violaciones de la Ley Penal Cambiaria.
La celebración esteña no incluirá esta vez a muchos políticos, que les huyen a los lujos de la Brava y la Mansa los veranos previos a las elecciones. Pero tendrá mucho de política. La sensación que se adueñó de los empresarios en la última semana, tras el freno judicial a las designaciones de fiscales impulsados por la procuradora Alejandra Gils Carbó y especialmente tras la sorpresiva denuncia del fiscal Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Kirchner, es que el fin del ciclo kirchnerista ya está tan cerca que pueden acariciarlo con las manos. Los hombres de negocios ya empezaron a actualizar sus agendas con contactos en los tres búnkers de campaña que mejor miden en las encuestas y algunos apuestan a emular a los buitres, que comenzaron a discutir con un par de economistas “sucesores” y casi abandonaron las conversaciones con el equipo de Axel Kicillof.
En ese establishment que brindará por el giro pro-mercado que augura, sea cual sea el resultado en octubre, cayó bastante simpática la idea que lanzó en forma de dardo venenoso el intendente Gustavo Posse, a quien muchos de ellos han votado como vecinos de San Isidro: una fórmula unificada Macri-Massa que enfrente con más vigor a Daniel Scioli y entierre definitivamente las chances del kirchnerismo de integrar, ni siquiera como minoría, un eventual gobierno del exmotonauta.
El heredero del municipio sanisidrense, acaso el único que transitó alternativamente el radicalismo, el kirchnerismo, el macrismo y el massismo durante la última década, terminó de convencerse con el arribo de Francisco De Narváez de que en el último espacio donde recaló ya no tiene chances de postularse a gobernador. El Colorado todavía mide cuatro puntos menos que el alicaído Martín Insaurralde, pero bastante más que él y mucho más que Darío Giustozzi. Y encima viene con financiamiento propio. Por eso Posse eligió las páginas de Clarín -enemistado con Massa- para lanzar la propuesta de lo que el oficialismo más duro ya se prepara para denunciar como una remake de la Unión Democrática, el frente antiperonista de 1952.
¿Dónde está Braden?
La comparación luce más que exagerada, sobre todo debido a que el poder territorial bonaerense sobre el que se apoya Massa es el mismo aparato justicialista que utilizó el kirchnerismo durante sus años de apogeo. Pero el repentino frentismo del despechado Posse también enfrenta resistencias en las dos fuerzas que pugnan por meterse en un ballotage contra Scioli, todavía el mejor posicionado de los tres. Cerca del jefe comunal porteño acusan a Massa de ser “más de lo mismo”, mientras que en Tigre destacan que Macri aún no resolvió siquiera a quién postulará en su distrito bastión ni en la populosa (y esquiva para él) arena bonaerense. Lo que no descarta ninguno -y que incluso barajan todos seriamente- es la posibilidad que se mencionó la semana pasada en esta columna: una competencia en las PASO entre Massa y Macri como parte de una alianza opositora que se cerraría solo si Scioli se mantiene en la punta y con alguna chance al menos remota de evitar la segunda vuelta.
El holding mediático de la trompetita, jugado ya por Macri tras el descuartizamiento del Frente Amplio UNEN, tiene muchas razones para desconfiar de Massa tanto como el tigrense recela al Grupo. Una de ellas es su entorno empresarial: Jorge Brito, José Luis Manzano, Daniel Vila, Alberto Pierri y los hermanos Bulgheroni son enemigos históricos del tándem Magnetto-Aranda-Herrera de Noble.
Contragolpe
Los inspectores de la CNV, que ayer también visitaron la sociedad de Bolsa Intl CIBSA, pusieron especial empeño en su paso por Macro Securities, la mesa de dinero sobre la cual Brito fundó su imperio. Kicillof estaba al tanto de la fiesta esteña que ofrecerá mañana el dueño del Macro, así como se enteró de quiénes pasaron por la de fin de año del HSBC, también en Punta, a pocos días de la cual el Banco Central ordenó suspender las operaciones en divisas con el exterior de la entidad investigada por haber facilitado a 4.000 ricos y famosos la fuga de parte de sus fortunas a Suiza.
Lo que no sabía, y se enteró ayer gracias a los inspectores de la CNV, es cómo jugó Macro Securities para inflar el dólar “contado con liqui” luego de la última baja de tasas impulsada por el Central, llamada a afectar su rentabilidad. La financiera de Brito, según reportaron los sabuesos, compró grandes cantidades de BODEN 2015 apenas se concretó aquella movida, que luego vendió al Banco Macro. Así impulsó el precio hacia arriba sin perder dinero en el medio. En Economía bautizaron la operatoria como “el shadow banking de cabotaje”.
La sanción del lunes contra el HSBC no guarda relación directa con la investigación de esas cuentas suizas, pero se inscribe en la intensa vigilancia a la cual el Gobierno decidió someter a los grupos empresarios que identifica como enemigos claros de su administración. En eso no hay fisuras entre Kicillof y Alejandro Vanoli, a quienes por estas horas entusiasma más que ninguna otra cosa el almuerzo que compartirán hoy con Thomas Piketty, el economista de moda en todo el mundo, cuyo brulote de 650 páginas ya devoraron ambos y también en fragmentos la propia Cristina.
Aunque las inspecciones en la City de la CNV, el Central, la UIF y otros organismos colaboraron marginalmente a que el dólar blue se mantenga por debajo de los 14 pesos en la primera mitad de enero, en Economía son conscientes de que la pax cambiaria tiene más que ver con otros factores: la emisión de bonos dollar linked que planchó las expectativas devaluatorias, el freno a la emisión de pesos y la activación del swap con China, que esta semana volvió a engrosar las arcas de Reconquista 266.
Herencia caliente
La Presidenta partirá justamente hacia China a principios de febrero, con la mira puesta en sostener las reservas hasta octubre. Para que la economía llegue sin sobresaltos a los comicios, incluso en un escenario de relativo estancamiento, la clave es esa variable pero también la inflación, que volvió a recalentarse con el cambio del almanaque. Según la medición que hace Consumidores Libres sobre 38 artículos sin contar Precios Cuidados, la canasta básica aumentó 1,76% en la primera quincena de enero. La consultora Elypsis, que mide los precios de los portales web de los supermercados, cantó para la semana del 5 al 11 de enero un aumento del 0,49%, por encima del 0,44% de la semana previa y muy superior al 0,03% de la semana del 8 al 14 de diciembre.
Justo a un año de la deva que inicialmente el Gobierno adjudicó a Juanjo Aranguren y al HSBC, y cuya paternidad terminó admitiendo más tarde Juan Carlos Fábrega antes de renunciar, no hace falta acudir a índices de consultoras para dar cuenta de cómo los precios le robaron unos puntos de poder adquisitivo a los salarios durante 2014. Si se toman linealmente el IPC-Nu del INDEC (24%) y el índice de Salarios (34%), debería haber habido un boom de consumo o de ahorro que no se registró. Pero si se miran índices como el que elabora el blog Cosas Que Pasan, muy similar al que hacían sobre datos provinciales el CENDA o CIFRA antes de que sus referentes pasaran a ocupar cargos en Economía, la carestía fue del 38,9%. Una foto que parece más consistente con otros indicadores.

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