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Entrevista a Miguel Blanco, presidente de IDEA y coordinador del Foro de Convergencia Empresaria
Por Cledis Candelaresi
El heterogéndo Foro de Convergencia, núcleo de cuarenta y siete entidades de todos los rubros, es el más reciente intento patronal de alzar la voz y buscar en la tribuna política consenso para cambios legales anhelados. Su coordinador apunta algunos: reforma tributaria “integral” y ajuste de balances por inflación.
–El Foro de Convergencia planteó que el Gobierno “debe trabajar para bajar la inflación”. ¿Significa que los empresarios no son responsables del problema, al fijar precios y márgenes?
–Es el problema del huevo y la gallina. Cuando hay déficit fiscal, se emite sin respaldo y se gasta más de lo que se tiene hay dos caminos: deuda o emisión. Como Argentina no puede endeudarse, emite. Y ese dinero adicional presiona sobre los precios y el tipo de cambio. Las subas en todos los rubros impactan en la estructura de costos y la única manera de financiarla es con suba de precios.
–¿Quiere decir que los empresarios no son responsables en la suba de precios?
–De ninguna manera. Para las empresas no hay nada peor que un contexto inflacionario: no le permite planificar al largo plazo y le obliga renegociar todo el tiempo salarios, precios con proveedores y clientes. Al empresario no le conviene la inflación. Prefiere un contexto estable para trabajar en la eficiencia de sus servicios.
–¿El conflicto con los buitres es un obstáculo para las inversiones o hay otros factores que desalientan más, como los límites para remitir utilidades?
–Todo afecta. Pero el default cortará el crédito financiero y comercial Y para desarrollar Vaca Muerta o renovar trenes se necesita crédito. Si antes se conseguía una carta de crédito a sesenta o noventa días, ahora se le exigirá que pague al contado. El que está en el país seguirá trabajando. Pero el que tiene que resolver una inversión y ve inflación o presión tributaria 15 puntos por encima del promedio de la región, seguramente elegirá otro lugar. No planteamos ser Noruega, sino tener condiciones similares a otros países de la región.
–Hay indicadores de que el empleo privado está cayendo. ¿Cuáles son las proyecciones de ocupación en lo que resta del año y para el 2015?
–Salvo el sector automotriz, creo que el empleo cae pero no tanto. No hay creación de nuevos empleos. No se reponen las bajas cuando alguien se va o jubila. Pero las empresas se resisten a despedir porque apostamos a una reactivación del 2005. Cuesta capacitar personal y es muy difícil reponerlo.
–¿Cómo ve el reclamo de los trabajadores contra el peso de Ganancias?.
–Es un reclamo genuino porque los salarios se ajustaron sobre la inflación y los mínimos no imponibles y las escalas del impuesto no. Y si uno aplica la misma escala sobre sueldos crecientes la incidencia es mayor. Lo mismo pasa sobre Bienes Personales. O lo mismo a las empresas que ante inflación del 40% anual pagan Impuesto a las Ganancias sobre utilidades por la inflación. Se cambió la normativa y perdimos esa posibilidad.
–¿Cree que un planteo como ajustes de balances por inflación y algunos otros tendrán más cabida en candidatos de la oposición?
–Lo que creo es que resulta imprescindible una reforma tributaria integral, empezando por la coparticipación de impuestos. El reparto actual reserva a la Nación el 75 por ciento de lo recaudado y eso obliga a las provincias a crear otros gravámenes para financiarse.
–¿Ustedes no perciben el esfuerzo de la Nación para facilitar inversiones?. Los proyectados cambios a la ley de Hidrocarburos son un ejemplo (topes a impuestos provinciales, exportar sin retenciones, libre disposición de divisas).
–Hay que revisar todo el esquema legal de los hidrocarburos. A un inversor de largo plazo hay que darle condiciones estables.
–¿Cuál es la coincidencia medular de las empresas que integran el Foro, a veces con intereses muy divergentes?
–Creemos que el empresariado tiene que dar su opinión públicamente sobre lo que tienen que ser las políticas de Estado. Estamos convencidos de que la unidad le va a dar más peso a su opinión. Dejamos de lado las reivindicaciones sectoriales, que es competencia de cada cámara.
–¿Se van a animar a hacer planteos formales y públicos que contraríen las políticas oficiales?
–Eso será en una segunda etapa. Plantearemos qué hay que hacer y si los políticos están de acuerdo, que adhieran públicamente. Si son gobierno, nosotros le recordaremos luego que no han cumplido su compromiso. Ya tuvimos reuniones individuales con referentes de la oposición y, por supuesto, invitamos al oficialismo. Cuando terminemos la ronda les propondremos adherir públicamente. Algunos ya lo hicieron. Eso mejorará mucho el clima de negocios.
Entrevista completa en: www.baenegocios.com
Entrevista a Miguel Blanco, presidente de IDEA y coordinador del Foro de Convergencia Empresaria
Por Cledis Candelaresi
El heterogéndo Foro de Convergencia, núcleo de cuarenta y siete entidades de todos los rubros, es el más reciente intento patronal de alzar la voz y buscar en la tribuna política consenso para cambios legales anhelados. Su coordinador apunta algunos: reforma tributaria “integral” y ajuste de balances por inflación.
–El Foro de Convergencia planteó que el Gobierno “debe trabajar para bajar la inflación”. ¿Significa que los empresarios no son responsables del problema, al fijar precios y márgenes?
–Es el problema del huevo y la gallina. Cuando hay déficit fiscal, se emite sin respaldo y se gasta más de lo que se tiene hay dos caminos: deuda o emisión. Como Argentina no puede endeudarse, emite. Y ese dinero adicional presiona sobre los precios y el tipo de cambio. Las subas en todos los rubros impactan en la estructura de costos y la única manera de financiarla es con suba de precios.
–¿Quiere decir que los empresarios no son responsables en la suba de precios?
–De ninguna manera. Para las empresas no hay nada peor que un contexto inflacionario: no le permite planificar al largo plazo y le obliga renegociar todo el tiempo salarios, precios con proveedores y clientes. Al empresario no le conviene la inflación. Prefiere un contexto estable para trabajar en la eficiencia de sus servicios.
–¿El conflicto con los buitres es un obstáculo para las inversiones o hay otros factores que desalientan más, como los límites para remitir utilidades?
–Todo afecta. Pero el default cortará el crédito financiero y comercial Y para desarrollar Vaca Muerta o renovar trenes se necesita crédito. Si antes se conseguía una carta de crédito a sesenta o noventa días, ahora se le exigirá que pague al contado. El que está en el país seguirá trabajando. Pero el que tiene que resolver una inversión y ve inflación o presión tributaria 15 puntos por encima del promedio de la región, seguramente elegirá otro lugar. No planteamos ser Noruega, sino tener condiciones similares a otros países de la región.
–Hay indicadores de que el empleo privado está cayendo. ¿Cuáles son las proyecciones de ocupación en lo que resta del año y para el 2015?
–Salvo el sector automotriz, creo que el empleo cae pero no tanto. No hay creación de nuevos empleos. No se reponen las bajas cuando alguien se va o jubila. Pero las empresas se resisten a despedir porque apostamos a una reactivación del 2005. Cuesta capacitar personal y es muy difícil reponerlo.
–¿Cómo ve el reclamo de los trabajadores contra el peso de Ganancias?.
–Es un reclamo genuino porque los salarios se ajustaron sobre la inflación y los mínimos no imponibles y las escalas del impuesto no. Y si uno aplica la misma escala sobre sueldos crecientes la incidencia es mayor. Lo mismo pasa sobre Bienes Personales. O lo mismo a las empresas que ante inflación del 40% anual pagan Impuesto a las Ganancias sobre utilidades por la inflación. Se cambió la normativa y perdimos esa posibilidad.
–¿Cree que un planteo como ajustes de balances por inflación y algunos otros tendrán más cabida en candidatos de la oposición?
–Lo que creo es que resulta imprescindible una reforma tributaria integral, empezando por la coparticipación de impuestos. El reparto actual reserva a la Nación el 75 por ciento de lo recaudado y eso obliga a las provincias a crear otros gravámenes para financiarse.
–¿Ustedes no perciben el esfuerzo de la Nación para facilitar inversiones?. Los proyectados cambios a la ley de Hidrocarburos son un ejemplo (topes a impuestos provinciales, exportar sin retenciones, libre disposición de divisas).
–Hay que revisar todo el esquema legal de los hidrocarburos. A un inversor de largo plazo hay que darle condiciones estables.
–¿Cuál es la coincidencia medular de las empresas que integran el Foro, a veces con intereses muy divergentes?
–Creemos que el empresariado tiene que dar su opinión públicamente sobre lo que tienen que ser las políticas de Estado. Estamos convencidos de que la unidad le va a dar más peso a su opinión. Dejamos de lado las reivindicaciones sectoriales, que es competencia de cada cámara.
–¿Se van a animar a hacer planteos formales y públicos que contraríen las políticas oficiales?
–Eso será en una segunda etapa. Plantearemos qué hay que hacer y si los políticos están de acuerdo, que adhieran públicamente. Si son gobierno, nosotros le recordaremos luego que no han cumplido su compromiso. Ya tuvimos reuniones individuales con referentes de la oposición y, por supuesto, invitamos al oficialismo. Cuando terminemos la ronda les propondremos adherir públicamente. Algunos ya lo hicieron. Eso mejorará mucho el clima de negocios.
Entrevista completa en: www.baenegocios.com
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