La industria tradicional, en alerta por el modelo Macri

CASO TESTIGO. El mandatario está encandilado por las empresas que despegan, y por las pymes de innovación e inserción global, como una de helicópteros monoplaza.// PRENSA IDEA
Por Jairo Straccia (*)
-Desde Mar del Plata-. Los únicos que no sonreían en la celebrada participación de Mauricio Macri ante más de 900 empresarios en el encuentro llamado Coloquio de IDEA en Mar del Plata era la que congregaba a los tradicionales miembros de la industria argentina. Es que el Presidente, en un discurso de inusual extensión planteó –aunque pasó desapercibido– su modelo productivo ideal. Y no los incluyó.
Habló de duplicar la producción del agro. Dijo que la “minería sustentable” puede exportar “como Chile o Australia” un volumen semejante al campo. Se detuvo en el sector servicios, “cuyas grandes empresas están aquí presentes”. De hecho, el titular del Coloquio, fue Sergio Kaufman, número uno de Accenture, gigante del ramo, en la Argentina. Llamó a triplicar el flujo de turistas y volvió a citar a Australia, un caso de estudio para el Gobierno que inquieta a los referentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), muchos presentes allí, porque en los 80 comenzó a reconvertir su industria y asumió que había sectores con 100 mil empleos que no iban más. De hecho, el año que viene terminará de desactivar su producción de autos, como contó hace diez días Peter Harris, el titular de la Comisión de Productividad de ese país, que se reunió con funcionarios. El único caso de industria que citó Macri en IDEA fue el de las pymes ligadas a la innovación con inserción global, como un fabricante que desarrolla helicópteros monoplaza y los exporta a China. En el fondo, está la admiración de Macri por las empresas “unicornio”, que crecen rápido, compiten y si tienen éxito se expanden al mundo. Si no mueren y nacen otras.
Caso por caso. Con esta concepción de fondo, el Ministerio de Producción que conduce Francisco Cabrera y en especial Lucio Castro, secretario de Transformación Productiva, trabajan en el “modelo Macri” para la industria en los próximos años. Por un lado avanzan en un cambio para la producción de electrónicos en Tierra del Fuego. Hacen equilibrio entre el empleo de 11 mil personas en forma directa en la isla, y el precio de la tecnología que se encarece, según creen, por el régimen de protección nacido con fines geopolíticos décadas atrás. Piensan en diversificar la producción, “en diálogo con sindicatos y empresas”. “Nos afecta en el empleo”, dijo ayer ya Luis Galli, CEO de NewSan, cuando el Gobierno informó que bajará aranceles de laptops para abaratar computadoras. Es un daño menor, por ahora: apenas el 5% de la isla hace esas máquinas.
Junto a la electrónica, la industria textil, el calzado y los juguetes son otros sectores “protegidos no competitivos sobre todo por la competencia China”, dice Alberto Schuster, líder de los equipos de productividad de la consultora Abeceb.
Según el secretario de Empleo, el ex Techint, Miguel Ponte, el sector autos ya está trabajando en “recalificar personal”, y necesita cambiar “para crecer”. “Nosotros tardarmos cinco años en dejar de hacer carburadores, cuando el mundo ya hacía inyección”, rememoró Cristiano Rattazzi, de Fiat.
En cambio, ramas como la textil necesitan “cambiar para sobrevivir”, y habrá que “reubicar personal en las mismas empresas” (ver aparte).
La Argentina, según Schuster, es un país de ingresos medios con baja productividad. “Si el plan del Gobierno es no bajar salarios ni tocar el dólar, deberá ir a un modelo más productivo. La productividad se puede ganar con mejor infraestructura, mejores servicios del Estado y menos costo de capital”, explica. “Porque cuanto más productivo sos, menos costo laboral tenés”, añade.
(*) Editor de Economía del Diario Perfil.

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