08/01/14
¿Se puede presentar, por favor?
Soy Darío Giustozzi, nací hace 49 años en Saladillo, un pueblo del interior bonaerense de 30 mil habitantes. Me sumé a la militancia universitaria a los 18, luego a la renovación peronista de Cafiero. Vengo del peronismo de centroizquierda, tengo un pensamiento socialcristiano, humanista. Mi pasión familiar son los autos de carrera. Mi padre corría y llegamos a tener 7 autos en casa. Yo corrí en moto a más de 300 kilómetros y cada tanto me subo a un Turismo Carretera.
¿Y en política qué carrera quisiera correr?
Mi aspiración es volcar toda mi experiencia en la Gobernación. Es más: voy a ser candidato. Tengo dos años para prepararme y creo que lo haría bien. Estoy en mi mejor momento.
¿Pero no le falta instalación pública?
No. Ya tengo mayor nivel de conocimiento que el que tenía Insaurralde antes de ser candidato. La instalación se logra en el último tiempo, pero además soy el que conduce políticamente el distrito más grande del Frente Renovador (Almirante Brown).
Ya que nombra a Insaurralde. Dicen que le dio celos el encuentro con Massa…
No. Sería un retroceso…
¿Qué cosa?
Hay que tener cuidado de no mostrar incoherencia en nuestra construcción. Eso nos podría poner en zona de riesgo. Fue candidato de La Cámpora y su actitud en la campaña fue muy hostil. Tuvo expresiones de la vieja política.
¿Es cierto que a usted lo desvela mucho su imagen?
Hoy no hay dirigente que no tenga asesores o quienes le aconsejen si le queda mejor una camisa o la otra o si se pone o no un saco. Yo no tengo asesores profesionales. Me aconseja mi hija.
¿Se puede saber qué le dice?
Que me saque los anteojos y que use ropa más moderna, cosa que me cuesta porque soy de un pueblo del interior. Me dice que tengo imagen de austero, que uso colores oscursos. Pero bueno, algo he aprendido.
Scioli en eso le saca una gran ventaja, ¿no?
La Provincia necesita un gobernador que no piense sólo en la buena onda y en la imagen. Scioli no eligió ser una expresión de cambio sino atarse a lo que nosotros creemos que es una expresión del pasado. Nosotros somos otra cosa.
¿No es contradictorio definirse como lo nuevo cuando hasta no hace tanto la mayoría del Frente Renovador adhería al kirchnerismo?
Lo nuevo no viene de otra galaxia. La nuevo viene del sistema político. Lo nuevo es conjugar lo mejor que puede dar cada uno, ordenarlo y conducirlo para enfrentar los desafíos de una etapa distinta.
¿Podría descartar un vínculo electoral con Scioli en el futuro?
No quiero hacer ninguna especulación sobre eso.
Si le pido que complete la frase “Giustozzi es el … de Massa”. ¿Qué diría?
El más progresista. Bueno, Sergio también es progresista. Pará, no, el término no sería ese… Coincidimos en casi un cien por ciento.
¿Lo llaman el alter ego?
Casi que soy su alter ego. Tengo una experiencia militante distinta, pero somos muy parecidos. Si alguien dice que soy el alter ego de Massa no me molesta. Pero Sergio entiende la forma de comunicar mejor que yo. La política moderna se comunica con frases cortas, en poco tiempo y con buenos títulos. Yo vengo formateado de otro tiempo y necesito justificar con contenido cada cosa.
¿La charla con el Papa lo convenció de que tenía que ser candidato a diputado?
No, para nada. Fui a verlo, entre otras cosas, pensando en dejar la política, porque estaba defraudado. Sentía que era un ámbito inhóspito. Y el papa Francisco me dio consejos espirituales que después, en un período de reflexión, me ayudaron a tomar decisiones. Como decir lo que pienso con total libertad.
¿Se puede presentar, por favor?
Soy Darío Giustozzi, nací hace 49 años en Saladillo, un pueblo del interior bonaerense de 30 mil habitantes. Me sumé a la militancia universitaria a los 18, luego a la renovación peronista de Cafiero. Vengo del peronismo de centroizquierda, tengo un pensamiento socialcristiano, humanista. Mi pasión familiar son los autos de carrera. Mi padre corría y llegamos a tener 7 autos en casa. Yo corrí en moto a más de 300 kilómetros y cada tanto me subo a un Turismo Carretera.
¿Y en política qué carrera quisiera correr?
Mi aspiración es volcar toda mi experiencia en la Gobernación. Es más: voy a ser candidato. Tengo dos años para prepararme y creo que lo haría bien. Estoy en mi mejor momento.
¿Pero no le falta instalación pública?
No. Ya tengo mayor nivel de conocimiento que el que tenía Insaurralde antes de ser candidato. La instalación se logra en el último tiempo, pero además soy el que conduce políticamente el distrito más grande del Frente Renovador (Almirante Brown).
Ya que nombra a Insaurralde. Dicen que le dio celos el encuentro con Massa…
No. Sería un retroceso…
¿Qué cosa?
Hay que tener cuidado de no mostrar incoherencia en nuestra construcción. Eso nos podría poner en zona de riesgo. Fue candidato de La Cámpora y su actitud en la campaña fue muy hostil. Tuvo expresiones de la vieja política.
¿Es cierto que a usted lo desvela mucho su imagen?
Hoy no hay dirigente que no tenga asesores o quienes le aconsejen si le queda mejor una camisa o la otra o si se pone o no un saco. Yo no tengo asesores profesionales. Me aconseja mi hija.
¿Se puede saber qué le dice?
Que me saque los anteojos y que use ropa más moderna, cosa que me cuesta porque soy de un pueblo del interior. Me dice que tengo imagen de austero, que uso colores oscursos. Pero bueno, algo he aprendido.
Scioli en eso le saca una gran ventaja, ¿no?
La Provincia necesita un gobernador que no piense sólo en la buena onda y en la imagen. Scioli no eligió ser una expresión de cambio sino atarse a lo que nosotros creemos que es una expresión del pasado. Nosotros somos otra cosa.
¿No es contradictorio definirse como lo nuevo cuando hasta no hace tanto la mayoría del Frente Renovador adhería al kirchnerismo?
Lo nuevo no viene de otra galaxia. La nuevo viene del sistema político. Lo nuevo es conjugar lo mejor que puede dar cada uno, ordenarlo y conducirlo para enfrentar los desafíos de una etapa distinta.
¿Podría descartar un vínculo electoral con Scioli en el futuro?
No quiero hacer ninguna especulación sobre eso.
Si le pido que complete la frase “Giustozzi es el … de Massa”. ¿Qué diría?
El más progresista. Bueno, Sergio también es progresista. Pará, no, el término no sería ese… Coincidimos en casi un cien por ciento.
¿Lo llaman el alter ego?
Casi que soy su alter ego. Tengo una experiencia militante distinta, pero somos muy parecidos. Si alguien dice que soy el alter ego de Massa no me molesta. Pero Sergio entiende la forma de comunicar mejor que yo. La política moderna se comunica con frases cortas, en poco tiempo y con buenos títulos. Yo vengo formateado de otro tiempo y necesito justificar con contenido cada cosa.
¿La charla con el Papa lo convenció de que tenía que ser candidato a diputado?
No, para nada. Fui a verlo, entre otras cosas, pensando en dejar la política, porque estaba defraudado. Sentía que era un ámbito inhóspito. Y el papa Francisco me dio consejos espirituales que después, en un período de reflexión, me ayudaron a tomar decisiones. Como decir lo que pienso con total libertad.
