Sher Singh hace semanas que no encuentra trabajo. Este obrero de 33 años, quien vive en uno de los distritos industriales más grandes de India fuera de Delhi, contó que hace un año las cosas eran diferentes. Todos los días tenía varios trabajos. Juntaba 6.000 rupias (u$s 108) por mes, dijo.
Pero desde que el crecimiento económico de India comenzó a bajar el ritmo del pico de 8% en 2010 a 6% a fines de 2011, el ingreso de Singh, al igual que el de otros millones de trabajadores, disminuyó bruscamente.
Los economistas tienen distintas visiones del impacto que puede tener la expansión económica en las vidas de las personas y en la reducción de la pobreza. Pero mayormente coinciden en que la actual desaceleración amenaza con extender la pobreza en India más rápido que lo que esparció la riqueza en los años de auge. Los beneficios del crecimiento se comparten en forma muy desigual, y a los pobres les llega mucho menos. Esto se aplica tanto al 8% como al 6%, afirmó Jean Dreze, economista de desarrollo. Dicho eso, la caída de 8% a 6% podría hacer las cosas más difíciles para ellos.
No hay estadísticas oficiales del desempleo en India, pero la caída en la producción industrial y las exportaciones, causada por el descenso del consumo local y externo, ha dejado a millones en la calle, aseguran economistas y trabajadores sociales.
Según las estimaciones oficiales, la población que vive bajo la línea de la pobreza se ha reducido de 37,2% en 2004-2005 a 29,8% en 2009-2010. Pero el umbral entre la supervivencia y la pobreza absoluta sigue siendo estrecho y unas pocas rupias puede hacer una gran diferencia para la vida de la gente.
Nueva Delhi calcula que un residente de la ciudad necesita para sobrevivir sólo 28 rupias diarias, o u$s 0,50. Pero la realidad en la calle parece indicar otra cosa. Pese a que la economía india se duplicó entre 1990 y 2005, según datos oficiales el 42% de los niños de menos cinco años están por debajo del peso normal, una mejora marginal respecto de hace una década.
Manmohan Singh, el primer ministro de India, describió los niveles de desnutrición del país como una vergüenza nacional. Pero los economistas de desarrollo temen que una desaceleración dañe los esfuerzos del gobierno para mejorar la salud, educación y seguridad alimenticia para los más necesitados. A.K. Shivakumar, miembro del Consejo Nacional Asesor de India, comentó: Se hizo poco antes para compartir los beneficios del crecimiento elevado; ahora se puede espera aún menos.
Nueva Delhi informará mañana las cifras de crecimiento del primer trimestre, pero la desaceleración no es la única preocupación de los inversores, industriales y ciudadanos comunes. Los déficit fiscal y comercial de Nueva Delhi se incrementaron a 5,8% y 9,9% del PBI respectivamente, mientras que la rupia se debilitó y tocó un mínimo récord frente al dólar.
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Los economistas tienen distintas visiones del impacto que puede tener la expansión económica en las vidas de las personas y en la reducción de la pobreza. Pero mayormente coinciden en que la actual desaceleración amenaza con extender la pobreza en India más rápido que lo que esparció la riqueza en los años de auge. Los beneficios del crecimiento se comparten en forma muy desigual, y a los pobres les llega mucho menos. Esto se aplica tanto al 8% como al 6%, afirmó Jean Dreze, economista de desarrollo. Dicho eso, la caída de 8% a 6% podría hacer las cosas más difíciles para ellos.
No hay estadísticas oficiales del desempleo en India, pero la caída en la producción industrial y las exportaciones, causada por el descenso del consumo local y externo, ha dejado a millones en la calle, aseguran economistas y trabajadores sociales.
Según las estimaciones oficiales, la población que vive bajo la línea de la pobreza se ha reducido de 37,2% en 2004-2005 a 29,8% en 2009-2010. Pero el umbral entre la supervivencia y la pobreza absoluta sigue siendo estrecho y unas pocas rupias puede hacer una gran diferencia para la vida de la gente.
Nueva Delhi calcula que un residente de la ciudad necesita para sobrevivir sólo 28 rupias diarias, o u$s 0,50. Pero la realidad en la calle parece indicar otra cosa. Pese a que la economía india se duplicó entre 1990 y 2005, según datos oficiales el 42% de los niños de menos cinco años están por debajo del peso normal, una mejora marginal respecto de hace una década.
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