LA CORTE DICE QUE FALTÓ RELATO

Ahí tienen el sacrificado oficio de juez, un verdadero apostolado.
Todos nosotros yendo de despedida en despedida, morfando y chupando como descosidos y los tipos recluidos en sus despachos, tapados de papeles, trabajando a destajo hasta el último segundo antes de los brindis de fin de año.
Y no cualquier trabajo, eh, no señor: se sacrifican por nosotros para producir piezas jurídicas memorables, como la resolución de la Corte denegando el «per sáltum» (recurso extraordinario por salto de instancia) que interpuso la AFSCA contra la resolución del juez Alfonso que deja firme la cautelar a favor de Clarín por ses meses (hasta el 9 de junio del año que viene), para frenar su adecuación de oficio a la ley de medio.
Resolución a la que corresponde la imagen de apertura del post: sí, no falta nada, está completa; 33 renglones -contando la introducción- para lavarse las manos y decir que no toman el caso.
Lo que supone dejarle a Magnetto seguir escapando de cumplir con la ley por otros seis meses más.
Y el tema es -dicen los supremos- que la AFSCA no «relató» completo el caso en su escrito, sino que transcribió partes de la resolución cuestionada por Clarín, y de la medida del juez Alfonso.
Haberlo dicho, con un par de fotocopias más, los muchachos de la Suprema ponían manos a la obra y hacían justicia y todo.
Tanto que nos pegan con eso todo el tiempo, y ahora nos salen con que nos faltó más relato.
A lo mejor nos jugó en contra que pensáramos que la Corte debía saber de que se trataba un caso que tiene ya más de cinco años de vigencia, en el que ellos mismo intervinieron cuatro o cinco veces (denegando ya dos per sáltum anteriores), para poner en práctica una ley que -también ellos mismos- declararon constitucional hace 14 meses.
Lo que no sabíamos -nos enteramos ahora- es que existía «tradicional jurisprudencia del tribunal» sobre el artículo 257 Bis del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (que regula el per sáltum), incorporado en diciembre del 2012.
Como tampoco sabíamos que un elemento decisivo era que el abogado de la AFSCA que presentó el escrito había trabajado antes en la Corte, más específicamente en el CIJ (el portal de noticias) y fue empleado de Lorenzetti: tremendo, con un argumento jurídico tan contundente en contra, el planteo del Estado no podía prosperar de ningún modo.
Bien sabemos que en la justicia las relaciones personales o familiares no tienen ningún tipo de cabida, y los jueces son muy estrictos al respecto.
Sin embargo, aunque los de la Corte sean flor de turros y está bastante claro que jamás de los jamases hubieran hecho otro cosa que no sea lavarse las manos, va con onda Sabbatella: la próxima vez llamála a Graciana Peñafort, que juna algo del tema.
Que por lo menos tengan que transpirar un poco.

Acerca de Napule

es Antonio Cicioni, politólogo y agnotólogo, hincha de Platense y adicto en recuperación a la pizza porteña.

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