Garrigós: «Para reabrir la denuncia de Nisman tienen que demostrar que el sobreseimiento fue un delito»

En exclusiva con Política Argentina, la titular de la Cámara de Casación Penal sostuvo que para reabrir la denuncia de Nisman contra Cristina Kirchner «tienen que sostener que el juez y el fiscal de primera instancia, la Cámara, el fiscal ante la Cámara Federal, la Cámara de Casación y el fiscal ante Casación están confabulados para archivar esa causa». El rol de los servicios de inteligencia.
por Luciana Bertoia
Mientras en Comodoro Py calientan motores para intentar reactivar la denuncia de Alberto Nisman contra la ex-presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la investigación sobre la misteriosa muerte del fiscal del caso AMIA sigue en el limbo judicial. Los jueces María Laura Garrigós de Rébori, Daniel Morín y Mario Magariños – quienes en junio rechazaron enviar la causa a los tribunales de Comodoro Py – deben decidir si aceptan el recurso presentado por los abogados de la ex mujer de Nisman para llevar el caso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Casi con fastidio, la jueza Garrigós de Rébori se refiere en esta entrevista exclusiva con Política Argentina al derrotero de la investigación de la muerte de Nisman, quien fue encontrado muerto en la noche del 18 de enero del 2015, mientras protesta por el nulo avance que ha registrado la pesquisa por el atentado a la AMIA.
¿Piensa que la Corte se va a expedir sobre la competencia para investigar la muerte de Nisman?
Es probable. Nosotros todavía tenemos que decidir si concedemos el recurso extraordinario. No lo hemos resuelto porque estamos de feria.
Pero pueden ir en queja a la Corte también…
Y es probable que lo hagan porque es barato. ¿Qué les queda en esa causa por seguir haciendo a los abogados más que seguir recurriendo? La tarea de esos abogados es el recurso.
¿Cuando les tocó revisar la competencia en el caso Nisman no hubo presiones?
No (piensa). Los abogados estaban un poco exaltados. Venían, se enojaban y pedían entrevistas personales con nosotros. En esta cámara – incluso por cuestiones edilicias – los jueces no hablamos con los abogados hasta el día de la audiencia. Presentaron un escrito pidiendo que los recibiéramos antes de la audiencia y se lo devolvimos porque no está previsto en el Código que uno reciba a los abogados.
El escritorio de Garrigós está casi despejado cuando llega a la oficina. Tiene un par de portarretratos con fotos de su marido y sus hijos — tres varones: dos ingenieros y un abogado– en un mueble enfrentado a su silla. En uno de los pilones metódicamente ordenados sobresale una versión impresa de un artículo de Ámbito Financiero referidos a la decisión de la Casación nacional de no enviar la causa por la muerte de Nisman al fuero federal, lo que desató la bronca de la querella. “Es público y notorio que una de las firmantes, Garrigós de Rébori, es militante K”, protestó el mismo 16 de junio Manuel Romero Victorica, uno de los abogados que representa a las hijas de Nisman y a su ex-mujer, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, quien hace meses intenta llevar la causa al fuero federal y casi lo había logrado en marzo cuando la jueza Fabiana Palmaghini declinó la competencia y la Cámara del Crimen confirmó tres semanas después su decisión.
¿Por qué ustedes hablan de intempestiva declinación de competencia por parte de la jueza Palmaghini?
Porque el 12 de febrero la jueza había hecho una declaración de competencia y el 1° de marzo, después de la declaración de (Antonio “Jaime”) Stiuso – sin siquiera testear algo de los supuestos de esa declaración – dicta la incompetencia. La declara sobre la base de presunciones y sobre la posible violación del secreto de los mails. Pero esa violación no se puede accionar porque es un delito de acción privada, que sólo puede promover el dueño de los mails – que era Nisman. De modo que los querellantes en esta causa no pueden querellar por la violación del secreto. Tampoco puede un juez de instrucción declararse incompetente en virtud de un delito de acción privada porque los jueces de instrucción sólo tienen competencia en acción pública. Esa declaración de incompetencia no podía seguir adelante.
¿Comparte la idea que tanto la denuncia de Nisman como la causa por su muerte puede ser un caballito de batalla contra el anterior gobierno?
Eso es lo que están instalando en los medios. Para poder reflotar la denuncia de Nisman contra Cristina Fernández tienen que sostener que el sobreseimiento que se dictó en esa causa es un delito y entonces hay que sostener que el juez y el fiscal de primera instancia, la Cámara, el fiscal ante la Cámara federal, la Cámara de Casación y el fiscal ante Casación están confabulados para archivar esa causa. En el medio de eso tenés las opiniones de los juristas más importantes del país como Zaffaroni, Julio Maier y creo que León Arslanian, que opinaron que no hay delito.
¿Hubo cambios en la justicia después de la denuncia y la muerte de Nisman con la publicidad del rol de los servicios de inteligencia?
Se transparentaron un montón de cosas. Pobres los damnificados de la causa AMIA. Cuando llegó al tribunal oral, los jueces con mucha espalda pudieron asumir que la causa era una bola de humo y decirlo y denunciar a todos los que hoy están siendo juzgados por el encubrimiento. Y que después la persona designada tampoco avanzaba con la investigación y hoy los tres fiscales que están a cargo están descubriendo que se perdieron diez años es como para decir que esto es lo peor que nos ha pasado en la historia del poder judicial argentino. Sirvió para demostrar el verdadero entramado entre las fuerzas de seguridad, los servicios de inteligencia y buena parte de los operadores judiciales.
¿Sólo en el fuero federal operan?
En el fuero federal, claramente. Yo tenía un colega – que no voy a nombrar – que decía: “yo soy amigo de Fulanito y avisame cuando vaya tu pliego”. Había gente que desfilaba por ese despacho. Yo vi esos desfiles en todos los gobiernos. Yo estoy en el Poder Judicial desde el 8 de enero de 1976. En el año ‘92, los que querían ser fiscales concurrían al despacho de una jueza de sentencia que los promovía. Hay gente que se conecta mucho al poder político y maneja las designaciones al interior del Poder Judicial. Los concursos han acotado un poco todo esto pero las ternas cuando se componen aún por aquellos que hayan obtenido una buena nota en el concurso también están sometidas a una selección que excede el rango del concurso, que necesita un apoyo político. El fuero ordinario no interesa, el fuero federal es de mucho interés porque los gobiernos saben que van a ser juzgados allí. Yo creo que debería atenderse más la composición del fuero comercial, donde transcurren las quiebras, los vaciamientos de empresas.
¿Atenderse en qué sentido?
Ver quiénes son. En el fuero comercial, se puede ver los apellidos y ver los vasos comunicantes con los grandes estudios de la City.
¿Cómo se da la relación con los servicios? ¿Andan por Tribunales y golpean?
Sí, y está esa vocación de “me conecté con los servicios, conozco los secretos del poder”. Los que te dicen que están conectados con los servicios se sienten agraciados porque el poder conquista y los servicios manejan el poder.
¿En la época que estaba en el tribunal oral no le iban a golpear?
No. A mí jamás. Incluso cuando uno está en un tribunal colegiado es mucho más difícil que te vengan a conectar y a pedirte algo porque saben que necesitan más de una voluntad. Cuando yo era jueza unipersonal — que fui doce años — nunca recibí una llamada de nadie y si la recibí no me di cuenta. Fotos: Antonela Andreotti.
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