Haciéndole la Corte al Congreso, Mario Wainfeld, Página/12.
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Acerca de Patricio
Patricio es profesor universitario de sociología. Trabaja sobre desigualdad y movimientos sociales. Se crió en un conventillo de la calle Olavarría, pero toda su vida ha sido hincha de River.
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La nota es buena y explica por qué tiene que ser matrimonio y no unión civil. Aún así, Wainfeld queda preso de un vocabulario que no ayuda: repetidas veces habla de «matrimonio gay», sin comillas. No se trata de impulsar un instituto especial para gays y lesbianas. La expresión lleva a confundir lo que precisamente queremos dejar en claro, que es una reforma del código civil para que el matrimonio sea para todos y todas, hétero y homo. «Matrimonio gay» cabe más a quienes proponen la unión civil, que quieren un régimen diferenciado que no de pleno derecho a los y las no heterosexuales. No queremos una libreta rosa. Se trata de salir del ghetto, y ampliar el reconocimiento estatal de la sexualidad. Por eso hay que apuntar a dejar en claro la universalidad de la propuesta: Matrimonio para todos y todas, y no «matrimonio gay».