La clase media sufre cada vez más por falta de un cepo a la inflación

A sólo dos meses del final del 2012, el cepo a la inflación parece ser el único que sigue brillando por su ausencia. Los aumentos salariales logrados hace ya seis meses ya no permiten llegar a fin de mes sin sobresaltos porque los constantes retoques de precios y el impuesto a las Ganancias lo impiden. Sin embargo, además de evitar la palabra cepo de su diccionario, el Gobierno tampoco reconoce que la suba de precios ya limita el nivel de consumo, uno de los pilares del modelo K.
De hecho, el billete de $ 100, el de mayor denominación en circulación, muestra cada vez menos poder de compra y ya casi no logra sobrevivir 24 horas en el bolsillo de los consumidores.
Es que además de los artículos de la canasta básica, también el resto de los productos y servicios que componen la cuenta de gastos de un argentino van a terminar el año con subas no menores al 20%, y con casos mayores al 40% o 50%.
Si bien las nuevas tarifas de los taxis, que serán 12% más caras desde el domingo, representan el retoque más fresco, la lista es interminable. Cocheras, combustibles, prepagas, colegios privados, celulares, expensas, televisión por cable, peajes, pasajes en avión y en micro, multas de tránsito, entradas para ver fútbol y seguros mostraron, por lo menos un cambio entre enero y este mes.
En el caso de los taxis, es la segunda suba del año. En julio la bajada de bandera y las fichas habían subido 12%.Y desde el domingo, la bajada de bandera costará $ 9,10 y cada ficha, 91 centavos, de 6 a 22. En el nocturno habrá que pagar aún más.
Pero al igual que con el taxi, las subas se dividen en dos semestres bien marcados. El primero se inicia tras el cierre de las paritarias que llegaron acompañadas de una catarata de aumentos que minaron parte del medio aguinaldo de julio.
Y ni bien arrancó agosto, la segunda mitad del 2013 también dejó en claro que la inflación iba a seguir complotando contra el poder de compra de los salarios, a pesar de la anécdota que a esta altura es el Indec.
Si bien los economistas advierten que la suba de alimentos, bebidas e indumentaria golpea en mayor medida a los sectores más vulnerables, la clase media también afronta pagos de servicios y productos más caros.
Por caso, enviar a un chico a la escuela privada representa dos aumentos por año. El primero, de casi el 10% en marzo. Y el restante, del 7,5% en julio. Se sabe también que el ciclo lectivo 2013 se iniciará con subas que no bajarán del 30%.
La medicina privada recorre el mismo sendero. Una suba de 5% en marzo pero correspondiente a 2011. Otra de 7,5% en septiembre, el primer retoque de este año. Pero es posible que en diciembre haya otro del 10%.
Hablando de medicina y teniendo en cuenta las nefastas consecuencias de fumar sobre la salud, se puede sostener que el hábito del cigarrillo también deja rastros en los ingresos.
Las diferentes marcas de Massalin Particulares y de Nobleza Piccardo acumulan tres subas en marzo (5%), julio (4%) y este mes (4%). La industria del tabaco busca así cumplir con los convenios de recaudación tributaria que anualmente se firman con el Gobierno. Para este año, la promesa ronda los $ 11.500 millones que, en su mayoría salen de los bolsillos de los fumadores, teniendo en cuenta que el 70% del precio de un atado corresponde a impuestos.
El derrotero de aumentos también aplica a los servicios de la telefonía celular. Aunque, en este caso las subas se distribuyen según la operadora y el plan. Lo cierto es que se sufrieron subas en febrero y agosto, de 13% y 7,8% respectivamente. La televisión por cable hizo su aporte, con dos modificaciones en marzo y septiembre de 8,1% y 8,9%, llevando el abono básico a casi $ 200 por mes.
En cuanto a los gastos que representa el mantenimiento de una vivienda, el de las expensas es el que más malestar generó. Como parte del acuerdo salarial firmado a principios de año los encargados de edificio, las subas se repartieron entre marzo (10%) y octubre (20%). En este rubro, también los alquileres crecieron hasta ahora un 25%. Y en el caso de las familias porteñas, están pagando bastante más que en 2011 por los impuestos y servicios imprescindibles para mantener un hogar, y también por las reparaciones básicas. El ABL es un tributo que obligó a elevar ese presupuesto por encima de la inflación real del 25%. En los hogares que perdieron los subsidios, en tanto, las facturas de luz, gas y agua acusaron subas de hasta el 350%, y así el gasto total para las facturas esenciales creció en más del 50%.
Y en tiempos de analizar dónde pasar el verano, además del cepo a las vacaciones al exterior, habrá que analizar los costos de los alquileres y otros servicios en los diferentes destinos locales, y de hacerlo en auto (ver aparte), en avión o en micro. El ticket aéreo, que es controlado por el Gobierno, aumentó 25% en febrero y otro 15% en junio. Los micros aplicaron subas de 10% en marzo y 20% en febrero.

Acerca de Nicolás Tereschuk (Escriba)

"Escriba" es Nicolás Tereschuk. Politólogo (UBA), Maestría en Sociologìa Económica (IDAES-UNSAM). Me interesa la política y la forma en que la política moldea lo económico (¿o era al revés?).

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